𝐏𝐑𝐄𝐓𝐓𝐘 𝐋𝐈𝐄𝐒 【𝐎𝐁𝐗】

-009

————————————————
[CAPÍTULO NUEVE:  JODIDOS ]
————————————————

𖡡 CASA DE JJ
Abby Devis Pov

Llegamos a la casa de JJ, y lo primero que vimos fue una escena que podría haber sido parte de una película de acción mala: JJ disparándole a un oso de peluche. El pobre osito, ahora un blanco de su furia, estaba lleno de hoyos. El sonido de los disparos resonaba en el aire, y aunque la situación no era para nada normal, no pude evitar sonreír por lo ridículo del momento.

—¡JJ! —gritó Pope, intentando llamar su atención.

—¿Qué fue eso? —dijo JJ, mirando desafiante al osito, ignorando completamente a Pope y a mí.

—¡JJ! —grité, esta vez poniendo mis manos alrededor de mi boca para hacerme escuchar, pero él seguía ignorándonos.

—Eso pensé, amigo —dijo, como si fuera el tipo de conversación que tenía todos los días con un oso de peluche. Ni siquiera nos miró.

—¡JJ! —gritamos Pope y yo al unísono, esta vez casi al borde del colapso por lo absurdo de la situación.

Finalmente, JJ dejó de disparar y se quitó los audífonos. Se giró hacia nosotros, con una expresión confundida en su rostro, como si no estuviera acostumbrado a ser interrumpido en sus momentos de "reflexión" con el osito.

—¿Qué pasa? —preguntó, encogiéndose de hombros, y se sentó en un tronco a mi derecha. Su mirada se posó en mí, y por un segundo, sentí como si el mundo a mi alrededor se desvaneciera un poco. Esos ojos azules… era imposible no perderse en ellos.

Traté de concentrarme, de no dejar que mi estómago se revolviera por su cercanía. Estaba tan cerca que podía oler su perfume, un sutil aroma a madera y algo más. Mi mente se nubló un segundo, y no pude evitar hacer un pequeño gesto de incomodidad al sentirme atrapada por su mirada.

—Topper. Él lo sabe todo —le dije a JJ, sin poder dejar de mirarlo mientras hablaba. Pope, claramente nervioso, caminaba de un lado a otro, mordiéndose las uñas.

—Bien. Tranquilo, hermano —dijo JJ, ignorando lo que Pope había dicho. Luego, con una sonrisa confiada, me miró—. Ellos no saben nada.

Su tono relajado era tan opuesto a la situación. Pero cuando me miró, su sonrisa se hizo más profunda, como si me dijera todo sin decir una palabra. ¿Era solo mi imaginación, o había algo más detrás de esa mirada? No pude evitar un escalofrío, uno que nada tenía que ver con el frío que comenzaba a sentirse en el aire.

—No hay electricidad. ¿Cómo funcionarían las cámaras? —dije, intentando tranquilizar a Pope. Estaba tratando de no hacer un escándalo de todo esto, pero no podía evitar sentir que estábamos caminando sobre una cuerda floja.

—Figure Eight tiene generadores. No dan becas a chicos que hunden botes por venganza... No... —Pope continuó, pero JJ lo interrumpió, elevando la voz, claramente frustrado.

—¡Ya cállate! ¡No te arrepientas, Pope! Nos golpean, los golpeamos. Así es la ley. Si viene un Kook y te pregunta si tuviste que ver, ¿qué haces? —dijo JJ, levantándose del tronco y acercándose a Pope con una mirada desafiante.

Pope parecía perdido, y fue en ese momento que JJ miró hacia mí. Sin pensarlo dos veces, completé la frase que Pope no logró entender.

—Negar —susurré con una sonrisa casi cómplice. Era raro, pero no podía evitar disfrutar el hecho de que JJ y yo estábamos tan sincronizados.