Capitulo 5.

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Desabroche cada botón de su camisa para sacar a la luz su duro pecho cubierto con algunos pelos rubios. Su pecho subía y bajaba revelando lo rápida que se encontraba su respiración.

Empecé a pasar mis manos encima del acariciándolo mientras él me agarraba del trasero para presionarme sobre su notoria erección. Jadeos y gemidos se hacían escuchar a medida que nos desnudábamos. Me quito el sujetador y las bragas para admirarme con su vista, dios, tenía un calor sofocante, no se creen las ganas que tenia de tenerlo adentro mío.

Se abalanzo hacia mis senos y cogio el derecho con su boca, mientras que con la mano le regalaba caricias al otro. Mi excitación crecía cada vez mientras que Noah le daba la suficiente atención a mis pechos, comenzó a bajar dando pequeños mordiscos por mi abdomen, ombligo, caderas y finalmente encima de mis partes más bajas, arrancándome un enorme jadeo.

Al ver mi entrega se quito el bóxer dejándome ver su erección que al tener mi mirada encima comenzó a crecer notoriamente, demostrando lo dotado que era Noah. Caliente, me arrodille, agarre su miembro con una de mis manos y comencé a brindarle caricias de arriba hacia abajo notando como el dueño de mi cuerpo cerraba los ojos dejándose en mis manos.

Luego de unos minutos se alejo de golpe y me levanto del suelo para besarme fogosamente.

-Princesa, quiero perderme en tu cuerpo. Luego tendremos tiempo para darnos caricias. - Dijo con la voz ronca por la excitación.

Busco su billetera para poder sacar un preservativo, rasgo el envoltorio sensualmente con los dientes y vi atentamente como se lo coloca para después subirme de nuevo a su miembro.

Lentamente empece a descender mientras él se introducía en mi, sus venas en el cuello se empezaban a notar y sudor salía de su frente. Gemí al sentirlo completamente dentro de mí, al querer apagar el fuego que crecía en mi empecé a subir y bajar lentamente mientras él chupaba y lamia mi cuello y yo apoyaba mis manos sobre su pecho, dejándole mis uñas marcadas.
Gemidos retumbaban en las paredes, cada vez subía y bajaba más rápido hasta que Noah aferro sus manos a mis caderas para detenerme y empezar él a subir y bajar sus caderas, su ritmo era infernalmente rápido, gritos salían de mi boca mientras él susurraba en mi oído cuanto me había extrañado.
Seis, siete, ocho, nueve, diez, hasta veinte estocadas que me hacían quemarme por dentro sintiendo que el placer estaba a punto de llegar.
Después se varias estocadas seguidas llegue a un orgasmo que se sintió increíble y luego de un par más Noah soltó un varonil gruñido indicando que él también había conseguido el suyo. Caí encima de él apoyando mi cabeza en su pecho mientras él me abrazaba con sus fuertes brazos, ambos teníamos la respiración entrecortada, ¡Cuanto había extrañado eso!

-Eso fue...Increíble princesa. - Dijo depositando un beso en mi cabello.

-Dios cuanto había extrañado tu pene. - Dije mordiéndome el labio.

-Esa boquita tuya. - Dijo mientras reía.

Iba a decir algo más hasta que alguien abrió de golpe la puerta sorprendiéndonos.

-¡MIERDA ALEX, QUE ACASO NO SABES TOCAR LA PUERTA?! - Grite mientras rápidamente nos tapaba con un sabana.

-¡¿Y USTEDES NO SABEN PODER PESTILLO?! - Grito el idiota de vuelta, detrás de él se encontraba Leah mirando divertida la escena.

-Alex vete de aquí, y llévate a tu noviecita de acá. - Dije furiosa.

Me evaluó una vez más con su mirada para después darse vuelta y marcharse sin antes dar un gran y fuerte portazo.

-Esta cagado de la cabeza este hueon. - Dije aun enojada.

-Y tu y tus palabritas chilenas. - Dijo Noah riendo.

***********

Al otro día desperté encontrándome a mi primo en el suelo durmiendo y babeando, le lance un cojín con fuerza.

-¡Jodeeeer! ¡Eso dolió como la hostia Sam! - Dijo chillando.

-Deja de lloriquear y dime que mierda hacías durmiendo y babeando en mi suelo.

-Después de que Noah y Mel se fueran, te fuiste a acostar asique vine a tu habitación para rayarte la cara con un marcador mientras dormías pero me caí con tu maldita pelota saltarina y al parecer el golpe fue fuerte porque me duele mucho la cabeza. - Dijo mientras se sobaba la parte de atrás de su cabeza.

-Pero eso no explica porque dormiste en mi alfombra.

-Es que es tan suave y felpuda que fue inevitable no quedarme un tiempo acariciándola, y me termine quedando dormido encima de ella. - Dijo encogiéndose los hombros.

Comenzamos a hablar sobre la fiesta de anoche hasta que recordé la asquerosa escena de la que fui testigo en el baño.

-No puedo creer que hayas aceptado dinero de Melanie para acostarte con ella, ¿De verdad te convertiste en un puto?

-No soy un puto, pero estaba algo borracho, y con esos 5 dólares me podría comprar una cajetilla de cigarrillos, además, no era la primera vagina que tocaba así que no fue nada nuevo para mí, pero no te confundas, sigo prefiriendo los grandes y hermosos penes. - Dijo mordiéndose el labio.

-No necesitaba saber eso. - Conteste.

Bajamos para tomar desayuno, mi padre no se encontraba por lo que supuse que había ido a visitar a mi hermano al hospital.

-Hey, tengo una pregunta que te quería hacer. - Dijo Bruno jugando con sus cereales.

-Dime.

-Pues, anoche vi a la novia de Alex, a esa que tiene cara de puta barata, besándose con otro chico, ¿Siempre es así?

-¡¿QUE COSA?!

-Eso, mientras tu bailabas con tu noviecito, la vi besándose con un tío pelirrojo y muy apasionadamente.

-Joder, Bruno ve a ducharte.

-¿Porque tan pronto? - Dijo confundido.

-Debemos decírselo a Alex.

********

Estaba arriba de la moto de Bruno aferrada a su espalda mientras el conducía su Harley en dirección a la casa Alex, al llegar bajamos de la moto y caminamos hacia la puerta para luego tocarla.
Un tipo de mediana estatura, rubio con unos muy claros ojos azules y cabello corto, se parecía bastante a Garret Hedlund, nos abrió la puerta con un rostro soñoliento.

-¡Jeremy!- Dijo abrazándolo.

-Pequeña Sam, hace bastante tiempo que no te veía. - Dijo levantándome del suelo. - ¿Como has estado? Veo que trajiste a Bruno. - Dijo mientras se daban un abrazo de machos.

-Bien pero lamento no poder quedarme a conversar, debemos hablar urgentemente con Alex, ¿Se encuentra acá?

-Lo siento, se quedo a dormir en casa de Leah. - Dijo Jeremy con una mueca de asco. A él nunca le había agradado Leah.

-Gracias por decirnos Jeremy, algún día de estos pasare por acá para conversar. - Dije guiñándole el ojo.

-Adiós, cuídense chicos. - Dijo despidiéndose.

Nos subimos a la moto para ir a la casa de la zorra de Leah.

Alex debía saber todo esto.

Es difícil decidir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora