"Sueño"

1K 143 9
                                    

Caminaba y caminaba, aquello era lo único que hacía. Un bosque con un poco de niebla, los árboles altos y verdes al igual que todas las plantas allí, por el suelo había pedazos de madera, ramas pequeñas y barro que lo rodeaban. Sus pies descalzos estaban algo heridos pero aquello no le importaba, después de todo era un sueño y aquel dolor irreal.

Esta vez, sus vestimentas dejaron atrás el blanco y ahora llevaba ropa de un color azul verdoso, no llegando a ser cian. Lucia una clase de vestido antiguo o camisón y unas flores decoraban la falda, también tenía algunas en su cabello. Pero aquello daba igual, ni siquiera podía verlo, tampoco veía el entorno en el que estaba.

Él solo... Caminaba. Nada podía molestarle, ni siquiera el ruido de los insectos o animales, ni el ruido del arroyo que quedaba a unos pocos metros más lejos de él. Caminaba y caminaba y caminaba sin rumbo. Se convertía poco a poco en algo etéreo, casi transparente. Logró llegar hasta un lago y se detuvo.

Y entonces observó.

Observó aquel lobo pequeño y blanco en la otra orilla viéndole fijamente. Ambos se miraban en silencio, analizandose mutuamente. Y Jimin contempló la belleza en el pelaje de aquel animal, su postura firme pero sin llegar a ser intimidante, no, estaba relajado y aquello logró asombrar al de cabellos rubios. Mientras que el animal veía con cautela a Jimin, como este era delicado y tranquilo, vió todos los miedos de Jimin, todas sus inseguridades y el como ahora parecía mejorar de a poco.

No hubo interacción alguna más que esas miradas porque, un gran e intimidante lobo negro apareció detrás del blanco. Por un momento Jimin sintió peligro pero aquello desapareció cuando vió a los lobos acariciarse entre sí, y fue cuando comprendió que el lobo negro solo quería proteger al blanco.

–Es hermoso, ¿no crees? –aquella voz hizo sobresaltar a Jimin, quien se giró y vió a aquel misterioso joven que solía acompañarlo cada vez que sus ojos se cerraban. Queda aclarar, que aún no lograba escucharle del todo.

–Oh... Sí, es muy hermoso –volvió su mirada hacia la otra orilla, los lobos se marchaban juntos desapareciendo entre los arbustos.

–La naturaleza esconde muchas cosas como esas para protegerlos –Jimin no entendió aquellas palabras y se limitó a asentir.

Observó de nuevo al chico, llevaba su ropa negra de siempre, desgastada y sucia. Su cabello era negro, tanto como la ceniza pero su rostro... Lo tenía delante y aún así no podía verlo, pero sabía que era guapo, no entendía porque razón ocultaría su rostro. Hacía solo unos días que aquel ser invisible adquirió forma.

–Jimin –le llamó.

–¿Si...? –su voz salió suave, casi como un susurro.

–Por favor... Sálvame... –las manos de aquel individuo intentaron alcanzar a Jimin, más pareció arrepentirse pues volvió a dejar sus brazos caer a sus lados.

–¿Salvarte? ¿De qué? –no entendía nada hasta que el chico señaló el lago, se giró pero no había nada y cuando volvió a ver al chico, este no estaba– Oye, ¿dónde fuiste?

No hubo respuesta, pero escuchó un burbujeo extraño, casi como un grito y después como si algo saliera del agua. Miró, algo temeroso al lago, con los ojos cerrados con fuerza debido al miedo que lo invadió. Escuchaba pasos acercarse, gotas cayendo al suelo y una respiración irregular, como si estuviese ahogándose.

Decidió abrir sus ojos y se arrepintió en ese instante. Todo comenzó a oscurecerse y llenarse de niebla espesa, solo podía ver a Mingyu. Cayó al suelo con sus ojos llenos de lágrimas, viendo la piel pálida Mingyu, los labios amoratados y con sangre escurriendo por la comisura de estos, uno de sus ojos golpeados e hinchado de un color rojo, la sangre chorreando por su cabeza. Caminaba con su pierna rota arrastras y se acercaba a Jimin, con aquella respiración tan horrible.

El pequeño omega era incapaz de articular palabras diferentes a aquel continuo "lo siento", sus lágrimas no dejaban de caer y su cuerpo temblaba tanto que podías escuchar el castañeo de sus huesos, empezando a tener dificultad al respirar y un dolor punzante en el pecho. Quería gritar y decir "Basta, por favor, termina con esta pesadilla de una vez", pero todo pareció detenerse al sentir la mano fría y húmeda de Mingyu en su mejilla, acariciandole.

–Jim...in... –estaba en shock– Perdo...nate... Sé libre...

–M-Mingyu... –sollozó, aún asustado.

–Es culpa... mía... –la mano de Mingyu bajó hasta el cuello de Jimin.

–¿Qu-qué?

–Recuerda...  –ejerció fuerza apretando el cuello de Jimin– Deja... De hacer esto... Solo tú...sabes la verdad...

–Min...gyu... Para –intentó soltarse de aquel agarre que le impedía respirar. Veía los ojos de Mingyu enrojecerse, como si se irritaran mientras lo observaban con rabia y dolor.

–¡Recuerda! –su agarre se hacía cada segundo más fuerte.

Lo intentó, intentó recordar pero no había nada, solo sabía que ese no era de quien se enamoró alguna vez. El alfa a quien quiso siempre le cuidó y apreció. Cuando estuvo apunto de perder el conocimiento, el lobo negro se abalanzó contra Mingyu empujandolo al lago. Comenzó a pelear con él, el chico golpeaba al lobo y el lobo mordía al chico mientras lo arrastraba al interior del lago.

Solo unos minutos duró, el lobo se encontraba sobre el cuerpo de Mingyu, el cual estaba ya bajo el agua y sus brazos trataban de hacer fuerza para salir, pero después de un rato estos cayeron y el lobo miró a Jimin, quien intentaba aún recomponerse mientras veía todo.
Al lobo le caían gotas de sangre por su boca, después de recorrer su pelaje, caminó hasta el omega. Lo miraba como si estuviera triste y restregó suavemente su cabeza sobre el pecho del rubio, quién aún llorando y después de ver cómo el cuerpo de Mingyu era llevado hasta dentro del lago por la corriente, abrazó al lobo, sintiéndose extrañamente protegido.

Pero cuando menos lo esperó, el lobo dejó de estar, y estaba el chico de siempre, abrazandolo y se aferró a él.

–Ya está, te protegeré, mi pequeño Minnie –su corazón se encogió al lograr escuchar esa suave y grave voz.

–¿Quien eres? –y cuando fué a mirarlo, despertó.

Despertó y cayó de nuevo a la realidad, encontrándose en el aula del club de ajedrez. Y al despertar de aquella forma, quiso llorar.

Asique lloró, lloró tanto que su corazón pudo descansar después de tanto tiempo. Tiempo que lo único que hizo fue esconder su mayor dolor... Su recuerdo.

Soulmates? (VMin)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora