Katsuki Sensei

Fin De Semana

Parte de ese día tal y como prometió Víctor se puso al corriente con los apuntes que su amigo Chris le había compartido por fotografías ya que se negó a ir a su departamento por los cuadernos, estaba decidido a no alejarse de Yuuri ni por unas horas.

A pesar de estar en sus pendientes escolares y su Sensei en descanso este último decidió encender su computadora para revisar los resultados de las primeras pruebas que estaban en su correo, de esta forma ambos se harían compañía, cada uno en su mundo pero sin dejar de lado la presencia del otro.

El ambiente de la sala estaba sumergido en un delicada fragancia, la unión de ambas feromonas se combinaban a la perfección que incluso a Vichan parecía agradarle pues se recostó entre ambos pidiendo atención de vez en cuando.

Un par de horas después fue el ruso quien se levantó para preparar algo para comer, probaron bocado y vieron una película cuando todos sus pendientes estuvieron listos.

La pareja se acomodó en el gran sillón frente a la pantalla, la película había sido elegida por el peli negro y aunque se trataba de una comedia bastante entretenida lo que verdaderamente llamaba la atención del ruso era la hermosa sonrisa que el nipón le regalaba, aprovechando la situación se recargo en el hombro ajeno y tomó la mano con delicadeza de su acompañante, pensó que sería rechazado pero eso último no sucedió sino por el contrario sus dedos se entrelazaron.

Yuuri seguía con los ojos pegados al televisor pero con las mejillas ligeramente sonrojadas, estaba seguro que estaba avergonzado por lo que aprovecharía para molestarlo un poco más, se acercó y con cuidado plantó un beso en la mejilla contraria, un saltito fue la reacción que obtuvo al igual que unas orejas rojas.

El japonés evitó por completo el contacto visual pero no rompió su unión, su corazón latía como loco tan solo por esa pequeña muestra de cariño, sin embargo no pasó de ahí, la película siguió su curso y ambos continuaron viéndola sin prestar total atención a las escenas.

Después de un rato el peso en su hombro se hizo mayor, miró de reojo y noto al ruso dormir plácidamente, con cuidado lo acomodó en su regazo tratando de no despertarlo, la respiración de Víctor era lenta, sus pestañas platinados brillaban como hilos de plata reflejando la luz del televisor, su semblante relajado y su piel se miraba tan tersa que no pudo evitar recorrerla con la yema de sus dedos.

Con cuidado y lentamente enredo sus dedos entre la sedosa cabellera del albino, era verdaderamente suave y olía de maravilla, pensar que hace un día había jalado de esas hebras platinadas cuando un orgasmo lo llevó a tocar el cielo, de solo pensarlo su cuerpo empezó a calentarse y se estremeció en reflejo, sacudió su cabeza alejando esos malos pensamientos de su ser, sin embargo la curiosidad era grande y su lado omega le pedía hacer aquella travesura.

Se acercó y con bastantes nervios mientras su corazón martillaba fuertemente, finalmente se atrevió a robar un beso a los rosados labios que estaban a su disposición, fue ahí cuando los ojos azules se abrieron de par en par sorprendido por el atrevimiento del mayor, sin embargo sonrió satisfecho, pues la atracción entre ambos era innegable.

De un momento a otro el japonés era quien estaba debajo del cuerpo de su alumno, sus manos atrapadas sobre su cabeza sin ejercer suficiente fuerza como para lastimarlo pero si para detener de alguna forma su movimiento.

La respiración de Yuuri era más agitaba por la sorpresa de la acción sin embargo no tenía miedo, la cercanía entre ambos le gustaba y que decir de su lado omega, estaba más que satisfecho pero aún así necesitaba  más de ese sexy alfa.

-Yuuri Sensei, no sabía que usted era tan travieso-dice en tono juguetón sonrojado al mayor -Ya que usted ha iniciado es justo que yo continúe ¿verdad? -cuestiona divertido.