Segundo encuentro.

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Narra Pete:

-Hey Pete! Vamos a jugar a mi casa futbolito!

-Tin, desde cuando te gusta jugar futbolito?

Es obvio que me sorprenda cuando el señor príncipe del hielo jamás se ha interesado por los juegos de los "pobres". 

-Desde que lo descubrí, es muy divertido, pero no me gusta jugar en la cafetería de la escuela, asi que compre uno.

- ¿Cómo pudiste comprar algo asi tan de pronto? Sabes que, olvídalo, si, vamos a jugar estoy aburrido, solo le avisare a mama.

-Por cierto, Trump no te ha buscado, ¿cierto?

-No, y espero que no lo haga, además no lo hará, los rumores son ciertos al parecer, Trump es un alfa, y ese día de la fiesta encontró a su omega, pero creo ella lo rechazo, ¿no?

-Eso dicen, que casi abusa de ella pero no se lo permitieron y lo encerraron, no creí que ese maldito tuviera sangre lobo, es un verdadero peligro, es muy peleonero, es clásico chico malo, ¿Qué le viste?

-No lo sé, ya pasaron dos meses de eso. 

Si, mi relación con Trump fue como la típica chica buena que se enamora del chico malo, pero en mi caso no funciono. 

-Por cierto Tin, ¿tu crees encontrar a tu destinado?

-Mmm, lo veo poco probable, se supone tu y yo tenemos sangre lobo por nuestras bisabuelas que eran primas y eran omegas, pero no lo sé, no creo mucho en ello.

-Pero seria bonito, ¿no lo crees?, estar con la persona que prácticamente nació para ti.

-Ya deja de soñar Pete, por eso Trump te vio la cara.

No pude defenderme, porque si, ese día Trump no hubiera encontrado a su destinada, el tenia planeado pasar la noche conmigo, y es algo que todos sabían. Excepto yo, era parte de una apuesta de su bandita de Trump, a ver quien se acostaba con Pete primero y caí redondito.

Como sea... Cambiando de tema, últimamente he tenido sueños de lo que hice en el tren de regrese, de mi beso con ese chico, en especial recuerdo sus ojos, no puedo olvidarme de eso. Y aunque he intentado usar metro no lo encuentro.

Empezamos a caminar a los autos para ir a su casa, supongo es bueno salir de mi casa de vez en cuando. Podría pasar algo interesante.

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Narra Ae:

Voy caminando por barrio rico, hace mucho viento y al parecer empezara a llover, no he ido mucho a la escuela por falta de dinero y estoy aquí caminando a ver si logro vender algo, pasando de casa en casa, tocando para ver si me compran chocolates. Solo necesito un poco más, para cubrir mis gastos un tiempo.

Llegue a una casa demasiado glamurosa, toque el timbre, hasta la tercera vez que disponía a irme, me contesto una voz que juraría ya había escuchado.

-Familia Methahan, diga...?

-Hola... Ammm, soy vendedor de chocolates, me preguntaba si querían algunos...

-Si! Chocolate! Un momento, voy abrir. Tin! ¿Quieres algo? Voy a comprar chocolates!

No pude evitar reírme ante su voz y emoción, seguro es un chiquillo muy hiperactivo que ni siquiera se dio cuenta que dejo prendido el micrófono.

El problema es... Cuando lo vi abrir la puerta, lo reconocí...

No era un chiquillo, era el mismo chico que sigue robándome los sueños.

El chico que bese en el tren...

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