Cuando llegaron a "DaYu" a recoger las flores, ya había trabajadores subiendo los arreglos de boda a la camioneta. Dalia le explicó a Mew en el camino, que la boda requería de cien centros de mesa, cuatro pilares y un arco para el altar, hecho todo de hortensias, mini rosas y orquídeas en colores pastel.
Sería necesario, entonces, montar el arco de rosas y los pilares en el jardín, mientras que otros empleados ayudaban a colocar los centros de mesa dentro del salón. Por supuesto, a Yuri se le ocurrió que el hijo de su novia al tener semejante altura, sería perfecto para decorar el arco... Y así fue.
María corre de un lado a otro en el jardín dirigiendo a las dos jóvenes que cargan ramos de rosas pequeñas color rosa rumbo a donde su padre, subido en una escalerita, las coloca una a una en el arco. Las chicas piden indicaciones a la pequeña para que sea sus ojos en el camino, pues las flores no les permiten ver del todo bien.
—Mew, hijo, esa de ahí está chueca. —Yuri vigila todo de cerca— dándole órdenes precisas al lánguido hombre que trata encarecidamente de colocar cada rosa de forma perfecta, sin aplastarla en el proceso y eso, es toda una odisea para Mew.
La recepción se celebrará en dos horas y ya han llegado las mesas y sillas, manteles y la larga alfombra para el recorrido de la novia, solamente son los floristas trabajando arduamente en llenar de vida el hermoso jardín y darle a la novia, todas las rosas que quiera en su gran día.
María ayuda a su padre con destreza y pequeñas manitas cuidadosas, colocando a ras de suelo las últimas flores en el enorme arco. Su overol de mezclilla tiene una pequeña jardinerita en el centro y su sombrero de paja la cubre del sol, además de tener bloqueador en su carita cada veinte minutos por —la alergia—, "María, no quiero que te enfermes" —y porque su papá es muy precavido.
Una vez la última flor ha sido exitosamente colocada, los Suppasit se chocan las manos, orgullosos, admirando el trabajo completado.
—Les quedó hermoso. —Dalia palmea el hombro de su hijo, con una genuina sonrisa en su rostro. —Bien hecho, equipo Suppasit.
María pide bajar de los hombros de su padre y cuando está en el suelo, se pone en medio del arco, con sus manos en la cadera.
—¡Papi, tómame una foto!
Mew saca su teléfono del bolsillo de su camisa y retrata a su pequeña entre miles de rosas.
—Di cheese
—cheese —María sonríe alargando la última e y con sus ojitos cerrados.
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Un novio para papá ♡ MewGulf
Fanfiction"Yo quiero mucho al señor Kanawut, él nos cuenta cuentos y me deja usar sus crayones. Por eso, cuando sea grande, me casaré con él." ¿Es posible educar a un adulto? Mew Suppasit, encontrará la respuesta en quien menos imagina, alguien con menos de...