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—¿Estás bien? —Cuestionó el pelinegro con aún notable preocupación en su tono de voz mientras el castaño seguía en shock.

Taehyung asintió ligeramente. Tras dejar caer las tazas y estar en shock durante algunos largos minutos, había logrado sentarse tras su escritorio, pasando un poco de saliva mientras veía cómo gente de la limpieza se encargaban de asear. En otra ocasión, él mismo hubiera ayudado con la tarea o limpiado el desastre por su propia cuenta, pero ahora era diferente, le tenía a él sentado al otro lado de su escritorio con una mirada que mezclaba a la perfección la curiosidad con la preocupación.

—Lamento lo descortés, hasta ahora noto que no te he dicho mi nombre, soy Jeon Jungkook, un placer conocerte, Kim Taehyung. —El menor estiró su mano hasta el castaño que yacía al otro lado de la gran mesa. Taehyung asintió un poco, tomando la mano de aquel chico, el cual la apartó de una vez al sentir una «medianamente» fuerte carga de electricidad, comenzando a sacudir su mano por el ligero dolor, frunciendo el ceño—. ¿No sentiste eso? —Preguntó intrigado al ver que el mayor parecía perfectamente bien y su semblante perdido no había cambiado. Parecía en trance.

—¿Qué cosa?

Electricidad.

Las memorias entraron en la mente de Taehyung como si algún espíritu le estuviera poseyendo, incluso perdió la respiración por algunos segundos que parecían interminables mientras comenzaba a recordar.

Podía ver todo claro ahora, Jungkook era su alma gemela.

Los sueños comenzaron la misma noche en la que al pasar y rozar hombro con hombro junto a un desconocido de oscuros cabellos, había podido percibir una fuerte corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo. En aquel instante Taehyung había girado sobre sus talones para disculparse con aquel chico de cabellos oscuros que siguió de largo, pareciendo no sentir corriente alguna.

Mal educado. Pensó Taehyung, aún así dedicándole una mirada curiosa mientras el menor se alejaba. Encogiendo un poco sus hombros, el castaño siguió caminando.

De vuelta en la realidad, Taehyung dio un pequeño salto en su acolchada silla, se sintió como un espasmo en todo el cuerpo.

—Tú, t-tú, te he visto tantas veces en mis sueños. —Sentía que en cualquier momento sollozaría. Tenía a su príncipe allí y este sólo le miraba asustado, como si no le reconociese—. ¿No me has visto en tus sueños? Jungkook, soy tu alma gemela. —Afirmó con seriedad, inclinándose a tomar la mano de su chico, quizás así, este le reconocería.

Jungkook le miró aterrorizado, apartándose de él en seguida y levantándose de su asiento, negando un par de veces.

—Ya veo, así que esta es otra broma de mi padre, ¿no? —Murmuró Jungkook antes de apartarse un poco más cuando Taehyung se levantó del escritorio, negando.

—No es una broma, lo prometo, no estoy mintiendo, vamos, lee esto y luego puedes pensar lo que quieras. —El chico de cabellos castaños y ondulados acercó su libreta de sueños hacia el moreno, el cual le detuvo con una mano, empujando la libreta lejos de sí con suavidad, antes de retirarse de la oficina, completamente abrumado.

dreams 彡☆ ; taegguk Donde viven las historias. Descúbrelo ahora