¿Y si júgamos?

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¿Y si júgamos?

A enamorarnos sin estar presentes,

sin estar distantes en la ausencia,

yo pongo el corazón, tú pones el alma...,

y me dibujas alegrías, ¡y también un par de lágrimas!,

pero que no duelan, ¡ y qué no hieran tanto!,

¡qué no me conviertan en cenizas!,

que logre ser fuego, que sea incandescente...,

pero que no queme, ¡qué no me apagué nunca!

¡ni siquiera cuándo llegue el invierno...

¿Y si nos despertamos soñando?

y nos convertimos en presente,

para no extrañarnos, para observarnos desnudos

mientras dormimos, ¡para sentirnos vivos!,

a salvo de  todo y de todos, ¡incluso de nosotros mismos!

¡Y si nos dormimos despiertos!

para no dejarnos morir en silencio,

para no cerrar nuestros párpados,

para vivir y andar, ¡sin alejarnos tanto!,

para saber que sienten los soñadores,

¡ésos locos que van en busca de cordura!,

sin la miserable ausencia de su esencia...

¡Y si nos reencontramos a diario!

fingiendo despedidas, despidiendo sombras,

caminando sin cruzar fronteras, sin ataduras;

¡siendo lo que somos!, ¡no lo que deseamos!,

sin ser lo que fingimos, o aquello que dicen

los que no son, ¡los que no viven!

los que no saben, ¡los que no sienten!

¡Y si te rezo a diario!, sin plegarias,

¡para que nos volvamos eternos!

para que nos confésemos a ciegas,

para adorarte siempre, ¡sin excusas!

sin la necesidad de una imagen tuya,

sin un te amo dicho a destiempo,

sin un te extraño no dicho, ¡no mío!

¡ Y si te escondo en éste poema!,

para que no me dejes solo,

para que no te encuentre nadie,

para que no quedes en el olvido,

¡sin memoria y sin tiempo!



Sempiterno..., lo que rescatamos del fuego...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora