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Nunca fue mal visto como tal, pero el hecho de que Joey hubiera conseguido enamorarse de mi de entre todas las chicas con las que había salido no había obtenido precisamente las mejores respuestas.
El hecho de ser la hermana pequeña de Rachel y, por supuesto, amiga de todos los del grupo, había sido la principal razón por la que había mantenido en secreto mis sentimientos por Joey, sin decírselo siquiera a Rachel, cuando básicamente se lo había contado todo.
Joey sólo se había enterado de lo que sentía porque me había preguntado por qué no había salido con nadie desde que me había mudado a Nueva York, y yo me había enojado con él y lo había soltado todo.
Desde entonces Joey y yo habíamos estado juntos, habíamos tenido nuestros altibajos, por supuesto, pero lo amaba y no podía ser más feliz de tenerlo como esposo.
Así es. Nos habíamos casado.
A pesar de eso, Joey y yo seguíamos viviendo en el apartamento de enfrente de Mónica y Rachel.
Chandler se había mudado después de la nuestra boda, vivía con Mónica, (su esposa) y Rachel, pero Rachel planeaba mudarse con Ross por culpa de Emma.
Nunca había pensado tanto en dejar el apartamento, pero algo me había hecho cambiar de opinión recientemente.
Todavía no le había dicho a Joey que me había enterado recientemente de que estaba embarazada.
Joey debía llegar pronto a casa, y yo me había ocupado de mirar casas en venta en los barrios cercanos.
Estabas tan ensimismada en mis propios pensamientos que no había escuchado la puerta abrirse o cerrarse, sólo salí de mis pensamientos cuando sentí la mano de Joey en mi hombro.
— ¿Por qué estás buscando casas, cielo?
Volviéndome hacia él, le sonreí.— Porque creo que es hora de que vayamos a vivir a un lugar más grande.
Joey tenía una mirada confusa, pero se sentó a mi lado en los taburetes de la barra. — Estamos bien aquí.
— Estábamos, Joey.— Murmuré. — Ya no tanto.
Suspiró, todavía parecía bastante confundido. — ¿De qué estás hablando?
Estiré la mano para ponerla en su muslo. — Estoy embarazada Joe. El doctor lo confirmó esta mañana.
– ¿En serio?
Cuando asentí con la cabeza, mi marido se levantó de su asiento y me abrazó.
Antes de que tuviera la oportunidad de volver a hablar con él, me había soltado y salió corriendo por la puerta para ir al apartamento de Mónica.
Rápidamente fui tras él, y me encontré con todos los chicos mirándome mientras Joey hacía un baile de felicidad en medio de la cocina.
— ¿Qué le pasa? — Preguntó Chandler, confundido y divertido a la vez por el comportamiento de Joey.
Joey se volvió hacia mi pareciendo nervioso, pero yo le sonreí en señal de ánimo; sólo había querido decírselo a Joey primero, así que no me importaba que el resto de mis amigos lo supieran.
— ¡Voy a ser papá!— Anunció con emoción en su tono.
En cuanto esas palabras salieron de la boca de Joey, todo el mundo se volvió hacia mi en estado de shock.
— ¿Voy a ser tía?— Preguntó mi hermana, y una sonrisa se dibujó en su rostro cuando asenti en señal de confirmación.
Todos se levantaron y nos dieron abrazos junto con palabras de felicitación.
No pude evitar sonreír porque sabía lo querido que iba a ser nuestro hijo.
