Me despierto y siento como si un camión me hubiese atropellado la noche anterior. Giro la cabeza y Pedri ya no está en la cama. Recuerdo que se quedó hasta que me dormí masajeándome la barriga y sonrío. No es que tenga el listón demasiado bajo en cuanto a hombres, que también, pero es de las cosas más bonitas que alguno ha hecho por mi hasta la fecha. Me incorporo para salir de la cama, cojo la cajita de tampax que traía preparada en la maleta y me dirijo al baño. En efecto me ha bajado la regla, muy puntual yo. Me lavo la cara y me miro en el espejo intentando adecentar mis pelos. Tengo una cara regular, la verdad, tirando para horrible. Es normal en mi; el primer día de regla suelo estar para que me maten. Lo bueno es que no tengo demasiados cambios de humor. No todo iba a ser malo.
Salgo del baño y justo está Pedri entrando en la habitación.-¿Te han despertado? Mira que he intentado que no hicieran ruido...- se queja poniendo los ojos en blanco y se dirige hacia mi. Niego con la cabeza y él sonríe.- ¿Como te has levantado?
-Horrible.- me río y me empuja el hombro con su mano.
-Estás guapísima.- le miro mal, es un mentiroso.- Eres guapísima.- dice haciendo énfasis en el "eres".Me abrazo a su cuerpo y él me aprieta contra él. Ronroneo como un gatito en su cuello, algo que provoca su risa y me da años de vida escucharle.
Me guía hacia el salón donde nos esperan el resto para desayunar. Al parecer mi chiquitín venía a despertarme una vez que ya estaba todo preparado. Es un bombón y, además, un cielo de niño.Tras el desayuno y la consiguiente preparación, nos plantamos en la playa más cercana al piso. Se nos ha hecho un poco tarde pero así mejor porque nos solemos cansar pronto de la playa. Los 3 chicos se lo están pasando de escándalo saltando desde una roca al agua en repetidas ocasiones, mientras que Ali se ha quedado conmigo en la toalla tomando el sol ya que no tengo yo demasiado cuerpo para saltar. De vez en cuando nos damos algún baño para paliar el calor canario y mi chiquitín se hace unos largos nadando para venir a preguntarme como estoy o simplemente darme un beso. Y, por supuesto, dejar también un beso en la cabeza de Ali. Y mi amiga como un niño con zapatos nuevos con el amor que recibe.
Sobre las 3 de la tarde recogemos y pillamos sitio en un chiringuito cercano. Vamos a probar las auténticas papas arrugas con mojo picón canarias y Pedri está emocionado como si las hubiese hecho él. Me río de su entusiasmo y me hace cosquillas en la pierna. Me retuerzo y acabo pegada a su cuerpo. Aprovecha para dejar un beso en mi mejilla y darme mimitos. Si de por si el niño es cariñoso, sabiendo que me encuentro mal lo es más. Durante nuestro picoteo acompañado de cervezas, con la mano libre se dedica a jugar con un mechón de mi pelo y ya se está convirtiendo en una costumbre que nos encanta a ambos. Cuando llegan los platos individuales mi estómago se revuelve, no tengo nada de hambre y lo único que necesito es descansar, pero tampoco quiero estropearles el momento al resto.
Ali se da cuenta de que no me encuentro bien y se encarga de pedirles al resto que coman rápido y así nos volvemos a la casa a echar una siesta. Por estas cosas es mi mejor amiga.Cuando me tumbo en la cama no me creo el descanso que siento. Ni siquiera me he quitado el bikini, he caído directa. Me tumbo boca abajo para que de ese modo mi barriga sienta presión y pase un poco el dolor. Escucho a Pedri salir del baño y bajar las persianas para que no entre luz y podamos descansar. Sube a la cama y se sienta mientras me acaricia el pelo. Sonrío y él me devuelve la sonrisa, tan cómplices como el primer día. Se inclina y deja besos desde mi cuello hasta el final de mi espalda. Repite el mismo camino un par de veces más y se tumba a mi lado para seguir acariciando mi pelo.
Le susurro un gracias y deja un beso en mis labios. Se separa demasiado pronto para mi gusto y le pongo morritos para que vuelva a darme otro. Se ríe pero al momento hace mis deseos realidad.Cuando me despierto me encuentro bastante mejor y mi chiquitín sigue durmiendo. Intento devolverle todo el cariño que me ha dado y le despierto a besos.
-¿Me puedo despertar así todos los días de mi vida?- dice aún con los ojos cerrados y dejo otro beso en sus labios.
Intensifica el beso y me atrae para que quede prácticamente encima suya. Dejo cada una de mis piernas a un lado de sus caderas y me siento encima de él, que aún no se ha despertado del todo.
-¿Te encuentras mejor, verdad?- me pregunta y asiento.
Vuelvo a inclinarme y le vuelvo a besar. Recibe mis besos encantado y pasa sus manos a mis caderas. Si algo tiene la regla es que te pone más cachonda de lo que te gustaría. Y si eso lo mezclas con tremendo Dios griego que tengo delante, pues es una bomba de relojería. Tras un largo rato de besos y de recorrer todos nuestros cuerpos solo con las manos y no de la manera en que nos gustaría, Pedri para y yo me rio.
-Por favor, déjame. No me hagas esto.- dice riéndose y me incorporo sonriendo.
-Si te consuela, yo también lo estoy pasando mal.- le digo.
-Mmm no, no me consuela.- dice mirando su erección y suelto una carcajada.Me quito de encima riéndome tras recibir una palmada en el culo por su parte y nos levantamos de la cama. Al cabo de un rato, cuando Pedri ya "se ha relajado", salimos al salón y nos reunimos con el resto. A pesar de que les hago saber que ya me encuentro bastante mejor, mis amigos deciden que el plan de hoy será tranquilo: hacer la compra, ir a la playa a ver la puesta de sol y por la noche cenar en casa y bebernos unas copas mientras jugamos a las cartas y disfrutamos de la compañía los unos de los otros. El plan es inmejorable así que no insisto mucho más en que podemos cambiarlo si así lo deciden.
Una vez finalizamos la compra, después de mucho drama para ponernos de acuerdo y no comprar tonterías, la colocamos entre todos en casa y nos vamos rápido hacia la playa. Llegamos poco antes de la famosa golden hour y Ali y yo aprovechamos para hacernos alguna foto mientras que Joan y Riqui se dan un baño y Pedri se dedica a grabar el paisaje.
-Se os escucha de fondo a las dos cotorras.- se queja viendo su propio video y nosotras nos reímos.
-Ponle música o quítale el sonido, quejica.- me encojo de hombros.
-Sin sonido queda mal.- replica y se pone a buscar una canción para añadir a la historia.
-Diablita Remix. Nadie se lo esperaba.- dice con ironía Ali tras ver que Pedri ya ha subido el video y los 3 nos reímos.Mientras ellos dos discuten de broma por la historia de Instagram de Pedri, me dispongo a seleccionar una de las fotos que me ha hecho mi amiga para subirla a mi historia. Eso sí, sin música.
Instagram Stories
Tras darle al botón de publicar bloqueo el móvil y apoyo mi cabeza en el hombro de Pedri mientras este se entretiene mirando instagram. Ali está también mirando las fotos que le he hecho y en varias ocasiones nos pide consejo. Mientras, los otros dos se intentan secar sin morir de frío, ya que se ha levantado un poco de viento y la verdad que refresca algo más que en la península. Mi chiquitín llama mi atención sacando la lengua para chupar mi mejilla y ambos nos reímos. Me enseña la foto que he subido sonriendo. Se que le ha hecho ilusión el guiño de poner el emoji del diablo en la foto.
-Me tomo como que esta foto es un regalo para mi y que me la puedo poner de fondo de pantalla.- dice y sonrío en respuesta poniendo los ojos en blanco. Él empre me ve guapa, da igual lo que haga. Y de hecho, cuando me doy cuenta, ya está poniendo la foto de fondo de pantalla.
Disfrutamos de la puesta de sol los 5 sentados en la arena volcánica de la playa y en cuanto Pedri pasa su mano por mis hombros para atraerme hacia él caigo en cuanta suerte tengo con la gente de la que me rodeo. A los otros 3 los conocía de antes y ya sabía la suerte que tenía con ellos, pero sin duda mi chiquitín ha sido un fichaje estrella. Dejo un beso en su mejilla que le hace sonreír porque no se lo esperaba y ahora mismo soy, si cabe, un poquito más la persona más feliz del mundo.
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meu amor - pedri gonzález
Ficção AdolescenteHistoria basada en una vida sin covid. Imaginemos cosas chingonas :)