⛓Se masca la tragedia⛓

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CHARLIE BROWN

Está tan hermoso por fuera como podrido por dentro.

Sus labios dejaron palabras que posiblemente contenían segundas intenciones ¿A quién se refería?

—Podrás entender que aprendí a cocinar por mi cuenta, llevo casi diez años comiendo así —Digo excusandome, puede que sí esté malo.

—Pues eres bastante mal cocinero—dice cortante.

—Mis más sinceras disculpas mi lady, no pretendía incomodarla con mi desinteresado acto de bondad—digo y hago una reverencia en burla.

—Está perdonado caballero, ahora le invito cortésmente a aprender a hervir agua, o mejor, vamos a hacer huevos revueltos, no se si eso se escape de sus límites—dice poniéndose en pié y en puntillas para, a duras penas llegar a mi nivel.

Pasamos la mañana horneando, batiendo, mezclando... Se me fue la noción del tiempo, cuando me quise dar cuenta estaba cubierto de harina, porciones de clara de huevo adornaban mi rostro y mi cabello se encontraba pegajoso ¿Que hice para que llegara comida a mi cabello?

Pero bueno, había un pastel en el horno, jugo en la mesa y algo de fruta quizás después de todo... No, definitivamente no valió la pena.

—Se nota que es la primera vez que cocinas... Algo comestible—dice soltando una risita traviesa.

—Auch... Eso dolió —dije poniendo una mano al las izquierdo de mi pecho.

—Anda vamos que ya debe estar listo el pastel—dice y con esto dirigiéndose al horno.

Un pastel donde predominaba el chocolate y frescas fresas estaba colocado sobre la mesa, se percibía un leve aroma a almendras proveniente de este, podría acostumbrarme a desayunar así.

—Valla, no está mal, se ve... Comestible, vamos a ver si sabe igual—digo, jamás admitiré mérito por su parte.

—El orgullo te carcome—dice y con esto acercándome un pedazo de aquello que moría por probar.

No contesté, solo comí, sabía igual de bien que se veía y olía, una bomba de sabores y emociones explotó en mi paladar, nuevas sensaciones inimaginables se abrieron paso en mí.

—¿Ago que decir, o solo disfrutarás de mi talento infravalorado?

—Ya, vale, está bueno, eh estado comiendo basura ¿Hací mi lady?—Digo y una risa cínica escapó de mis labios.

—Mejor, aún podría mejorar pero ya trabajaremos en ello...

Un rotundo silencio envolvió aquel desordenado comedor, pasaron los minutos, solo se escuchaba aquel molesto "tic tac" de un antiguo reloj de pared colgado a mi derecha. No soportaba ese tipo de silencios, las personas lo usan para 'descifrar' a los que a su alrededor se encuentran.

—Me debo ir—digo levantándome.

—¿Dónde irás?

—Valla, no pensé que fueras policía a demás de camarera, debo buscar algunos archivos del caso, puede que tarde, necesito estudiarlos, están considerando cerrarlo—el caso ya se encontraba cerrado pero de esto ella no estaba consciente.

—Vale—dice dirigiendo su mirada nuevamente a su plato, pero esta vez lo veía con desgano, desprecio, hastío.

—Vendré a verte, no te preocupes.

Me dedicó una sonrisa decaída, la entiendo, al quedarse sola no lo hace completamente, la dejan con lo único que en estos momentos puede destruirla, ella misma.

Muchas veces pasamos por momentos donde nuestro peor enemigo somos nosotros mismos, nos jugamos malas pasadas, con cosas antiguas o que aún están frescas, somos lo único que sabe absolutamente todo de nosotros, y no podemos aislar esos pensamientos por más que lo intentemos, al contrario, los volvemos omnipresentes, devastadores y poderosos.

DESCONOCIDO

Las horas parecen no pasar, este infierno constante al que me encuentro sometido es inaguantable, cadenas marcan mis tobillos y muñecas, moretones alrededor de todo mi cuerpo palpitaban de dolor, mi corazón apenas latía, era lo único que se alcanzaba a escuchar, ese continuo silencio era insoportable, me dejaba a solas conmigo y mis pensamientos, veía mi vida a través de una película, todo lo malo que hice, el dolor que causé y ella, la última persona que vi antes de sumirme en la total oscuridad en la que me encuentro, su delicado rostro y pronunciadas fracciones, una sonrisa incomprensible adornaba el mismo aquel día, o quizás hoy, no lo sé, saber siquiera la fecha se a convertido en algo inalcanzable. La desesperanza comienza a irrumpir mi oscuro corazón.

Luz...

Una luz tenue al fin cubría el lugar, por muy sutil que esta fuese no pude evitar que mis ojos se cerraran para asimilar el brusco cambio.

Luego de algunos segundos, pude observar mi entorno, una enorme habitación, quizás sótano, o tal vez un simple punto de tortura no lo sé, estaba completamente vacío, paredes perfectamente lisas, parecían ser beige, pero eso solo era un efecto de la luz chocante en estas.

Un hombre.

Había alguien ahí, seguramente mi captor, justo frente a mí con sus manos en los bolsillos de sus pantalones, una expresión relajada y una sádica sonrisa. Provocaba querer darle un puñetazo.

—¿Que tal?—dice divertido, la diversión plasmada en su rostro.

Silencio.

—¿Tienes hambre?—repite sereno.

—¿Te das cuenta que si describo tu rostro a la policía te atraparán? ¿Porqué el descuido de mostrarlo?—digo forzando el habla y escupo sangre.

La luz se vuelve a apagar, el no había hecho señales de querer irse.

Repentinamente agarran mi mandíbula haciendo que esta cruja.

—¿Que te hace pensar que saldrás de aquí?—dice una voz conocida—Pensaba que eras mas listo, me decepcionas.

—¿Como te llamas?—Mi ronca voz hace estruendo en el lugar.

Desde lejos, lo escucho decirme su nombre, tras esto se oye el chirrido de la puerta que indica que estoy solo otra vez.

Por primera vez en mi vida deseo que llegue mi último aliento.

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Me encanta saber que los tengo confundidos, aunque no lo crean sé lo que piensan en este preciso momento... Buajajaaaa

Quiero escuchar sus teorías acerca de los dos últimos personajes que muestro, a ver a que punto llega su retorcida cabecilla.

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⏰ Última actualización: Aug 30, 2021 ⏰

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