Érase una vez... En Twisted Wonderland

Viaje

Twisted Wonderland
Night Raven College

5 años atrás...

Esa noche Malleus Draconia vio desaparecer frente a sus ojos al pequeño humano que tanto amaba, sumergido en su propio abismo de confusos sentimientos se obligó a dejarlo ir. Las lágrimas del imponente dragón parecían apagar el fuego que se había propagado por los alrededores, peligro eminente que mantuvo en zozobra a los estudiantes de Night Raven College.

—¡Malleus... Cálmate, por favor!

Lilia con sus pocas fuerzas le gritaba, parecía ser el un punto culminante de este lamentable hecho, ahora habían dos opciones Malleus perdería la cordura completamente o se detendría. Si el poderoso dragón elegía la primera el desastre era inminente, por ello Lilia no dejaba de rogarle entre lágrimas de genuina desesperación, no deseaba ver a nadie lastimado en una batalla sin sentido.

Malleus cerrando los ojos, solo escuchaba ecos lejanos en medio de su propia confusión, Ciel se había marchado y no regresaría jamás. ¿Qué sentido tenía su vida? Regresar a la vida solitaria que tenía antes de conocerlo, no quería estar solo pero quizás era mejor que vivir en la incertidumbre, pensando si Ciel realmente lo amaba o no, si algún día lo dejaría para irse con el demonio que amaba.

El miedo, los celos, la inseguridad y la desconfianza habían sido una mala combinación, que lo llevó a esta abrupta decisión. Ciel ya no estaba, su sonrisa, su voz, su mirada, su tacto, todo lo que amaba de él había solo desaparecido.

"Malleus no quiero apartarme de tu lado, deseo estar aquí contigo para siempre, este mundo no me duele."

Era lo que su pequeño esposo dijo unas noches antes de este desastre, palabras que parecían ser sinceras por el inusual brillo en su mirada llorosa. ¿Por qué recordaba esto ahora? Los celos habían cegado todas sus palabras de devoto amor ¿Qué había hecho?

"Phantomhive ¿Me amarías aunque sea un monstruo?"

"Tengo entendido que no has hecho nada terrible para llamarte de esa forma, si hay un monstruo entre los dos, ten por seguro que no eres tú..."

"Lo que hiciste en el pasado no importa ahora, en este mundo eres otro Ciel. Yo lo decía por mi apariencia y mi poder..."

"Malleus, Malleus... Nunca de ningún modo serás un monstruo para mi."

¿Por qué estas conversaciones del pasado venían a su mente justo ahora? ¿Acaso Ciel de algún modo quería detenerlo? Su amor trascendía el tiempo y el espacio, pensar en ello le dio algo de alivio a su alma atormentada, una pequeña luz en su oscuridad.

Todos notaron como en medio del humo y fuego el dragón perdía su imponente presencia, Lilia esbozó una sonrisa al ver que Malleus había elegido la segunda opción, detenerse. Su niño había tomado la decisión que él esperaba, Malleus no era malo, no pretendia lastimar a nadie sin motivo, eso lo sabía bien.

—No se acerquen, Malleus volverá a la normalidad. Seguramente no tendrá fuerzas para atacar a nadie, solo mantengan su distancia, yo me encargo. —Advertía seriamente Lilia, no dudaba que alguno queriendo probar su valentía pretendiera acercarse para atacarlo aún cuando ahora era innecesario. Los demás entendieron su mensaje entre murmullos lo veían alejarse— Malleus... ¿Estás bien?

Cuestionó con sincera preocupación al verlo en su forma usual sentado en el cálido suelo lleno de cenizas, acercándose lo abrazaba, como un padre consolando a su hijo que sufría. Malleus no respondió pero tampoco rechazó su abrazo, solo lloraba en silencio, lágrimas de sus apagados ojos verdes que eran difíciles de  interpretar.