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Sueño sobre él, número 6

Tu cabello era un poco más largo que la vez pasada pero seguía siendo oscuro, casi completamente negro, ni siquiera sé tu nombre, siempre tienes uno distinto y siempre parezco conocerlo, no obstante, me resultas tan familiar, como si fueras parte de mi destino.

Esta vez estábamos en un bosque, sostenías mi mano mientras te seguía a través de los árboles, llegamos a una hermosa cascada y simplemente nos sentamos allí en lo que aparentemente fueron horas, al anochecer, hiciste una fogata improvisada. Creo que eres muy talentoso, en cada sueño haces algo diferente que logra impresionarme. Siempre parezco sorprendido, luego, me besas.

En cada sueño luces igual de hermoso, aunque el cabello largo te queda demasiado bien, de los mejores estilos que tuviste hasta ahora.

Taehyung suspiró, dejando de escribir para cerrar su lapicera y luego aquella libreta en la que se encargaba de documentar cada sueño que había tenido de aquel bonito pelinegro. Desde que se le había comenzado a hacer conocida aquella cara de grandes y brillantes ojos, Taehyung había empezado a escribir cada detalle de sus experiencias a partir del cuarto sueño, y gracias a su excelente memoria, había podido tomar nota de los primeros tres incluso varios días después de soñarlos. Otro suspiro abandonó sus labios.

A pesar de no conocer a aquella persona y verla en diferentes situaciones, con diferentes vestimentas y diferentes estilos de cabello, siempre se veía perfecto y siempre le reconocía, su rostro era distinto a cualquier otro. Pero ese no era el punto. Aún cuando Taehyung no sabía nada de aquel desconocido, sentía su corazón cálido al despertar de alguno de esos sueños, había comenzado a desarrollar un pequeño crush con aquel desconocido que le frecuentaba en ilusiones.

Aquel enamoramiento comenzó tras la quinta experiencia. Un bonito pelinegro le perseguía por una mansión enorme, pero no aparentaba significar un peligro. Parecía ser el siglo 18 o 19, no estaba por completo seguro, pero podía hacerse una idea gracias a las vestimentas y decoraciones del lugar, grandes cuadros de pinturas, más bien retratos adornaban las paredes y había una cantidad abrumadora de alfombras cubriendo el piso de madera. Los candelabros y muebles lucían antiguos a pesar de relucir como nuevos.

Tras encontrarle escondido detras un sillón, el pelinegro había comenzado a llenar de besos el rostro del castaño y, un poco más tarde, ambos se encontraban en una candente sesión de besos y caricias en una gran y espaciosa habitación, en el centro de la blanca cama que era la estrella del lugar, mientras comenzaba a caer la noche. Ambos chicos tomaron un segundo para admirar el cielo a través de la ventana antes de proseguir con los besos, aquellos que subían de tono a cada minuto junto con las caricias entre ambos cuerpos sudorosos y cercanos a la desnudez. Parecían comerse con la mirada cada vez que se separaban en busca de un poco de aire antes de continuar.

Esa noche Taehyung había despertado por la madrugada, sudado y sonrojado, sentía su corazón latir con rapidez y se encontraba extrañando a aquel desconocido que le había invadido entre sueños las últimas noches, le hacía falta su presencia en la cama, y deseaba que el sueño hubiese continuado.

Sin darse cuenta, el castaño había comenzado a dejar un espacio en su colchón para aquel chico de oscura cabellera, esperando que alguna mañana, tras despertar, él estuviese allí y le saludara con un beso en los labios, o tal vez entrase en la habitación con el desayuno preparado, cargando una bandeja y con el cabello desarreglado.

Taehyung quería desesperadamente despertar junto a él.

dreams 彡☆ ; taegguk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora