No estas, ni estarás sola [libro uno "Todo y Nada"]

9. La fiesta

Hay muchas cosas en mi mente en estos momentos, la nueva faceta de Nick, su arresto y mi miedo a ser descubierta. Si alguien llegase a descubrir lo ocurrido, de lo que fui parte, sería capaz de lanzarme de un puente; por alguna razón los recuerdos de esos años vuelven a mi mente, lo cual no significa nada bueno, yo me alejé de todo eso y de mi tío, por una razón y no pienso volver a cometer los mismos errores. Me encontraba confundida, Nick estaba logrando sacar un lado mío que llevo años ocultando, y su comportamiento me hace pensar que su salud mental no está muy bien, tal vez sea un sociópata, No lo creo- digo aclarando mis pensamientos, Mi corazón estaba revuelto en mil y un sentimientos y la verdad es que temía que ese lado de mi saliera a la luz. Pensar En Nick me alejo de mis inseguridades y me concentre en un objetivo, su secreto, eso era lo importante, tenía más que claro que No conocía a Nick, me lo demostró el día de ayer, No tenía claro como lograría sacarle información, pero estaba segura que lo Empezaba a odiar. Me pase el resto de la tarde uniendo cabos pero no deduje nada, no llegué a una conclusión, Me frustra no cumplir mi objetivo, pero decido no calentarme más la cabeza.

Era sábado y faltaban un par de horas para que Nils me recogiera, Esa estúpida fiesta de la que todos hablaban no me emocionaba para nada, realmente solo quería recostarme a leer. Me dirijo a mi armario y observo el vestido negro ajustado que May me regaló, ella era muy buena para estas cosas, y tenía el dinero para comprarme algo así de caro, agarro el vestido y lo observé, corto, de seda, ajustado donde hacía falta y suelto donde se necesitaba, era muy elegante par una fiesta; Me desvestí y me puse el vestido, me quedaba perfecto y con unos zapatos de tacón se veía mucho mejor, me veía mucho mejor, realmente me veía espectacular, y no dudo que definitivamente no pasaré desapercibida.

-¡Que belleza!- grito May al entrar al cuarto

-Gracias, tú te vez espectacular- digo por su vestido rojo ajustado, le quedaba impresionante y resaltaba sus rasgos asiáticos.

-lo sé- dice con el ego por las nubes

-Estoy nerviosa- digo impaciente

-me lo imagino, vas a salir con Nils, ¡es bellísimo!- dice ella

-estás loca- digo riendo

-sabes que él se morirá cuando te vea, probablemente le dará un ataque al ver esas piernas que tienes- dice May

-No es para tanto- digo riendo

-de verdad, te ves hermosa y no quiero que ninguna inseguridad arruine nuestra noche, ¿hecho?-

-hecho-digo confirmando su afirmación

Mientras que me maquillaba me llegó un extraño mensaje, de un número desconocido <me debes la vida> ¿qué significa eso? No tengo la más mínima idea de que significaba, ¿una amenaza? ¿Un aviso?, Realmente no lo comprendía, decidí ignorar mis dudas y pensar que se habían equivocado de persona, decido pasar la suiguiente hora estudiando hasta que llega otro mensaje <nos volveremos a ver parquecito> Mierda, Mierda, Mierda, solo había una persona que me llamaba así, tío Mark. Cuando deje su organización no fue de la mejor manera, digamos que entregé a la policía a algunos de los asesinos de Mark y me llevé todas la armas de papa, mi tío es un real monstro y una amenaza, pero quiero pensar que esto no significa nada. Me llega un último mensaje, este de Nils, avisando que había llegado al edificio y que nos esperaba abajo, si, Nils nos llevaría a May y a mí, necesitamos a alguien responsable para cuando estemos borrachas.

Cuando llegamos nos encontramos con una casa MUY grande, casi una mansión, decorada con luces y mucha gente, nos adentramos al lugar y nos encontramos con un bar, una pista de baile, unas mesas de billar y más gente, parece que era la casa de una de las hermandades de la universidad, nos sentamos lo tres en el bar, la música hacía de este lugar imposible hablar, pero hicimos lo que pudimos.

-vamos yo invito- dice May comprando tres shots de tequila.

-no creo que sea buena idea, quiero estar consiente- dije dudosa

-¡vamos! Solo uno- explica ella

-está bien- respondo

Finalmente nos tomamos toda la botella de tequilla y bailábamos borrachas en la pista, Nils lo había llamado su madre de urgencia y se tuvo que retirar del lugar, a lo que quedaron estas dos borrachas solas.

-¡me encanta esta canción!- digo moviendo los brazos como loca

-¡a mí también!- dice May bailando como robot

-¡geniall!- dije yo cayendo al suelo de la pista, hasta que un par de manos me rodean y levantan del suelo.

-Sabes lo fácil que es sacarle información a un borracho- Nick, era Nick quien me tenía sus manos alrededor de mi cintura, sujetándome con fuerza

-Nick- digo cabreada por el alcohol en mis venas

-Sabes lo fácil que será saber la verdad de ti- dice

-no lo creo- digo librándome de su agarre y dirigiéndome a otra parte para seguir bailando a mi ritmo.

Bebí, baile y me mega emborrache hasta el final, shot tras shot, bailando al ritmo de la música, saltaba de emoción cada vez que escuchaba una canción que conocía y le pedía al dj que pusiera otra. Baile con mucha gente y me divertí venido a May vomitar en el escusado, estaba pasándolo de maravilla, pero de pronto ocurrió algo.

Cinco hombre encapuchados y con máscaras entraron a la fiesta, todo el mundo mirando para abajo y evitando cualquier clase de contacto, cundo entraron se detuvo la música por completo.

-y la canción- reclame al dj que se escondía bajo una mesa. Yo como borracha me puse a cantar una canción inventada y bailando al ritmo de mi voz, todos me miraban horrorizados, como si supieran que algo me pasaría; Los cinco hombres se pasearon por la casa buscando a alguien, al llegar donde yo me encontraba bailando los encapuchados compartieron miradas y se acercaron a mí.

-hola señores con máscaras, ¿Qué tal?- digo borracha

-es ella- dice uno de los hombres, los otras encapuchados se dedicaron a agarrarme de brazos y piernas, me llevaban en contra de mi voluntad fuera de la casa.

-¡estoy en la mitad de una fiesta señores! – Dije tranquila- ta, ta, ta, tata, ta, ta, ta, tata- empecé a tatarear una canción mientras que los hombres me llevaban fuera del lugar.

Al salir había una van negra con dos encapuchados, los cuales al verme se bajaron de la camioneta y abrieron la puertas de atrás, me metieron dentro de la van y me observaron, impacientes.

-¿y ustedes qué?- pregunto chistosa eh incrédula

-está borracha, duérmanla- dijo uno de ellos, a lo cual me pusieron un pañuelo blanco en la nariz, y caí, caí en mis más profundos sueños, me habían dormido en contra de mi voluntad y no tenía ni la más mínima idea de a donde me llevaban, era una mala pesadilla, una extraña pesadilla, la cual por alguna razón se convertiría en la peor o en la mejor.