Un día te vi volar sobre mi cabeza con tu belleza celestial...
Un día me partiste la cara al demostrarme que eras más que una cara bonita...
Un día, me besaste tan sinceramente, que mis corazones se derritieron por una diosa...
Un día, te mire muert...
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No podía quedarme ahí nada más después de verte asi. Las preguntas rodeaban por mi mente como una bestia carroñera al lado de un moribundo. Solo esperando, matando por dentro, dando vueltas para volverte loco de a dónde iba a parar tu cordura.
Fue entonces que no pude contenerme más, aún algo débil salí de la habitación intentando ser lo más silencioso posible baje un par de escaleras hasta encontrar un ángulo donde todo se escuchara y se viera. Quizá fue la prueba más grande que tuve que cumplir antes
