Guardián del Mundo

Capítulo 138: Tenemos llamas ardientes

El explorador se acercó brevemente a la puerta y la miró.  "No parece atrapado en ninguna parte.  No hay mecanismos ocultos ni hechizos, por lo que debería ser seguro ".  Después de decir eso, dio un paso atrás, permitiéndome empujar la puerta para abrirla.

La habitación de atrás era mucho más amplia de lo que esperaba, de unos treinta metros de ancho y cincuenta de profundidad.  La tenue luz de la mazmorra arrojaba destellos parpadeantes de formas en movimiento a lo largo de las paredes y los pisos.  Babas rojas y viscosas que se arrastran lentamente.

“¿Slimes?  ¿Es asi?  Mi hija tiene uno de estos como mascota ".  Uno de nuestros magos, una mujer llamada Jeren, habló con decepción.

"¿El de ella dispara fuego?"  Pregunté, mirando la información del limo.

Slime de fuego de nivel 38

"¿Esperar lo?"  Preguntó, confundida, antes de levantar rápidamente una barrera frente a nosotros, justo a tiempo para bloquear dos pequeñas bolas de fuego.  "¡¿Desde cuándo los slimes pueden hacer eso ?!"

No era nada de lo que preocuparse realmente, ya que los slimes aún eran débiles en comparación con nuestro grupo.  Sin embargo, parecía que Jeren había sido tomado por sorpresa por la nueva generación de limo.  Mientras tanto, mis ojos se enfocaron en un limo bastante discreto que se movía lentamente entre los demás, este con un rojo algo más profundo que los demás.

Nivel 112 Fuego Ki Slime

Bueno, eso lo explica… Di un suspiro bajo, recordando los dos limos que una vez le había dado a Aurivy después de practicar mi ki elemental.  Parecería que se habían multiplicado ... considerablemente.

Aurivy, por favor dime que hay una habitación secreta para mantener a salvo algunos slimes.  No quiero destruir todo en la mazmorra y dejarlo sin nada ...

¡Oh esta bien!  Aurivy volvió a llamar a mi oración con un tono feliz.  La preservación de la población es la primera lección que enseñamos a las mazmorras hoy en día.  Todos tienen un caldo de cultivo escondido en algún lugar para asegurarse de que no se agoten fácilmente.  Sin embargo, puede llevar un poco de tiempo repoblarlas, pero las mazmorras simplemente no ofrecen tesoros durante ese tiempo como incentivo para dejarlas crecer.

Asentí con la cabeza, contento de que los hechizos de rayos y hielo lanzados sobre los lodos no resultaran en la extinción total de la especie.  "¿No deberíamos llevar a uno para estudiar?"  Preguntó Jeren, haciendo todo lo posible para evitar que el otro mago los matara a todos antes de que ella tuviera la oportunidad.

"Si trajiste un frasco lo suficientemente grande para contener uno, seguro".  Dijo casualmente, aunque obviamente no creía que ella lo hiciera, al ver cómo continuaba lanzando hechizos.

"Umm ... pero ..." Se volvió para mirar los lodos con tristeza.  "Es cierto ... ¡Aunque al menos podemos recuperar sus núcleos!"  Después de decir eso, se unió al asalto.  Los lodos no tenían forma de resistir los hechizos de los poderosos magos, salvo uno.

Oculto en medio de la destrucción, el limo de ki de fuego único seguía acercándose.  Cuando un hechizo de hielo perdido lo golpeó, su barra de salud apareció sobre su cabeza, mostrando que solo había recibido una décima parte de su salud como daño.  Antes de que los dos magos pudieran notar la ineficacia de su hechizo, se disparó del suelo, impactando contra la barrera de maná que habían erigido.

"¡¿Que?!"  Jeren gritó cuando sintió que su escudo se quemaba rápidamente por el maná del fuego.

"Aquí es donde intervengo. ¡Hya!"  Kelly dio un paso adelante con una sonrisa, una llama anaranjada envolvió su puño mientras bajaba su postura.  Sus puños se juntaron, nudillo con nudillo, y dio un puñetazo hacia adelante.  Hubo un destello naranja cuando el limo prácticamente explotó, trozos de sustancia pegajosa volando en todas direcciones.