"¿Mmm?" El licano se volvió para mirar a Udona. “Ah, disculpas capitán. No me di cuenta de que era uno de los tuyos ". Dijo respetuosamente, antes de devolverme mi pergamino de búsqueda.
“Sin daño no hay falta, muchacho. Solo sigue adelante con tus asuntos ". Dijo con una gran sonrisa, llamándome. En cuanto a ti, Tebor. Escuchaste bien, serás parte de mi propia tripulación a bordo del Jolly Dodger ". Su sonrisa se volvió más traviesa después de que me dijo el nombre, y tuve que resistir un poderoso impulso de golpearme la cara con la palma de la mano. "¡No seas así, ahora! ¡Es un buen barco! Líder del viaje inexplorado ".
Mientras hablaba con orgullo, señaló uno de los doce barcos estacionados en los muelles. La mayoría de los barcos tenían solo una o dos cubiertas, pero el que ella señaló parecía que podría tener tres. En la parte superior del barco, había tres grandes mástiles con las velas enrolladas, una canasta colocada en la parte superior del mástil central.
Honestamente, me sorprendió que su tecnología de navegación hubiera avanzado tanto, considerando que todavía estaban en gran parte en la edad del bronce, y aún no habían hecho una transición completa al hierro. Por otra parte, probablemente usaron magia para reforzar la nave en varias áreas clave, y no había un solo cañón en ninguna de las naves. Sin embargo, eso tenía sentido. Contra los monstruos a los que nos enfrentaríamos en mar abierto, un combatiente de alto nivel valdría más que una docena de cañones, incluso si supieran cómo producirlos.
Asentí levemente con la cabeza mientras miraba el barco. "¿Debo seguir adelante y abordar, entonces?" Pregunté, mirando a mi "capitán". Ella asintió con la cabeza con una sonrisa, lo que me hizo suspirar mientras caminaba hacia el puerto. No tomé un desvío y caminé directamente a través del agua, endureciéndose en hielo bajo mis pies para llevarme antes de descongelarse detrás de mí.
Una vez que llegué al Jolly Dodger, pude ver una figura decorativa tallada con la forma de una mujer rezando, con las manos cruzadas frente a ella. Por las orejas, parecía ser una mujer felina, en lugar del kitsune que había estado esperando. Sacudiendo mi cabeza, hice que el hielo debajo de mis pies me levantara para que pudiera aterrizar en la cubierta.
Ahora a bordo del barco, vi a varios grupos de personas que traían grandes barriles y cajas al barco y los llevaban abajo. Todos sabían que este sería un viaje largo, y siempre existía la posibilidad de que no pudiéramos regresar fácilmente para reabastecernos, por lo que era comprensible que estuvieran almacenando tantos suministros como los barcos podían contener. Ya fuera madera o clavos para reparar el barco, comida para alimentar a la tripulación o armas de repuesto para luchar contra los monstruos, teníamos que estar preparados.
Al ver que nadie pedía mi ayuda, me hice a un lado, buscando un lugar cerca de la parte delantera del barco para sentarme y cerrar los ojos. O al menos, ese era el plan. "Entonces, supongo que la encontraste, ¿eh?" La voz de Kelly habló pronto desde mi lado, lo que hizo que la mirara.
"Ella realmente quería jugar al pirata, ¿eh?" No pude evitar gemir ahora que estaba hablando con Kelly. Sin embargo, parecía que estaba ocupada, con un brazo sosteniendo una gran caja y el otro con un barril. "Sin embargo, será mejor que vuelvas a eso antes de que alguien te pille holgazaneando".
Ella se rió levemente, sacudiendo la cabeza antes de darse la vuelta y tomar los contenedores debajo de la cubierta. Udona, tengo una pregunta rápida para ti. ¿Eres libre para hablar? Cerré los ojos, concentrándome en enviar una oración a la Diosa de la Vida.
En un momento, Dale. Permítanme reunir al resto de la tripulación que traeremos con nosotros y luego podremos hablar cara a cara. Es más fácil mantener mi enfoque si lo hago así. Asentí con la cabeza ante esa sugerencia, manteniendo los ojos cerrados y esperando.
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Guardián del Mundo
Science-FictionDale Mitchell, el tipo promedio en un trabajo por debajo del promedio. Pero lo que le pasa es cualquier cosa menos normal. Después de golpear a alguien en su camioneta, su mundo se puso patas arriba, al revés y más de cincuenta tonos de gris. Aho...