Capitulo 9.

139 3 0
                                    

Al entrar al salón de clases lo divise a lo lejos, me acerque sigilosamente por atrás suyo mientras él hablaba con un grupo de chicos y Mel, ella no entendía lo que quería hacer, le pedí silencio con la mirada. Puse las manos en los ojos de él y le estampe un beso en la mejilla.

-¿Quién es? - Dijo Alex tocándome las manos.

-Una persona muy culona. - Dijo Melanie riéndose.

-Mmm, ¿Sam? - Dicho eso retire las manos de su cara.

-!Hey! ¡Mi culo no es demasiado grande! Es normal. - Gire mi torso para mirar mi culo. - ¿O no?

-No. - Contestaron todos al unisonó.

-Envidiosos. - Al decir esto toco la campana indicando que todos debían sentarse ya que a empezaban las clases. - Hey, por cierto Alex, gracias por los helados. - Dije sentándome a su lado.

-De nada cabezota. - Dijo mientras me agarraba la nariz. - ¿Así que ya estoy perdonado? - Dijo sonriendo.

-No, aun te quedan dos.

-Maldita perra....

-¿Perdón? - Dije haciendo la sorda.

-Que te amo. - Dijo dándome un beso en la comisura de los labios. Aleje su cara rápidamente.

-Basta Alex. - Dije seriamente.

-Aguafiestas. - Dijo y se cruzo de hombros.

Al almuerzo me dirigí al casino escuchando música, al llegar estaban Melanie, Alex, Brent, Megan (una chica muy simpática que almorzaba con nosotros en ocasiones) y algunos chicos del equipo de soccer.

-¡¿YO QUIERO LA COMBI COMPLETA, QUE? CHOCHA, CULO, TETA. YO QUIERO LA COMBI COMPLETA, QUE?!

-¡CHOCHA, CULO, TETA! - Dijo Megan siguiendo la canción.

-¿Que mierda cantan? - Dijeron todos en la mesa.

-Una canción, daa. Es una que se escucho mucho en Chile. - Dije sonriendo mientras me acordaba de mi país.

-¿Nunca has pensado en regresar? - Pregunto Megan.

-La verdad es que a veces me pregunto por qué no regreso, pero, ahora vivo acá, tengo a mi familia, amigos y lo que necesito.

-¿Y que paso con tu madre? - Dijo Megan confundida.

-¡MEGAN! - Dijo Melanie, ella sabía que no me gustaba que me hablaran de mi madre.

-Tranquila Mel, puedo decirle...Bueno, mi madre se caso con un señor con bastante dinero, no tenía nada en contra de él y nos trataba bastante bien a mi hermano y a mí, se notaba que él amaba a mi madre, así que, si ella era feliz, yo lo era. Él era muy bueno con nosotros, pero con el paso del tiempo conocimos a sus dos hijos, me trataban pésimo, y solo lo hacían por que se creían superiores a mí al tener dinero, en fin, mi mamá se caso con él, pero había un problema; querían vivir juntos pero eso significaba que mi hermano y yo debíamos dormir bajo el mismo techo que los hijos de él, así que mi hermosa madre (nótese el sarcasmo) no se le ocurrió nada mejor que mandarnos a vivir con mi padre para que no estorbáramos en su felicidad.
Mi padre luego de separarse con mi madre se vino a trabajar a Estados Unidos por cosas del trabajo, yo nunca me sentí abandonada por él ya que siempre que podía nos venía a visitar o enviaba cartas o nosotros veníamos para acá por las vacaciones, él no nos abandono, él no fue como mi madre...

Una lagrima se escapo de mi ojo y rodo por mi mejilla.

-Oh Sam, como lo siento, lamento hacerte sentir así, es mi culpa. - Dijo Megan antes de abrazarme.

-No te preocupes Megan, estoy bien. - Dije limpiándome la lágrima y sonriendo. - Disculpen, iré a comprar algo con chocolate. - Dije parándome de la mesa.

Me dirigí a la fila, avanzaba algo lento en realidad, pero cuando el cuerpo pide chocolate uno debe cumplir los mandatos.

-¿Estas bien? - Dijo Alex atrás mío asustándome.

-¡Dios Alex! ¡Me asustaste ahueonao'! - Dije con la mano sobre mi pecho que subía y bajaba.

-Contesta a mi pregunta. - Dijo serio.

-Si Alex, estoy bien, lo que pasa es que hace tiempo no hablaba de mi madre, me puse algo sensible pero ya se me paso.

-Está bien. ¿Que comerás?

-¡Galletas con chispas de chocolates! - Dije dando pequeños aplausos.

-¿Solo eso? Sam debes alimentarte mejor, no le hace bien a tu organismo, te sentirás débil.

-¿Ahora te crees Christian Grey? ¿Ahora que sigue? ¿Llevarme a tu cuarto rojo del dolor y azotarme como si no hubiera mañana?

-Te gustaría. - Dijo con una sonrisa ladeada. - Ahora vuelvo.

Se fue caminando hacia un lado, pasaron 5 min y la fila aun no se movía y él no regresaba, ¿Donde estaba?. De pronto sentí que algo me tiraba del brazo, sacándome de la fila. Era el cabeza de mono.

-¡HEY! ¡ESTABA HACIENDO LA FILA!

-Ya no es necesario. - Dijo mostrándome una bolsa de almuerzo al frente de mi rostro.

-¿De donde sacaste eso?

-Una chica me lo ofreció a cambio de una sesión de besuqueos en el baño.

-¿Prostituiste tu boca por mi? - Dije poniéndome una mano sobre el pecho.

-Si si, ahora soy un puto como Bruno.

************

Me encontraba en el hospital, al lado de la cama de mi hermano mientras le leía una revista sobre autos, yo siempre he creído que cuando se está en coma uno puede escuchar lo que dicen a su alrededor.

-Y aun que muchas personas afirman que el Lamborghini Aventador es más rápido, se comprobó que el Lamborghini Gallardo lo supera en velocidad y potencia...

-¿Que haces? - Pregunta mi padre al entrar a la habitación, se acerco a mi para depositar un beso sobre mi frente y sentarse al lado mío.

- Le leo una revista sobre autos, ¿Porque saliste antes del trabajo?

-Porque al jefe se le dio la gana.

-Me alegro por ti. - Dije riéndome. Al ver que él no se reía conmigo le pregunte. - ¿Que sucede?

-Tu madre llamo.

-¿Que quiere esa señora? - Pregunte cerrando de golpe la revista.

-Es tu madre Samantha, no la llames así. - Dijo acariciando mi mano. - Quiere venir hacia acá y verlos.

-¡Ja! ¿Luego de tantos años recién ahora quiere vernos? ¿Luego de que solo me llamara para mi cumpleaños y navidad quiere que la vea a la cara y le diga "Hola mami"? Tu sabes que no puedo hacer eso papá.

-Decide bien Sam, yo le dije que no te obligaría a hablar con ella, que podía venir a ver a tu hermano pero que contigo era distinto, ella debe respetar tu decisión. - Dijo abrazándome con un brazo por los hombros.

-Te amo papá.

-También te amo hija.

En ese momento mi hermano movió uno de sus dedos, fue un leve movimiento, pero al fin y al cabo un movimiento. Toda la habitación se quedo quieta para mí, no escuchaba nada y con mi padre no dejábamos de verlo.

Había movido su dedo.

Dio un signo de estar aquí, de que nos escuchaba.

-También te amo a ti, hijo. - Dijo mi padre mientras se le escapaba una lágrima y acariciaba la mano de mi hermano.

Es difícil decidir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora