PlaySex.

20. Final.

El cielo se ilumina
Las penumbras de antes viajan con el aire
Recuerdos del ayer regresan en la sima
Si miro hacia atrás solo veo tristeza y heridas
¿Hoy estoy bien? No lo sé
Realmente desearía pausar los minutos
Ir con mi pasado y abrazarlo, amarlo
No soy el único que ha sufrido, no
Pero mi dolor también debe ser tomado en cuenta
Si miro hacia delante al menos puedo verme
Puedo estar respirando sin sentir terror
He caído, he llorado, he vivido
Por lo que no fue fácil, nunca lo fue
Pero también dejé un poco de dolor para seguir
Por favor vida, permíte darme una oportunidad
Quiero ser feliz.

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Con los cabellos negros humedos, desliza sus delgados dedos entre cada mechon para peinar un poco de ellos.

Hoy era un día que veía ser importante, pero los nervios y miedos fueron más grandes, sin embargo no iba a flaquear, no esta vez.

Si lo recuerda bien, las palabras de su terapeuta resuenan en su mente como una música repetida.

"En algún momento tienes que enfrentarte a él, soltar lo del pasado y continuar"

La primera vez no estaba listo, esperó un par de meses pero seguían sin tener esa valentía.
Puede que sea algo insignificante para muchos, pero él fue quien vivió ese momento, quién lloró largas semanas por el dolor.

Hoy, después de tanto.
Siente que la primavera, verano, otoño e invierno fueron fugaces.
Total, ya habían pasado díez años.

Las pequeñas arrugas cerca de sus ojos grises dejaban señal de su edad, ahora con veintisiete años, era un hombre adulto, su fisonomía seguía siendo hermosa eso no iba a cambiar nunca, atractivo y elegante.
Nadie podría pensar que en su juventud sufrió de abusos y traumas.

Su vida fue una montaña rusa destartalada, siempre estuvo abajo mirando como otros subían, pero veía muy lejos detener su oportunidad de subir y experimentar cosas que muchos podrían presumir.
Recuerda que siempre quiso poder divertirse, pero en sus tiempos dorados de adolescente solamente le provoca náuseas y dolores de cabeza.

El hombre suspira, aún estando sentando en una de las sillas de espera.
Gira del anillo en su dedo anular.

Mientras espera que el reloj dé la hora, vuelve a perderse en uno que otro recuerdo.

Mira su anillo con nostalgia, si bien, la imagen de su bonita madre cruza en su mente, recuerda los momentos del pasado donde él era un niño y su progenitora cuidaba de él, tomándolo de la mano cada que iban a comprar al mercado.
Todo lo que vivió con la mujer antes de que su enfermedad le atacara.

Recuerda los 'Te amo' de cada noche antes de dormir, recuerda también el último que escuchó de su voz.

Puede que los años transcurran sin importancia con toda la crueldad, pero lo que un día del pasado ocurrió,  no habría forma de borrarse de una persona.

El policía entra a la sala de espera, mira a la gente que está presente.

一 Bien, ya pueden pasar. Recuerden que está prohibido darle cualquier objeto a los presos o recibirán una multa. 一el oficial bajo ahora su mirada a su tabla de madera donde tenía la lista de nombres de cada interno一 Diré los nombres y le indicaré su cabina.

Así mismo, el hombre comenzó a mencionar nombres que el pelinegro desconocía.
Su pecho se agitó por los nervios, incluso náuseas comenzaron a sentirse en su estómago. Era algo que debía soportar. Porque esto lo estaba haciendo él mismo, simplemente él.