En una región de un país bastante grande, época de la edad media, existían 2 reinos divididos entre el odio conocidos como el reino del norte y el reino del sur. Aquellos tiempos de antaño hubieron constantes guerras gracias a que los reyes de ambos reinos eran cegados por la ira y la sed de sangre.
Nuestra historia comienza en el reino del sur, en una casa media pequeña con una chica de 19 años con aspecto de ser fría y despiadada, que en ese momento pulía sus armas. Aquella chica se llamaba Melion, y era capitana suprema de la orden del rey militar.- esto será suficiente-.Dijo ella y sopló sobre una de las espadas.
En ese momento se escuchó unos golpes fuertes en la puerta.
-¡Melion!¡Abre la puerta en nombre del rey!- Gritaba la voz que ella reconoció de inmediato, ya que, era de un guardia del castillo.
Ella abrió la puerta con seriedad preguntándose a que venían a estas horas de la noche.
-¿Que desean aquí?-.- El rey manda a buscarte, requiere de tu presencia ahora mismo.- Fue la respuesta con total frialdad de parte del guardia.
-Pues yo no iré. Acabo de volver de una misión y a mi no me moveran de mi casa-Fue su respuesta.
-El rey te ordena ir o....-.-Ya ya, iré.-respondió entre suspiros.
Ella guardo su equipo de pelea y se dirige al castillo con una gran frustración, se sentía cansada y sus pensamientos no los ocupaba nada mas que las preguntas del por qué la llamaron.
-Espera aquí- Dijo el guardia al llegar a la entrada del castillo.
Melion se quedo esperando afuera dirigiendo su mirada a un delicado rosal azul, su color cautivaba su atención e hipnotizaban su mente, lentamente se acercó a cortar una, pero, fue sorprendida por el guardia.
- Que estas haciendo- Le dijo con voz fría.
-Solo iba a sacar una rosa- contestó, sin embargo su respuesta fue ignorada.
Ella cruzó el jardín y paso la puerta principal, entrando a un lugar espacioso y lujoso, candelabros en el techo, pinturas de la realeza, suelo de un color tan frío cual hielo del invierno, representando el color del sur.
-¿Que desea ahora?- Dijo ella al estar frente al rey, sin dar una señal de querer arrodillarse, estaba harta de las peticiones del rey.
-Tengo una misión para ti-Dijo con su voz profunda el poder absoluto del reino, ignorando la falta de respeto, pues, era propio de Melion.
-Disculpe mi falta de respeto majestad, pero, yo no hace mucho regrese de una, yo exijo que me de un descanso- se quejó ella.
-Esta es mucho mas importante que la anterior- Dijo severamente -nos han robado Melion, Nos robaron la joya de nuestros antepasados.
Cuando Melion escuchó aquello no evito abrir sus ojos como platos, habían robado la joya que era de los antiguos monarcas del reino.
-¡¿QUIEN A SIDO!? ¡LO MATARÉ CON MIS PROPIAS MANOS!- Gritó con ira.
-un espía norteño se infiltró y robó la gema, pues le hemos atrapado al cruzar la frontera. Tú irás a recuperarla, solo tu- Le dijo el rey.
Melion se quedo pensando un momento ¿enserio el rey le encomendaba una misión tan importante? ¿A pesar de su rebeldía?, no podía sentirse más orgullosa.
-Me honra que me haya escogido majestad.....no lo defraudaré, partiré hoy al amanecer- Dijo decidida, y sin esperar nada más se retiró.
Paso todo el resto de la noche arreglando su equipo, todo lo necesario para cruzar la frontera, agua, armas, dinero, etc. Planeaba volver pronto, sin saber lo que luego sucedería.
Partió apenas el sol salió, el frío chocaba con su cara, pero eso no la detendría. Caminó todo momento, no hasta detenerse en las entradas del reino enemigo. Caminaba con su mayor rapidez sin detenerse mientras calculaba el tiempo, tenía que agradecer las horas le restó haber estado en el pueblo mas cercano a la frontera , jamas se le dio bien la matemática, pero podía sumar y restar lo que tardaría en llegar ; Y sus cálculos fueron correctos, para el atardecer había tocado suelo norteño.
Se asomo por la entrada del reino, era enorme, el suelo rocoso, las casas de piedra, los guardias se hallaban en muchos rincones con sus ojos grises de la seriedad.
-Es mas grande de lo que imaginé- pensó ella, algo sorprendida con el aspecto de la ciudad
Miro un momento las calles muy interesada, pero no. Se concentró en intentar entrar, y buscar el lugar de los tesoros del norte que siempre era su sagrado templo. Se coloco una capucha y caminó tan rápido y natural como pudo, pero no fue lo suficientemente natural como para pasar desapercibida ante la mirada de los guardias.
-¡Oye tu!-gritó uno- ¡ven aquí!
Ella ignoró su orden continuando su camino, pero luego se vio escapando de varios guardias que habían sido alertados por su compañero.
-tengo que quitármelos de encima- pensaba segura de sí misma. Había estado en situaciones similares así que sentía que podría con ello.
Giró por unas calles, usando todo lo que podía para impedir su camino, cajas, puestos de venta, hasta niños. Los guardias ante los obstáculos la perdieron de vista, y ella viró en una calle segura de habérselos quitado de encima... Hasta que se dio cuenta que era un callejón
-¡joder no!- se quejó, había olvidado por completo que ese no era su pueblo, su reino, ni su región. Su orientación ahora era inútil y los guardias no tardaron en saberlo.
La rodearon dejándole sin salida, y antes de dar pelea se le tiraron encima, y la inmovilizaron quitándole todas sus armas, y claro, en el proceso salió lastimada.
-¿que tenemos aquí?- dijo un guardia quitándole la capucha a Melion, y al ver su tez blanca, pudo notar que era una forastera-oh, pero si es una sureña, y tu aspecto llega a dar miedo- se le asomó una sonrías que le causó un escalofrío que se deslizo por la espalda de Melion.
-dime ¿quieres vivir o morir?- preguntó el capitán con un brillo de malicia en sus ojos.
-mátenme- respondió.
- si eso quieres....¡llevénsela!¡el rey la juzgará!- ordenó y sin decir más se retiró.
Sin embargo, los demás comenzaron a golpear a Melion allí mismo, abusaron de ella y la arrastraron hasta el calabozo más frío y oscuro que se encontraba.
-Esto no puede estarme pasando...- dijo entre tos, costándole mantener su respiración regulada.
Su estado era lamentable, aún si había estado peor en guerras, en una misión tan importante, terminó, sangrando, dañada y con suerte orientaba el final del calabozo.No podia siquiera pararse, así que definitivamente... Ella había caído.
//¡LAMENTO MUCHO LA ACTUALIZACION DEL PRIMER CAPITULO! D: :c lamento muchísimo la tardanza, espero que les guste como empezará a ser la novela

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El amor de mi enemigo
RomanceEn la edad media,Dos personas con espectativas diferentes se ven envueltos en un momento inoportuno, conociendose e intentando salvar la vida del otro ¿podrá el amor nacer? O.... ¿Simplemente la muerte y la sangre prevalecerán? ...