Capitulo 29

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Día domingo y mi mente seguía confusa. Habían pasado demasiadas cosas en solo un par de días.

Primero ver a Noah besando a Megan.

Luego besar a Alex.

Y para rematar encontrarme con los encantadores gemelos Rodríguez.

Solo faltaba que un pájaro cagara en mi cabeza.

Luego de ducharme y vestirme baje a tomar desayuno con mi padre y Bruno, quienes discutían para saber quién era más guapo.

-Tú no sabes cómo se peleaban las mujeres por mí. - Dijo mi padre orgulloso.

-Y tú no sabes cómo hombres y mujeres compiten por mi. - Dijo Bruno guiñándole un ojo.

-Admite que te supero con eso. - Le dije a mi padre antes de besar su mejilla.

-Malditos niños, será mejor que duerman con los ojos abiertos. - Dijo amenazándonos con la cuchara que ocupaba para sus cereales. - ¿Estas lista para el recital? - Dijo mirándome.

¿Recital? ¿Qué recital?

-¿De qué recital hablas? - Dije confundida.

-El recital de ballet de Lana, al cual ustedes están invitados.

-Mieeeeeeerda, lo había olvidado. - Dije pegándome dramáticamente en la frente.

-No uses malas palabras Samantha. - Dijo regañándome.

-Lo siento, ¿Tu iras?

-No puedo, cosas del trabajo, ya lo sabes. Tendrán que ir ustedes. - Dijo mi padre sonriéndonos. Le respondí con una sonrisa y me senté a desayunar con ellos.

Mi padre al terminar sus cereales se levanto y se comenzó a alistar para ir al trabajo, al marcharse Bruno me miro seriamente.

-¿Tengo un pene dibujado en la cara que no dejas de mirarme? - Dije harta de sus miradas.

-Te noto algo rara. ¿Ocurrió algo ayer? - Dijo con cautela.

-Vi a Thomas y a Elena. - Dije sin inmutarme.

-¿Estas de coña, no? - Dijo Bruno con sus ojos azules casi saliéndose de su cabeza.

-No, los vi ayer mientras esperaba el autobús.

-Los odio, joder, los odio. - Dijo Bruno apretando sus puños. - ¿No te hicieron nada, cierto?

-No, no me hicieron nada. Pero si me jodieron el día, la semana y el año entero. - Dije cabizbaja.

-¿Qué te dijeron esos hijos de puta?

-Que se quedaran unos meses, David quiere comprar unas empresas de por acá cerca.

-David me cae bien, es un buen tipo. Pero ¡Hostias! Odio a sus hijos. - Dijo furioso.

-Créeme que yo igual. - Dije rodando los ojos.

-¿Le dirás a tu padre esto? - Dijo con timidez.

-Creo que sí, debe saber que su ex esposa se encuentra acá, solo para evitarle futuras sorpresas.

-Pienso lo mismo que tu. ¿Lista para el recital? - Dijo parándose.

-Deja que me lave los dientes y salgo. - Dije parándome para luego correr escaleras arriba.

Luego de 5 minutos estábamos Bruno y yo sentados en su moto andando en dirección a la casa de Mel, al llegar la vimos como siempre guapa y elegante.

Es difícil decidir...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora