𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐋𝐈𝐄𝐒 【𝐎𝐁𝐗】

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[CAPÍTULO SIETE: SOLO AMIGOS]
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𖡡 CASA DE ABBY
Abby Devis Pov

Cuando llegué a casa, mi madre estaba en el sofá, sosteniendo una taza de café mientras veía la televisión.

—Llegaste —dijo sin apartar la vista de la pantalla—. ¿Cómo estuvo tu día?

Caminé directo a la cocina y abrí el refrigerador sin mirarla.

—Malo desde que me gritaste en la mañana.

Escuché su suspiro.

—Lo siento, te dejo sola… Oye, arriba hay alguien que quiere verte.

Fruncí el ceño, confundida. No podía ser ninguno de los chicos, los había visto hace menos de una hora. Subí las escaleras sin apurarme, preguntándome de quién hablaba, pero me detuve en seco cuando vi la puerta de la habitación de Louis entreabierta.

—Hola, hermanita —dijo mi hermano con una sonrisa satisfecha.

Mi mirada se desvió hacia el sofá y sentí un escalofrío de sorpresa al ver a Rafe recostado cómodamente, un control en sus manos mientras jugaba en la pantalla.

—¿Qué hacen? —pregunté, cruzándome de brazos mientras me apoyaba en el marco de la puerta.

—Jugamos Mortal Kombat, bonita —respondió Rafe sin despegar los ojos de la televisión.

—¡JA, JA! —Louis se burló cuando su personaje golpeó al de Rafe—. Soy el mejor y tú eres malísimo.

Rafe soltó una risa seca, pero yo solo rodé los ojos y me dirigí a mi habitación.

Me senté en el tocador y comencé a quitarme los aros y pulseras. La superficie de madera estaba llena de cosas desordenadas: perfume, maquillaje, alguna que otra carta arrugada. Me miré en el espejo, sintiendo el peso del día sobre mis hombros, hasta que escuché un par de golpes suaves en la puerta.

—¿Puedo pasar? —preguntó Rafe, apoyándose en el marco con esa postura casual y confiada que siempre tenía.

—Haz lo que quieras —respondí sin darle importancia.

No tardó ni un segundo en dejarse caer en mi cama como si fuera suya.

—¿Qué haces en mi casa? —pregunté, quitándome el maquillaje con movimientos mecánicos.

—Louis me invitó —respondió con un encogimiento de hombros.

Miré por el espejo cómo me observaba desde la cama, su atención en cada movimiento que hacía.

—¿Por qué las mujeres usan tanto maquillaje? —preguntó de repente.

Le lancé un cojín sin pensarlo, golpeándolo justo en la cara.

—El maquillaje es el arte de las mujeres, Rafe. Es evolución.

Él rió bajo mientras me sentaba en el borde de la cama para quitarme los zapatos. Antes de que pudiera echarlo, su voz sonó más seria.

—¿Por qué me abandonaste el otro día? No me llamaste.

—Ups, lo olvidé.

Sabía que no era una buena respuesta, pero tampoco quería dársela.

—Te fuiste con JJ, ¿no es así? —preguntó, su tono perdiendo toda la diversión.

Lo miré desafiante —¿Y qué?