Capitulo 25 (parte 2)

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— Regala peluches de panda — Miren que buena autora soy.

— Regala peluches de panda — Miren que buena autora soy

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Pánico, dolor y frustración.

¿Qué haces cuando el mundo en el que vives se derrumba? ¿Cuándo el escudo que siempre te protegía se rompe?

En ese momento te darás cuenta que no eres nada ante esta ilusion a la que llamamos vida. Un pedazo pequeño de otro pedazo pequeño de otro pedazo pequeño del universo en conclusión, insignificante.

Cuando te sientes tan pequeño que cualquier cosa te puede destruir, que sientes que cualquier cosa sería mejor que estar donde estas y que desaparecer era una buena solución.

¿Porque nada te sale como quieres? Te equivocas una y otra vez sin remedio, sin que nadie te corrija y te enseñe.

De seguro todos piensan que eres lamentable porque te cuidaron demasiado y no sabes hacer nada, de seguro eres la burla de los demás.

Esos pensamientos tan negativos que te consumen no ayudan de nada, las lágrimas que quieres soltar y no te atreves por miedo a que piensen que eres más patético de lo que ya eres, no quieres esas miradas de lastima o de disculpa, solo necesitas un abrazo.

Entonces de das cuenta de que estas solo sin nadie que te diga palabras dulces y te seque las lágrimas. La soledad que nunca habías experimento y no sabes como afrontar.

Ruegas que alguien te rescate pero nadie escucha tu voz, eres tu en un inmenso mar que te traga sin dejar escapatoria y trata de hundirte en su abismo. Lo peor es que sabes que no te puedes ahogar este es tu habitat natural y aún así te sientes tan asfixiado.

Realmente eres ingenuo por vivir por años en un mar de mentiras y (lo peor) creertelas. Tantas promesas rotas y tantos sueños sin valor, es lo único que te queda.

Un amor que es correspondido y a la vez esta tan corrompido. Tal vez amar no era suficiente, tal vez te falto valorar y tal vez te cegó tu propia felicidad que no pensantes en la de los demás.

Pero ahora nada de eso no importaba todo el mundo se apartaba de ti dejándote hundirte

— Llorar no solucionara tus problemas —  Una voz profunda resonó a su alrededor, era magnífica y escalofriante.

No le importo solo quería dejar de existir y que nada de esto hubiera pasado. Si no hubiera salido a la superficie nada de esto hubiera ocurrido y Alberto probablemente sería feliz.

El solo era un error en la vida de los demás, probablemente pensaran que estaba exagerando pero ese sentimiento que lo agobiaba no era falso.

— No debes huir — La voz que lo aconsejaba, era solo un suave río ante la cascada de sus pensamientos.

Tenía mucho miedo, no sabía que enfrentaría cuando saliera haya a fuera y no se creia que estuviera preparado. No lo estaba, nadie lo estaba pero aún así lo tenía que hacer tarde o temprano pero huir era lo único que podía hacer.

Época de apareamiento (Luberto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora