FINAL

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NARRADOR OMNISCIENTE

La madre de la rizada, condujo rápidamente hasta el hospital más cercano, era un día lluvioso y el tráfico empeoraba la situación.

—Mamá me duele— exclamó la castaña mientras cerraba sus ojos fuertes.

—Ya vamos a llegar amor, respiraba
hondo— la mujer condujo lo más rápido que pudo.

Media hora después ya se encontraban llegando al hospital central. Sin pensarlo dos veces se bajo del coche y ayudó a su hija abajar.

—Vamos cariño apoyante en mi—Tasha, paso un brazo alrededor del cuello de su madre y se apoyo en el.

—Ya no aguanto, me duele demasiado— a pasos cautelosos lograron llegar a emergencias.

—Un doctor, mi hija va a dar a luz— dos enfermeras de guardia se acercaron rápidamente.

—Sientate aquí— una de ellas le entrega una silla de ruedas.

—¿Cuántos meses tienes?—

—Casi los nueve, sólo me faltaba una semana para cumplirlos— la enfermara más baja asiente.

—Bien, espere un momento iré a llamar al médico encargado—

—Mamá llama a Noah, lo necesito
conmigo—

—Está bien cielo, tranquila ya lo hago— en ese momento él doctor llega.

—Tú debes ser Tasha, soy el doctor Oliver. Por lo que veo ya estás preparada para darle vida a un nuevo ser— la castaña asiente.

—Bien, es hora de ingresar en labor de parto, ¿usted debe ser su madre
cierto?— exclama dirigiéndose a la pelinegra.

—Así es doctor, ¿pasa algo?—

—No se preocupe no pasa nada, sólo quería saber si venía con un familiar. Bien es hora de irnos—

—Todo va a salir bien cariño ¿ok?— la rizada asiente nerviosamente.

—Llama Adele y dile que traiga a Noah—

—Lo haré— y sin decir más él médico se lleva a la rizada.

[ ]

NOAH SCOTT

Estaba esperando que mi madre llegara para ir a ver a Tasha, había salido al supermercado a comprar algunas cosas para la cena. Yo me negué a ir, desde esa vez que salí con Tasha al centro comercial, otra vez mis inseguridades y temores volvieron, no tan altos cómo antes, pero si lo suficiente cómo para volver hacer ese chico temoroso de hace años atrás.

Estaba tan ilusionado por formar una familia, jamás pensé que lograría hacerlo. Es decir, jamás pensé que alguien se fijaría en un chico como yo, lleno de problemas y dificultades. Siempre pensé que mi destino era estar encerrado bajo los cuidados de mi madre y mi psicóloga, pero todo eso cambio cuándo Tasha llegó a mi vida.

Ella me mostró que la vida siempre tenía su lado maravilloso, sin importar por el problema que estuvieras pansando. Siempre había un motivo por más pequeño que fuera, para seguir luchando. Ella miraba la vida de una manera diferente, y me enseñó a verla a mi también.

Ella se convirtió en mi motivo por el cuál quise salir adelante, ella me mostró que era un chico capaz de lograr lo que me propusiera y gracias a ella lo estoy logrando. Jamás pensé qué nuestro amor se convirtieran en algo tan lindo y puro, era cómo las estrellas en el cielo. Infinitas, pero inalcanzables.

My little boyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora