Me, myself and I. - jenlisa

Una mirada en particular.

Me giré en la cama quedando boca arriba, con mi mirada perdida en el techo. Toda la noche y todo el día no había podido dejar de pensar en Lisa, estando con ella no me importaba lo que los demás pensaban de mí. Sólo me interesaba ella, y lo peor es que estaba más que consciente que Lalisa Manoban me volvía loca. 

Mi teléfono comenzó a vibrar y ya que lo traía en mi short me sobresalté un poco. "Am" decía la pantalla y una sonrisa se pintó en mi rostro.

- Hola - saludé feliz.

- Hola - respondió - ¿Ya estás lista?

- ¿Lista? ¿Para qué? - le pregunté sin entender.

- ¿No irás al partido?

- Ya te dije que sin ti no iría. - me senté en la cama.

- Cámbiate ya, estoy afuera de tu casa.

- ¿Qué? - casi grité - ¿Y por qué no me llamaste antes Lisa? - le reclamé.

- Porque no tenía pensado ir, cámbiate ya - repitió.

- Está bien, no tardo. - mentí, claro que tardaría.

- Oye espera - dijo antes de colgar - Vestido no, por favor. - bufé molesta y colgué.

Rápido entré a mi armario y tome un shorts rasgado, una camiseta negra y un par de botas del mismo color y me cambie. Hice una coleta alta en mi cabello, me puse un poco de delineador negro y lápiz labial. Y baje corriendo las escaleras. Salí y me lleve una gran sorpresa, venia en la motocicleta.

- ¿Lista? -  pregunto y asentí con la cabeza, ladeo la cabeza indicándome que subiera.

- ¿Iremos en eso? - pregunté en shock

- Si - contesto sonriendo - No me digas que también le tienes miedo.

- ¡Claro que no! -  dije emocionada y corrí a su lado admirando la impecable motocicleta negra.

- Ten - me entrego un casco al igual negro y rodé los ojos tendría que deshacerme la coleta.

- Me gusta tu cabello suelto. -  paso su mano por mi cintura y me acerco a ella. Era demasiado fría para decir un cumplido, así que cuando decía uno había que agradecérselo muy bien. Aun sujetando el casco pase mis brazos por su cuello y uní nuestros labios. Me besaba con una delicadeza exquisita. Sus deliciosos labios se acoplaban a la perfección con los míos. Su mano subió a mi mejilla.

- ...Y si mejor no vamos. -  dijo entre besos

- ¿Estás loca? - pregunte riendo - Yo no me pierdo este paseo en moto - di otro beso sobre sus ahora brillantes labios. - Espera... -  reí y con mi pulgar saque los restos de labial de sus labios. - Ahora si -  me coloque el casco y me apoye sobre su hombro para poder subir. Y en cuestión de segundos ya estaba atada a su cuerpo.

- ¿No te cansas? - preguntó Lisa mientras subíamos las gradas buscando algún lugar para sentarnos.

- Es peor si nos quedamos abajo paradas. - le dije volteando.

- No me refiero a eso - rió - Digo que si no te cansas de esto, de que todos estén al pendiente de lo que haces. De que entras a algún lugar y todos volteen a verte. - señaló hacia las últimas gradas que estaban vacías - Sé que te encanta llamar la atención - se respondió sola - ¿Pero realmente no te fastidias? - reí ante sus rodeos.

- Antes no - dije sentándome a su lado - Ahora tampoco - dije y soltó una carcajada. - Pero ya no es algo que me interese - era verdad - Bueno... sólo una en particular - me miró fijamente y sentí ahogarme en la profundidad de sus ojos.

- ¿En serio? ¿La de quién? - "Irene" gritó mi mente.

- La tuya. - mi corazón tomó las riendas de mi boca. Negó con la cabeza y volvió a mirar el campo - Aunque te dé lo mismo - susurré herida al ser ignorada, le había dicho que sólo me interesaba ella y no me prestó atención.

- Nunca dije que me daba lo mismo. -¿No podía verme mientras me hablaba?