El amor de mi enemigo

Capitulo IV (parte 4)

El sol teñía la madrugada, colores cálidos y escarlatas pintaban el cielo de un mal augurio. Seguro llovería.

-mm...m...-se escucha emitir un sonido de los labios de Kay al acomodarse en la cama.

Este soñaba ligeramente, tapado por las sabanas y sintiéndose muy abrigado cuando su cara chocó contra algo extraño ¿que era eso? No había sentido algo parecido antes. Pensó en correrlo sin abrir los ojos, pero después prefirió ver que era y al abrirlos definitivamente se vió enfrente de una espalda blanca semi-desnuda por el ropaje.

-¡oh dios!- pensó nervioso, esa tez blanca, juvenil, que parecía tan suave yacía frente a él. Lo  incitaba a tocarla, lo intentó, rozó sus fríos dedos muy suavemente y eso provocó que ella se moviera del cosquilleo despertándose lo cual lo asustó.

//ni que fueras virgen xD//

-¿mmm?- se sintió un sonido que provino de Melion y esta bostezó al abrir sus ojos.

Kay se puso nervioso e intentó parecer natural, pero, sus mejillas morenas estaban algo rojas.

Ella lo miró somnolienta- buenos días-bostezó.-estas algo rojo ¿tienes fiebre?- dijo mirándolo fijamente colocando su mano en su frente y mejillas.

-no es eso...no importa- dijo con un suspiro sin poder moverse, sus músculos estaban adoloridos de la golpiza de la noche.

Melion se levantó a darle de comer, no iba a forzarlo a caminar ¿como podría? Es como que él la hubiese forzado a hacer todo cuando llegó de la prisión. Bajó para preparar un buen desayuno para Kay, subió cuando lo hubo terminado y lo ayudó a comer, lo mimó toda la tarde lo cual hizo sentir feliz a Kay, su mirada, su voz, su sonrisa y cariño era lo que le hacía pensar que jamás fue su enemigo, y talvez sería algo más.