Capítulo 6

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La fría nieve golpeaba las ventanas ese día. Cada vez que cerraba los ojos veía esa estela de luz verde, ese olor a quemado, el calor provocado en mis ojos del llanto. Dormir pacíficamente era un placer que nunca me pude permitir, las pesadillas nunca cesaban.

Una alarma con un tono chillón me sacaba del trance todos los días a la misma hora, pero ese día se había adelantado. - ¿Por qué demonios me he levantado 30 minutos antes?- miré a mis compañeras, que estaban aún dormidas.

De repente escuché unos susurros que provenían de la puerta a mi cuarto compartido. Miré hacia ella para encontrar la mirada tímida de esos ojos grises que tanto me gustaban. Sonreí tontamente al recordar para que tenía que despertarme, le dije que esperara fuera porque me iba a cambiar y el se sonrojó tontamente.

Tardé a penas 2 minutos en vestirme, peinarme y guardar el vestido para la bienvenida (lo cual es un tiempo record comparado con mis compañeras de cuarto), pero Draco aún así se quejó por el tiempo. Caminamos hacia el sitio en el que habíamos quedado y para nuestra sorpresa estábamos solos.

-Sabía que no iban a conseguir levantarse y eso que ni siquiera viene Ron. - dije indignada.

-Podemos simplemente hacerlo nosotros, no es tanto trabajo. - dijo remangándose.

-Tienes razón, pero antes que nada yo necesito beber un café o algo, me muero de sueño. - me dirigí hacia el gran comedor y agarré dos cafés, ya que Draco me había pedido uno. Antes de irme escuché a Dumbledore mencionar junto con un profesor:
"¿Estás seguro de que ha mentido sobre su identidad? No sabemos si solo por ser su hija también estará relacionada con quién-no-debe-ser-nombrado. "

Mi corazón se agitó al escuchar esas palabras. "Me han atrapado, se piensan que soy como mi padre, me han a expulsar, estoy acabada"- pensé a punto de entrar en cólera mientras iba corriendo a la otra Sala.

-Eyeyeyey, cálmate Cleo, ¿estás bien?- me preguntó Draco preocupado al verme correr en pánico.

-Me han descubierto, piensan que soy como mi padre, me van a expuls- antes de que pudiera terminar la frase, Draco me rodeó con sus cálidos brazos, calmándome. -gracias...- susurré colorada.

Draco me acarició la cabeza durante unos segundos antes de que recordáramos porque estábamos allí y nos pusiéramos rápidamente a colocar todo.

Estuvimos unos largos 25 minutos sin descanso alguno, para cuando terminamos ya había alumnos caminando hacia el gran comedor y nuestros cafés ya estaban fríos.

-Ha quedado espléndido. - dijeron Harry, Hermione y Cedric.

-¿Tenéis la caradura de venir ahora a atribuiros mérito después de que lo hiciéramos nosotros solos?- dije enfadada y extremadamente cansada, llevaba meses durmiendo fatal.

-Nono, no nos malinterpretéis, a ninguno nos sonó la alarma porque falló nuestra magia mientras dormíamos.- dijeron extrañados.

-¿Como que os falló la magia?- dije frunciendo en ceño.

-¿Que sois, simples muggles?- dijimos Draco y yo al unísono.

-Vaya parejita.- dijo Hermione ofendida.

-Es porque Dumbledore ha hechizado el castillo para que nadie resulte... "herido accidentalmente" durante el torneo, supongo que habrá estado calibrándolo a altas horas de la noche.

-Bueno... os salváis porque hoy estoy de buen humor, pero nos debéis un café cada uno.- dijo Draco.- En fin, vamos a avisar a Dumbledore de que todo está hecho. -Dijo, y como era tradición (de solo 2 días) me tendió la mano.

Hicimos un breve pero intenso trayecto hacia el gran comedor. Hablamos de como serían nuestros años de estudiantes en Hogwarts, me preguntaron sobre si hacia mucho frío en Bulgaria, a lo que reí poniendo la mirada en blanco como si estuviera teniendo un flashback.

-Hola, jóvenes promesas del mundo mágico. - Dijo Dumbledore sonriente (para variar).

-El viejo tan enigmático como siempre. - dijo Ron, que nos había seguido desde hace rato.

-AY- gritó Ron de repente, al parecer Hermione le había dado un codazo por decir eso delante de Dumbledore a pesar de saber que les podía escuchar.

-Para no aburriros con las palabras de un hombre mayor- dijo mirando divertido a Ron- iré al punto, en aproximadamente 2 horas comenzarán a llegar los alumnos. Draco, Cleo, vestíos de gala para recibirlos de la mano.- reía de nuevo.

-¿Quién recibirá a las alumnas de Beauxbatons? -preguntó Hermione.

-Oh, sobre eso... ¿Cómo decirlo sutilmente?- calló un momento pensativo- Ellas no piensan que ustedes los alumnos tengan el "suficiente nivel" para darles la bienvenida, por lo que de eso nos ocuparemos los maestros. Dicho esto, prepárense, venga venga, no hay tiempo para desayunar.

Lo primero que pensamos Draco y yo en ese momento... Fue que queríamos nuestro café calentito.

Dulce Trampa (Draco Malfoy) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora