IV

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***

Me costaba demasiado trabajar en grupo, en los entrenamientos la mayoría de las veces intentaba hacer equipo con mikasa porque sabíamos la capacidad de cada una y era más fácil entendernos, pero ahora mikasa va adelante y yo atrás.

—no quiero morir hoy... –escuché a Marco susurrar, me acerqué a él discretamente.

—hey, te cubriré desde las sombras, no te preocupes –le dediqué una sonrisa que respondió con un sonrojo.

Avanzamos comandados por Jean quien nos guiaba a abastecernos de gas, no nos quedaba mucho, así que debíamos de llegar rápido.

Mientras ellos iban por delante esquivando a los titanes, yo por detrás iba cortando algunos trozos de nuca sin dudar, no todos por supuesto, tenía un límite, pero hacía lo que podía para disminuirlos.

—¡por esto estoy aquí! –grité cortando otro mientras sonreía– ¡malditos bastardos asquerosos!

Más adelante estaba el edificio donde debía de estar el gas, y estábamos obligados a entrar por las ventanas, algunas ya estaban rotas así que entré por una de esas.

La coleta de mi cabello se rompió por un vidrio que no se había roto completamente, mi cabello estaba totalmente suelto, miré a Annie.

—¿tienes alguna coleta de sobra? –buscó entre sus muñecas pero negó– gracias de igual manera.

Reiner nos gritó al suelo y un titán impactó su rostro contra la pared desde fuera. Todos salieron despavoridos corriendo hacia el lado contrario. No me importaba morir hoy si era necesario salvar a estos bastardos de mis compañeros.

—¡¿donde están los otros?! ¿¡donde está mikasa!?

—¡se le terminó el gas y fue devorada! –mi mente quedó en blanco unos segundos... que inoportuna noticia para alguien con tan poca ética como yo.

Fui corriendo con las hojas de metal al aire hacia los dos titanes que se asomaban por la pared rota.

—¡ESPERA KATE! –ignoré el grito Jean que estaba detrás mío. Un gran puño impacto en la cara de esos titanes volándolos lejos– ¡mikasa!

Me giré rápidamente viendo a Connie, Armin y Mikasa, me acerqué a la última y salté para abrazarla.

—¡maldita idiota me dijeron que estabas muerta! –sentí su abrazo de vuelta, la abracé más fuerte– perdón.

—estoy bien.. –se levantó del suelo y miró a todos– tenemos que hacer que ese titán siga luchando.

Bajamos a los pisos de abajo y Armin nos contó el plan que tenía en mente. Bajar a un grupo con escopetas y cegar a los titanes mientras que otros le cortaban la nuca.

Fue una estrategia muy buena por parte de Armin, pero casi perdemos a Connie y Sasha por los titanes que no alcanzaron a cortar bien, demasiado despistados.

Ya todos recargados de gas fueron yéndose a subir la muralla, pero Mikasa estaba en el techo, viendo algo sin moverse.

—¡hey, preciosa! –le grité mientras subía con el equipo– que tanto miras, debemos irnos.

Guerrera | Shingeki No Kyojin. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora