⛓Desenterrando recuerdos⛓

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hermanito...

Mi sonrisa no decayó, solamente se hizo aún mas extensa, él. Se encontraba parado frente a mí él único monstruo con el que no pude lidiar.

—¿Que haces aquí?

—Has cambiado mucho.

—Eso no responde mi pregunta.

—Primero baja el arma ¿Estás consciente de que hablas a tu hermano a punta de pistola?

—¿Porqué debería? Un lazo de sangre no es suficiente— Digo arrogante mientras trataba de hacer contacto visual inútilmente.

No dijo nada más y solo dejó caer su arma al suelo.

—Te toca.

Hice lo mismo.

—Ay...—Un suspiro decaído salió de sus labios—Como cambian las cosas, hace años nos amenazabamos con romper nuestro juguete favorito y ahora lo hacemos con estos bebés.

—Cada acción tiene reacción.

—Sabes que no fue mi culpa, yo no hiba en el coche esa noche, no presencié nada así que no me consideraron una amenaza.

—Me da igual ¿Acaso hiciste algo para buscarme?

Silencio. Eso me lo dijo todo.

—Lo suponía ¿Entonces con que puto derecho vienes a estas alturas a reclamarme nada?

—No estás diferente físicamente, tu cambio por ese lado no es comparable al que tu mismo te sometiste mentalmente.

—No me jodas Charles, no me psicoanalices que ya he tenido suficiente conmigo mismo todos estos años.

—¿De que has vivido todo este tiempo?

Nada especial, solo me divertía torturando personas y de paso les quitaba su cartera antes de matarlos.

—Camarero.

—Valla, pensaba que llegarías lejos. Me decepcionas.

—Lo siento—Digo irónicamente y me encojo de hombros—¿Ahora me puedes dar el honor de saber como te mantienes tú?

—Herencia.

—¿Ellos, están muertos?

—Valla, que no se diga que te tiembla la voz—Dió un paso hacia adelante permitiéndome verlo por completo, extrañaba ver esos ojos miel tan semejantes a los de mi madre—Si.

—Bien. Que bueno que has tenido suerte.

—He venido por ti. Padres dejaron parte de la herencia a tu nombre Ya no dejé que terminara su frase.

—No lo quiero, cualquier día traes un boli y el papel que halla que firmar para ponerlo a tu nombre. Si as eso has venido, gracias por alegrar mi día con la noticia de que esas ratas están muertas.

—¿Como puedes hablar de esa manera de tus padres?—Dijo recalcando las últimas dos palabras.

Sentía como mi pecho subía y bajaba rápidamente, me encontraba sudando aunque el frío fuera insoportable. No permití darle la satisfacción de ver aflicción en mi rostro.

Mi sonrisa salió a la luz de nuevo esta vez con todo su esplendor, pretendía que eso le sirviera de respuesta.

—¿En que clase de monstruo te has convertido? Me das miedo.

Miedo...

Un monstruo... Eso es lo que soy, lo reconozco—Pasé mis manos sobre mi rostro hasta llegar a mi cabello—Acción reacción hermanito.

—Aléjate de ella.

—¿Por?

—No sé por que te interesa, no sé porqué mataste a su pareja, pero no quiero que mas muertes marquen tu historia. No lo voy a consentir.

...Mataste a su pareja.

Al darme por enterado de que sabía demasiado me abalancé sobre él, lo tiré al suelo bruscamente y proseguí a darle un fuerte puñetazo manchando su estúpida sonrisa con sangre.

—No la menciones a ella y a mi pasado en la misma frase.—Digo poniéndome en pié brindándole mi mano para que se pare.

Correspondió a mi gesto pasando su mano por su boca para ver sangre en esta.

—Te buscaré, no renunciaré a ti.

Dijo y con esto salió haciendo eco en el lugar con sus apresurados pasos.

¿Que hace él aquí?

¿Como sabe lo del asesinato?

Pero sobretodo ¿Con que derecho se planta aquí a exigirme una relación hermano filial?

Las calles desoladas me recuerdan aquella fría noche, hace demasiado a años, es psicológicamente imposible que lo recuerde por el 'trauma que eso representa para mí' pero aún lo veo como si hubiese pasado ayer.

...Las estrellas danzan, la luna también canta, la noche es muy clara...—El dulce cantar de mi madre adorna aquel silencio donde solo se escuchaba la lluvia caer.

Me encontraba descansando sobre su regazo, papá conducía. De repente un estruendo vuelca el coche.

Sangre...

Mi madre sollozaba mientras corríamos, la lluvia me empapaba, ella me apretaba contra su pecho con fuerza.

Me dejaron...

—¡No te vallas mamá!—Gritaba y pataleaba en vano—¡Llevenme con ustedes! No me dejen...

Luché todo lo que pude, me abandonaron. Esa noche me azotaron por mal comportamiento.

Las enfermeras me encerraron para dejarme solo con mis pensamientos, con horribles recuerdos, lágrimas brotaban de mis ojos, aquella noche no logré conciliar el sueño.

No...

Estúpidos recuerdos.

Pateé un bote de basura continuamente hasta que cayó al suelo deforme. Había aislado esos recuerdos por demasiado tiempo, sabía que en cualquier momento volverían pero no consideré que bajo estas circunstancias.

—¿Porqué vienes ahora joder?

Grité lo más alto que pude, mi garganta dolió.

No dormí en toda la noche, recuerdos salían a la luz uno tras otro, ella lloraba, estaba consiente de la razón.

En la mañana una llamada saliente me ayuda a espantar esos pensamientos.

—¿Si?

—Ven.

CharlieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora