【 𝐶𝑜𝑚𝑒𝑡𝑒 ¡𝑒𝑠𝑡𝑎! 】↠ 𝑴𝒆𝒘𝒈𝒖𝒍𝒇 !¡♡

Azotea.

—¡Gulf!

Me levanté agitado mirando hacia todos lados, pero estaba solo en mi habitación.

Llevaba varios días soñandome con un beso, el escenario era la fiesta de hace semanas, siempre era lo mismo, una persona, una azotea, jadeos, deseo y demás.

Pero hoy pude verle algo más de cerca, estaba seguro que era un chico.

¿Podría haberme besado con un chico?

¿Quién demonios era aquel?

—Había dicho algo al despertar, pero ya no recuerdo que fue, ¡Ahg!—sujete mi rostro con notable frustración.

El día concurrió normal, Gulf había estado algo extraño los primeros días después de esa conversación.

—Tal vez fue muy extremo meterle la mano.—reí recordando como se había puesto de rojo.

Pero él ya actuaba normal, todo estaba como en el inicio, las bromas, las canciones, como el primer día.

Me alegraba eso.

—Mew, hola.—Bright me saludó mientras se me acercaba.

—Hola, Bright, necesito preguntarte algo

Los recuerdos de ese sueño, eran una incógnita y yo necesitaba respuestas.

—¿Qué pasa brou?

—El día de tú fiesta—dije juntando los dígitos de mis dedos.

—¿Si?

—¿Me besé con algún chico?—solté.

Él se quedó pensativo.

—Pues...—vaciló a la par colocaba su cabello hacia atrás.

—¿Pues? ¿¡O sea que si pasó?!

—Relájate hombre, fue sólo un reto, sé que no te gustan los hombres, por eso te debe sorprender que si lo hicieras.

—Ah, si, ¡Claro!—contesté intentando sonar tranquilo.—El caso, ¿de qué reto hablas?

—Te retamos a besarte con Gulf.

¿¡Qué?! ¿¡Y yo lo había hecho?!

—¿Qué demonios Bright?

El sonrió.

—Sólo fue un reto, para reforzar la amistad, yo qué sé.—alzó sus hombros restandole importancia.

—¿Y eso fue en la azotea?

Su expresión cambió.

—¿Qué? No...—susurró alzando una de sus cejas.—Estábamos en uno de los cuartos de huéspedes, aunque pensándolo bien, te demoraste en volver.

—¿Volver de dónde?

—No tengo idea bro, Gulf se había ido al baño y minutos después tú saliste también pero la diferencia fue que tú llegaste.

—¿Y Gulf?—inquirí.

—Él se fue con Mild y New, pero ¿Por qué mencionas una azotea?

—He estado soñando con esa azotea, y con qué besé a alguien ahí.—confesé mordiéndome la mejilla interna.

—¿Pero por qué tanta curiosidad?

—No sé, sólo tengo la necesidad de saber.

—Dale tiempo a tú mente entonces, tal vez en uno de esos sueños le veas la cara o recuerdes algo más.—chasqueó su lengua.