El rubio se detiene al final del pasillo esperando a que Tadashi lo alcance y solo cuando no está a más de un par de pasos de distancia, golpea la tarjeta en el scanner, abriendo la puerta con un zumbido electrico.
Tardíamente Tadashi recuerda que tipo de habitación es 1211.
Es la primera vez que se le permite verlo desde adentro, ya que casi nadie reserva ese paquete en particular, y aunque ha escuchado a algunos de sus compañeros de trabajo chismear al respecto, no está preparado en lo absoluto.Tadashi se recuerda a sí mismo que debe llevar las maletas antes de entrar a trompicones en la habitación, y está vez ninguna regla podría haberle impedido mirar.
Se para en la entrada de la suite presidencial y no puede dejar de mirar por que // mierda //.
No se parece a nada que haya visto antes, fuera de las películas de todos modos, y sí no fuera por la tela rígida de cuello alto de su uniforme, su mandíbula se habría abierto de par en par en ese momento, dejándolo como un idiota.
Tsukishima lo mira divertido.
Tadashi se agita mentalmente, abofeteándose la cara una y dos veces para despertar y solo le toma un respiro // o dos // para recuperarse lo suficiente como para pretender que no acaba de ver por primera vez su lugar de trabajo.
No es muy sutil la forma en que rápidamente echa la cabeza para abajo y mira sus zapatos una vez más, pero es mejor que ver a Tsukishima reírse de él. Mucho mejor.
Corre de regreso al pasillo para traer el último artículo que queda en el carrito, llevándolo con cuidado bajo la atenta mirada de su invitado , y lo deja con la intención de huir tan pronto como sea posible.
Sin embargo Tsukishima parece tener otros planes para él.
Con la confianza de un dueño de casa, deja su tarjeta y su teléfono en el mostrador de mármol y señala el otro extremo de la entrada.
"Creo que el dormitorio es aquí Yamaguchi"
// oh Dios // el ha estado allí antes //
Y Yamaguchi ni siquiera sabe cómo es la habitación y trabaja allí.
// Pensará que soy un idiota , el más incompetente que el mundo haya visto jamás // piensa Tadashi.
"Por supuesto Señor" es lo que dice en su lugar; y con las manos temblorosas agarra las manijas de la maleta y confía en las instrucciones de Tsukishima para llevarlo al cuarto. Reza para que esté donde él cree que debe estar.
No está seguro de poder sobrevivir más vergüenza hoy.