Capitulo.6🪷

1K 161 31
                                    

Ya llevaban más de un ahora yendo y viniendo de varias tiendas de ropa, tantas que el mismo pelinaranja ya se veía cansado y enfadado después de todo en cada una de esas el castaño intentaba meterse en los vestidores para ayudarle a cambiarse de r...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ya llevaban más de un ahora yendo y viniendo de varias tiendas de ropa, tantas que el mismo pelinaranja ya se veía cansado y enfadado después de todo en cada una de esas el castaño intentaba meterse en los vestidores para ayudarle a cambiarse de ropa a palabras de este.

Después de eso se detuvieron en un restaurante algo moderado para ellos dos, Chuya bebía algo de té mientras Dazai simplemente le observaba detenidamente mientras sus ojos se tornaban un poco oscuros

—¿Que te sucede?

—No es nada solo pensaba en algo

—¿Y eso es?

—Nada solo es una tonteria

—No lo parece, digo me estas mirando a mi y parece como si me quisieras matar con esta

—Si te lo digo te vas a reír o simplemente me golpearas te conozco

El mayor de los dos alzó una ceja, suspiro dejando su taza en el plato donde debe ir colocado y se cruzó de brazos.

—Prometo no enojarme

—Mentiroso

—Bueno entonces... —se levanta dispuesto a irse—

—Bien, espera lo diré pero no te enojes y tienes que responder

Chuya se volvió a sentar, le miro, Dazai desvió la mirada y suspiro cerrando sus ojos

—¿Por qué no quieres cumplir el matrimonio?

—Ya dije...

—Se que no solo es por qué te forzaron a estar casado, por casualidad... En el vestidor vi parte de tu espalda y cadera tenías marcas muy notables de rasguños y manos...

El ambiente se torno muy incómodo y silencioso, Dazai no se digno en voltear a verle o abrir los ojos además de hablar, no hasta un rato después para mirarle con una mirada sombría. Chuya por su parte tenía la mirada agachada mientras ocultaba sus ojos, Dazai suspiro y se recargo en el respaldo de la silla

—Mira... No sé que te molesta de lo que haremos, pero por lo que vi no es como si fuera a ser tu primera vez, no tengo problema con una relación libre pero si me gustaría saber por qué

—Bien, ya que terminaste me toca hablar

—Adelante

—Así es, tienes razón son marcas de manos y rasguños, pero no es lo que piensas —Dijo mirándole con una mirada que podía indicar que estabas muerto si te acercabas— no es como que yo quisiera que estuvieran ahí

—¿De que hablas?

—Te recuerdo que soy parte de la política y algunos no me toman en serio así que necesito hacer algo para convencerlos —dijo con coquetería—

—Entonces si lo haces por gusto, cariño

—No lo es —Dazai observo una mueca de dolor y tristeza

—Bien, entonces déjame decir esto

—No haré tratos contigo

—Jajaja, si claro no tienes opcion, eres mi esposa - menciono mientras le apuntaba a el mismo y después al contrario, mantenía una sonrisa de autosuficiencia -

—Eso no indica que sea de tu propiedad

—No lo eres pero aún así, no puedes quejarte, ahora continuando con lo que decía, yo haré que te respeten, no necesitas seguir haciendo eso

—¿Que quieres a cambió? —Tomo un trago de su te mientras desviaba su cabeza a la ventana

—Chico listo, no pido mucho, solo un contacto, roces y una que otra cosa que pida, contigo

Giro su cabeza rápidamente al contrario con una expresión de angustia— ¡Ni loco!

—No tienes opcion, oh ¿Acaso te gusta que esos vejetes te toquen y hagan suyo?

La cara de Chuya demostraba incomodidad y algo más que el castaño no sabría descifrar, por lo que solo suspiro pesadamente y miro su reflejo en la ventana

—No era mi intención, perdón, me segue por mi impaciencia y mi enojo, prometo no volver a interrogarte, de hecho no creo que sea bueno que vayas a la gala, solo diré que te sentiste mal o algo, lamento que el paseo terminará así y te dañará, no lo haré más, no te haré cumplir algo que no es de tu agrado.

Dazai simplemente se levantó y cogio su abrigo, para colocarselo para poder retirarse, estaba a punto de decirle al pelinaranja qué era mejor marcharse de una vez pero este le interrumpió antes de que pudiera decir algo

—No es que no sea de mi agrado...

—Dazai lo observo un momento y suspiro— ¿Entonces? ¿Por que seguir haciéndolo? No hay necesidad

—No me gusta ser tocado...

—Te lo dije no tienes que seguir dejando que ellos te hagan eso, yo haré que te respeten

—No eres el primero que lo dice

—Chu... Nakahara-san

—No quiero escuchar absurda promesas

—Yo no...

—Solo confío en 3 personas y dos de ellas me metieron en este embrollo y una esta desaparecida, así que no gracias

—¿Seguirás así de negativo?

—¿Seguirás pidiendo cumplir el acuerdo matrimonial?

—Si

Suspiro pesadamente— De acuerdo, no digas más, solo déjame estar un rato solo

El solo asintió y salió, Chuya se quedo en aquel sofa con la mirada baja, mientras apretaba levemente la taza en sus manos, temblaba. Solo debía relajarse y volvería a la normalidad, no era muy natural que el se alterase, al paecer el castaño era capaz de hacerlo, le incomodaba.

Los minutos pasaron cuando por fin salió, sin más se dirigió al estacionamiento, donde en un carro cercano vio al castaño fumando mirando a la nada, al acercarse y antes de poder tocarle, el castaño le noto, se apartó, le sonrió mientras retiraba el cigarrillo de su boca, parecía frustrado y algo disgustado, pero no podia decirse si es por sus propios actos o por el actuar del Chuya.

—Sera mejor que te lleve a casa.

—Supongo

—Bien, entonces sube

—No deberías fumar

—No es como que tu no lo hagas

—Yo no...

—Reconozco el aroma de un fumador, no me engañas, ahora sube ya es tarde, llegaremos a mi casa, llamaré a Koyo para avisar que te quedaras en mi casa, y tranquilo no te haré nada que no quieras, ahora sube.

Dijo abriendo la puerta del carro y esperando que su acompañante entre este sin más lo hizo, Dazai cerro la puerta y fue a la puerta del copiloto entrando para comenzar a ir a casa del mayor.

Matrimonio por convenienciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora