—¡Tía Nu! —El suave jadeo de Rou raspó mis oídos y entrecerré un poco los ojos al brillo del amanecer para encontrar a Rou mayor justo delante de mí. A pesar de que estaba envuelta en una manta raída, su cabello color oro marrón, estaba colocado perfectamente en espiral sobre su cabeza.
—¿De dónde sacaste eso? —El trasfondo de hambre perfeccionó sus palabras en una nitidez que se había vuelto demasiado común en las últimas semanas. No hizo mención alguna sobre la sangre que me cubría. Había perdido la esperanza hacía tiempo de si realmente podría llegar a caminar. Al menos hasta que pudiera mover algo de nuevo. —¿De dónde sacaste eso? —Mi voz se había vuelto ronca, cada palabra ardiendo mientras salía. Rou seguía en silencio mirándome a través de esos ojitos de ciervo recién nacido. Ni una sola vez la había visto con las manos pegajosas de sangre y piel. Me incorporé, casi demasiado cansada, pero coloqué una mano en el hombro de la pequeña que me miraba con ilusión.
—Podemos comernos la mitad de la carne esta semana —dijo, dirigiendo la mirada al conejo ya sin vida. El animal ocupaba la totalidad de sus manitos,—. Podemos secar la otra mitad —continuo—. E iré mañana al mercado para ver cuánto puedo conseguir por la piel. —Termino, más para ella que para mi. De todos modos, no se molestó en confirmar si la había oído. — Me encantaría una nueva capa —dijo finalmente con un suspiro. —Y necesito un nuevo par de botas.
Me mantuve en silencio, sabiendo que mejor no meterme en medio de su discurso, pero miré las pequeñas botas que Rou traía puestas, se estaban cayendo a pedazos, unidas solamente por los deshilachados cordones. Clavó sus muy abiertos ojos en mí y me dijo:—Lo atrape yo solita.
—Rou... el riesgo...
Sacudí mi barbilla hacia el conejo, incapaz de contener la rotura en mi voz. —No tenía otra opción. Tio Jungkook y el Tio Hoseok no me quieren comprar botas nuevas, odio estas, me dan mucho frio a mis pies, no logro calentarlos
—Rou —repetí y cerré los ojos.
Rou se había quedado en silencio, y levanté la vista a tiempo para verla arrugando la nariz con un resoplido. —¿No puedes al menos tratar de fingir que estas orgullosa de mí?
No permití que aquello picara y doliera. Había sido demasiado joven para aprender más que los fundamentos básicos de los modales, la lectura y la escritura cuando nuestra familia cayó en desgracia. Me tomé mi tiempo, tragándome las palabras que quería decirle. —Estoy orgullosa de ti pero pudo ser muy peligroso, que hubiese pasado si el animal que me atacó hubiese venido por ti?
Ella me miró con sus ojitos demostrando temor, negó y simplemente trago saliva sin decir nada, sabía que tenía razón. —Un consejo, de cazadora a cazadora... No te adentres demasiado en el bosque. Un conejo de este tamaño sería el menor de tus problemas.
Un escalofrío trepó como una araña por la espalda de la pequeña Rou. —¿Me van a... van a atacar?
—Te contaré la historia que mi madre me contaba cuando era pequeña... Ella solía decirme que el bosque era peligroso, jamás debía ir allí porque feas criaturas rondaban por el lugar, cuidando sus territorios de los temibles cazadores de estas criaturas. Un día mi madre fue a buscar hiervas medicinales para el pueblo ya que se estaban acabando y del lugar en donde se les permitía crecer era bastante alejada de la aldea, en el camino hasta estas medicinas se topo con una bestia, el cuerpo tan grande como el de un oso, cabeza como la de un león, y tres filas de dientes más afilados que los de un tiburón. Y más crueles que los tres juntos la atacó... —Rou me miraba atenta a todo lo que decía. — Así que mantente muy lejos de las profundidades del bosque. Especialmente si ojos rojos empiezan a aparecer o si tu cuerpo empieza a erizarse involuntariamente, o peor aún si una de esas criaturas que me atacó viene por ti.

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Reunión de fuego
RomanceDentro del pequeño pueblo de Highdell, bajo la sombra del brutal líder de la ciudad, Neus tiene una gran sed de venganza. Mientras otras chicas cosen vestidos, dedican su tiempo a la agricultura y los quehaceres del hogar, Neus sabe como sobrevivir...