Uno

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"El indicado"

―¿Otra vez?― 

El castaño miró con enojo al azabache.

―Ya es el décimo que dices que no te gusta― 

―No saltaron chispas― espetó el castaño. 

―¿En serio te crees que existe eso del "compañero ideal"? Bah, lo llevas grave― repuso su amigo.

Otra vez lo fulminó con la mirada.

―Y créeme cuando te digo que con esa forma de mirar no vas a conseguir nunca a ninguno― recalcó el pelinegro .

―Bucky, voy a decirte algo.

―¿Ajá?― se cruzó de brazos el susodicho.

―Existe el perfecto y yo lo voy a encon...―

Se quedó callado y alzó la nariz.

Olfateando. 

La puerta de la cafetería se abrió entrando por ella un joven un poco bajo, de tez un tanto tostada, cabello pelinegro , ojos ámbar y unas pestañas largas que enmarcaban sus ojos.

El castaño fijó sus ojos en él, siguiéndolo con ellos.

El pelinegro  cruzó casi a ras de éste dándose cuenta de cómo le miraba.

Tímido, le dedicó una sutil sonrisa y siguió su camino hasta una mesa al fondo.

―Liam― el pelinegro sacudió el hombro de su amigo.

Nada.

Liam se había quedado eclipsado por el  moreno aquel...

¡Y se lo estaba comiendo con la mirada!

―Liam, chist, oye, Liam― le llamó su amigo ganándose, por fin, la atención de éste.

―Qué― escupió el castaño .

―¡Lo estás intimidando!― reprochó Bucky ―¿Es que no lo hueles?―

Liam volvió a mirar al moreno pudiendo ver cómo se encogía en el sitio al mismo tiempo que agarró la carta y se cubrió el rostro con ella.

―Sólo le estoy mirando―

―¡Descaradamente diría yo!― 

―Joder, porque está bueno― aclaró Liam ―Ahora mismo voy a pedirle una cita y...―

No le dio tiempo a dar ni un paso pues en milésimas de segundos, otro hombre entró como un rayo en la cafetería y corriendo hacia la misma mesa donde el pelinegro  seguía oculto detrás de la carta de desayunos.

Liam no pudo evitar dar un gruñido al ver cómo le quitó la dichosa carta y decirle:

―Hola, precioso―

"¿Precioso? Oye que te arranco la garganta maldito hijo de..."

Dando un paso sintió cómo una mano de su amigo le detuvo.

―¿A dónde te crees que vas, tan chulito?― 

―¡Me lo va a quitar!― señaló Liam.

―Hace rato que me parece que te lo quitó― dijo Bucky apuntando con el dedo hacia ambos.

Liam dirigió la vista a ellos...

¡Y casi se convierte en lobo al ver cómo aquel imbécil le plantó un beso en demasiado cerca de la comisura de los labios!

―Grrrr, lo mato, lo mato ahora mis...―

―Liam― Bucky siguió sujetándole por la manga de la cazadora.

Soy Un Lobo -Ziam-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora