A Hermione Granger le ocurrió algo horrible al final de la guerra contra Voldemort, y ahora está rota. ¿Ayudará su regreso a Hogwarts como aprendiz a curarla? ¿Qué se necesita para curar a Hermione, y en el proceso encontrará Severus Snape la curaci...
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Antes de que nadie se diera cuenta, era finales de noviembre y se acercaba el final del primer trimestre. Hermione y Severus estaban ahora -con la aprobación de Dumbledore- controlando por completo la terapia de Emily, y ésta iba bien. La joven Gryffindor se estaba rellenando y su rodilla se estaba curando.
La medibruja residente era otra cosa; Severus no sabía cuál era su problema. Con él era lo de siempre, pero si Hermione estaba con él, la mujer se pasaba todo el tiempo que estaban allí dirigiendo a Hermione una mirada positivamente glacial.
También se había dado cuenta de que el insecto palo humano, Sybill Trelawney -en las raras ocasiones en que estaba presente en la mesa principal-, también se pasaba el tiempo mirando a Hermione con el ceño fruncido, pero, para su disgusto, sabía la razón de sus hoscas miradas. Seguramente no era esa la razón de la extrañeza de Pomfrey también. Se estremeció, por el amor de Merlín, la bruja tenía casi la misma edad que McGonagall.
Sin embargo, a medida que avanzaba el curso, Severus empezó a sospechar cada vez más del comportamiento de la medimaga. Sin embargo, lo soportaba, principalmente porque no quería que Hermione tuviera que lidiar con esa mujer. Consideraba que su profesora asistente ya tenía bastante con lo que lidiar, así que se limitaba a manejar todo lo relacionado con la Enfermería.
Durante este tiempo, Hermione no había pensado mucho más en la medimaga, ya que estaba más preocupada porque Emily seguía sin hacer amigos. La chica simplemente no parecía estar a gusto entre la actual hornada de primeros años de Gryffindor. La propia Hermione recordaba que la exuberancia de los Gryffindors también le había resultado muy conflictiva cuando empezó, pero incluso ella había hecho amistad con Harry y Ron a esas alturas del curso.
Resopló con sorna. Eso sí, menudos amigos resultaron ser, incluso después de años de amistad, cuando las cosas se pusieron feas pensaron lo peor de mí, y sólo porque no podían creer que Malfoy pudiera tener conciencia. Hermione respiró profundamente varias veces para mantener el control. Eso ni siquiera empieza a cubrir lo que Ron había intentado después. Temblando ante sus pensamientos, volvió a mirar a Emily acurrucándose más en la silla que ocupaba mientras pasaba la página de su libro.
Para su gran sorpresa, Severus permitía a Hermione que Emily la visitara de vez en cuando mientras pasaba el tiempo en sus aposentos. Estaba bastante segura de que Severus se estaba encariñando con la pequeña, y no se le había escapado que ella también empezaba a pensar en la niña de forma bastante maternal.
La semana pasada, Hermione recordaba haber sonreído en secreto mientras Emily estaba sentada en el escritorio de Hermione haciendo sus tareas de Pociones y Severus había lanzado una mirada severa por encima del hombro de su protegida. Había hecho un "chasquido", haciendo que Hermione levantara la vista de su elaboración.
"Te has olvidado de anotar Bloodroot", le había dicho a Emily en voz baja.
"Oh", respondió Emily, echando un ojo a su papel, y luego de nuevo a la lista que había construido como guía. "Así es", y se dio la vuelta y le dedicó a Severus una sonrisa tranquila. "Gracias, señor."
