HURRICANE, james potter ✓

━━ TWENTY SEVEN

┏━━━━━━༻❁༺━━━━━━┓ CAPÍTULO VEINTISIETE
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—NECESITO QUE TE PONGAS UNA CAMISA—PIDE OLIVIA con un suspiro cuando su mano involuntariamente agarró su pluma con más fuerza mientras evitaba que sus ojos se alejaran del ensayo que estaba escribiendo

James sonríe y se sube a la cama en la que ella está sentada actualmente con las piernas cruzadas y envuelve sus brazos alrededor de su cintura, colocando un beso en el costado de su cuello, su pecho desnudo presionado contra su espalda.

—¿Por qué? ¿Te estoy distrayendo?

Ella negó, tratando de ignorarlo mientras él llenaba su cuello y hombros de besos.

—Sí

—Préstame atención—hizo un puchero James

—Lo haría, pero sé con certeza que una vez que lo haga, nos besaríamos todo el día y no tendría ninguna posibilidad de terminar este ensayo, que por cierto, también sé que no has comenzado—explica con calma mientras sus ojos escanean las palabras en el libro frente a ella

—Me gusta la idea de besuquearse todo el día

—¿Cómo crees que nos vamos graduar y conseguir un trabajo para mantenemos a los gemelos?

James fingió pensar profundamente mientras le daba otro beso en el hombro.

—Hmm, digo que matamos a tus padres para que puedas obtener tu herencia

Olivia soltó un bufido.

—Por mucho que adoro esa idea, no creo que seamos muy buenos criando gemelos en Azkaban

—Podemos salirnos con la nuestra en el asesinato—argumenta James y Olivia trata de no temblar ante la palabra

Porque en el fondo, en lo más profundo de su conciencia, donde reside su moral, Olivia sabe que todavía tiene la culpa de lo que sucedió en el Orfanato. Quizás siempre había sido consciente de esa parte de ella, la parte que la oscuridad se había apoderado de ella. Lo sabía porque Maxwell también la tenía. 

Esa oscuridad que no pudo evitar porque eso fue lo que hizo posible que Maxwell matara y torturara incluso si iba en contra de todo lo que él creía correcto. Pero mientras que Maxwell lo reconoció, luchó contra él, Olivia lo había ignorado, ese poder divino que su alma parece anhelar, para poder decidir quién vive y quién muere.  Olivia había creído que si lo ignoraba el tiempo suficiente, desaparecería. 

Ella estaba equivocada, en cambio, como lo ignoró, se había convertido en un huracán que se avecinaba, rogando ser liberado.

—¿Qué estás pensando?—Preguntó James mientras besaba su cuello, dejando que sus dientes rozaran la piel sensible, provocando que estallara en escalofríos

—En como deberías dejar de distraerme—respondió ella, finalmente girándose hacia él

Olivia todavía estaba muy consciente de su pecho desnudo y no puede evitar sonrojarse al ver su tez dorada bajo el sol. James luego le dio otro beso a la comisura de sus labios

—¿Crees que te estoy distrayendo?

Olivia dejó escapar un suspiro de derrota cuando le dio la espalda a su ensayo y se giro por completo para quedar frente a frente, sus brazos alrededor de su cuello.

—Si me vas a besar, bésame bien

James sonrió cuando Olivia lo empujó hacia atrás en la cama, sus labios se unieron a los de él mientras sus manos exploraban desde su cuello hasta sus hombros.