16.

4.8K 395 290
                                    

Lentos suspiros rebotaron al ritmo que la camilla del hospital se movía, unos muy suaves jadeos decoraron el lugar. La habitación no tenía un paciente en espera, era una simple habitación vacía que fue ocupada cuando la excitación creció entre ellos.

Las piernas de Levi se envolvían tan bien alrededor de las caderas del castaño. Su precioso rostro blanco se pinta en colores rojos debido a la tan caliente atmósfera. El joven de ojos verdes se distraía con facilidad cuando miraba la desnudez de Levi en su totalidad.

Levi era tan hermoso.

Sensual.

Apetecible.

Mientras que los pensamientos del joven se pronunciaban en su mente. No perdió la oportunidad para acariciar el rosado agujero, su tacto provocó que el pelinegro temblara levemente y entrecerrara los ojos con vergüenza.

Una sonrisa ladina se pintó en el rostro del contrario cuando obtuvo esa bella imagen del otro. Con su mano libre, pellizcó el redondo trasero causando varios gemidos en forma de canto.

Me encantas, creo que voy a enloquecer. 一 la voz ronca del ojiverde salió con deleite.

Sin decir algo más, empujó dos de sus dedos en el interior del mayor. Haciendo que este jadeara del dolor.

Mientras que el castaño es inclinaba para besar los dulces labios de placer, a la vez sus dedos se abrían en pasos para golpear con un ritmo desigual las paredes de Levi, la presión de ese anillo era demasiada. No podía esperar por meter su polla en ese pequeño espacio.
Besó a Levi con dureza, revolcándose en él, sus lenguas se juntaron y empezaron a bailar mezclando de sus flujos entre ellas. Todo tan ardiente que necesitaba más del pelinegro, quería hacerlo suyo.

Llenarlo por completo y reclamar de él como su propiedad. Marcar su delgado cuerpo con su nombre, tal vez hasta decorar su pequeño cuello con las huellas de sus manos.

Su estabilidad de verdad dependía de esos ojos grises que ahora estaban al borde de la lujuria.

Lo deseaba tanto.

Como una nube de espuma todo la imagen se desvaneció, los jadeos y suspiros se hicieron mudos y la oscuridad cubrió todo el cuerpo desnudo de Levi.

Abriendo los ojos, el verde opacó regresó a la normalidad, cayendo en cuenta que estaba en su propia habitación.
Las ventanas estaban cerradas por lo que casi no había ningún reflejo de luz que se filtre.

El castaño notó la cosa dura de su entrepierna.

Solo fue un sueño. 一 cubrió su rostro con una de sus manos.

Siendo aún temprano, su despertador no había sonado aún, por lo que sin más remedio se levantó de la cama. Tomar una ducha era su alternativa más factible.

Ya habían pasado unos cuantos días desde lo que ocurrió en el hospital.

Eren trataba de no recordar mucho de ello.

Pero los pensamientos sobre el pelinegro eran una tormenta al cerrar los ojos, lo perseguían en sus más salvajes sueños.

No era capaz de llamarlo tortura pero sí estaba acabando con su límite, era bastante cansado, le sofocaba totalmente, ya que aunque él mismo no quisiera, el chico de cabellos negros aparecía como una maldición sin fin. Saciar de su hambre por el joven era algo que no tenía oportunidad, era claro, jamás podría tenerlo de la forma que sus sueños los pintaban. Por eso mismo su cordura ante el deseo hacia el otro estaba peligrando, gritando un auxilio ante su interior.

PlaySex.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora