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«Junté tus partes»

Varios días han pasado desde aquel no tan favorable encuentro entre el cenizo de ojos color carmesí, y el joven pecoso de mirada esmeralda.

Ahora parecía verlo por todas partes, en el estacionamiento de la universidad a primera hora de la mañana, en la cafetería, en los pasillos, incluso se enteró que compartían una clase los miércoles y viernes por la tarde, le parecía curioso, la forma en que después de ver a alguien una vez, ya comienzas a verlo por todas partes, incluso personas que eran extras en tu vida y hasta ahora es que te das cuenta, comienzan a tomar protagonismo poco a poco en tu día a día.

Por un momento no quería tomarle importancia a ese simple hecho, pero la insistente mirada sobre su persona y la forma tan despectiva en que el cenizo hacía ruidos para llamar su atención, lo tenían con los nervios a flor de piel.

Ochako quien era la que más se había dado cuenta de la situación le daba miradas hostiles al cenizo cuando trataba de acercarse a Izuku por los pasillos, lo cual se había vuelto algo recurrente, pero un día, debido a un cambio de horario de ultimo momento, el peliverde tuvo que quedarse una hora mas en las instalaciones, Ochako se había ido antes ya que su trabajo de medio tiempo así lo ameritaba, e Izuku no podría llevarla como era de costumbre, por lo cual se encontraba junto a unos pocos estudiantes guardando sus cosas en su casillero antes de poder irse a casa.

Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no se dió cuenta que era el único en los pasillos.

Un suspiro lleno de cansancio abandono sus labios una vez cerrado su casillero, el día había sido mas largo y agotador de lo habitual, y eso que todavía debía llegar a casa y hacer la enorme cantidad de tareas que tenía por el día, no le gustaba dejar que sus tareas se acumularan, su cuerpo no soportaría tanto estrés.

—Dios necesito un descanso. — hablo para si mismo, sin embargo, no conto con que alguien más lo escuchara y respondiera a su pequeña petición.

—¿Y quién te dice que no puedes tenerlo? — Una voz grave llamo su atención por completo, haciendo que golpeara sin querer el codo del casillero, ocasionando que una leve corriente eléctrica recorriera su codo hasta el área superior de su brazo haciéndolo exclamar de dolor. — Vaya ¿Tanto te sorprende escuchar mi voz?

Una leve carcajada reboto entre el silencioso pasillo.

—Pensé que era el único que quedaba en la universidad.

—Pues, pensaste mal. — El cenizo se acercó, acorralando al peliverde contra su propio casillero haciéndolo ver hacia arriba, pues, aunque no lo admitiera, el cenizo le sacaba unos buenos centímetros de estatura haciéndolo ver mas alto que él, lo cual en parte no le molestaba, desde esa distancia podía apreciar esas atractivas facciones bajo ese ceño fruncido que desde que comenzó a notarlo mas presente en su vida, se dio cuenta que es su expresión natural.

—Oye, estas muy cerca. — Izuku desviaba la mirada hacia el pasillo, esperando que algún amigo o conocido apareciera y lo sacara de aquella incómoda situación.

—Y eso te incomoda ¿Por qué? — canturreo un poco, acercándose al rostro del peliverde, quien frunció el ceño por la cercanía.

Todo le parecía muy extraño, ¿Por qué ahora el repentino interés por él?, ¿Por qué aquel hombre tan atractivo y con pinta de fuckboy de repente comenzaba a dirigirle la palabra?

—Oh no lo sé. — El peliverde respondió sarcástico. — ¿Sera porque la primera vez que nos dirigimos la palabra me amenazaste con mandarme al inferno y me dijiste pequeña escoria? — Izuku cuestiono valiente, alzando el rostro para darle a entender al contrario que aquellas actitudes no habían sido las correctas para la ocasión.

—Vamos eso fue porqué la molesta de tu amiga estaba golpeando mi casco sin parar, parecía una rata histérica. — Izuku lo empujo ante aquello ultimo.

—No hables de esa forma de Ochako, ni siquiera la conoces.

—Y tu a mi tampoco niño. —una leve carcajada broto de los labios del cenizo por el gesto, vaya, el pecoso tenía agallas.

—Me llamo Izuku Midoriya, no soy ningún niño. — Cruzándose de brazos apoyo la espalda en los casilleros, observándolo retador. — Y mas te vale no hablar mal de mi amiga, o será la ultima vez que te dirija la palabra.

—Oh la pequeña escoria tiene agallas. — a Izuku le molesto lo último. — Katsuki Bakugou. — Le ofreció la mano, esperando a que el contrario la estrechara, pero al ver que no tenia intenciones de hacerlo decidió jugar uno de sus juegos favoritos. — Bien, hagamos algo. — añadió sin bajar su mano. — Dejo de referirme a ti y a tu amiga de esa forma, solo si aceptas tomar un café conmigo.

—Y debo decir que si ¿Por qué? — Canturreo no muy seguro de aceptar.

—Primero, dejare de hablar mal de tu amiga y te tratare amable. — ¿Qué? ¿Acaso la palabra amabilidad existía en su diccionario? — Segundo, pasaras un buen rato con tu servidor aquí presente. — se señalo a si mismo con una sonrisa de medio lado en su rostro. — Y tercero, tendrás el descanso que pediste y un café totalmente gratis.

Izuku lo pensó por unos segundos, ¿Realmente era buena idea aceptar?

Era cierto que ambos eran unos desconocidos el uno para el otro, pero ¿Y si al final el tipo no era tan malo como aparentaba verse?

¿Realmente estaba en sus capacidades rechazar un café gratis?

¿Qué haría Ochako en su lugar?

—Esta bien acepto, Bakugou. — respondió estrechando la mano del contrario no muy convencido, mientras largaba un suspiro.

—Te hare pasar la mejor tarde de tu vida, Deku.

—Oye, no me digas así. — Exclamo con molestia por aquel apodo, sin embargo, eso no evito que se sonrojara por las palabras dichas por el mayor, porque si, se había dado cuenta que el cenizo era quizás, mayor que él.

—Demuéstrame que no lo eres, entonces. — Dándole la espalda, lo hizo señas con el dedo para que lo siguiera, lo que un muy nervioso y sonrojado pecoso hizo a regañadientes.

Oh pequeño Izuku, ¿Por qué aceptaste?

«Con algodón y plumas»


















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E aquí el capítulo dos.

Nuevamente lo escrito en cursiva al inicio y final del capítulo es la letra de la canción en la cual me inspire para escribir esta historia, no siempre tendrá que ver con el capítulo, así que no trate de analizarla xd

Nos vemos en el próximo capítulo.

¡Los quiero!

Teddy BearDonde viven las historias. Descúbrelo ahora