El amor de mi enemigo

"Hay que hacer cambios"

Ni que fuera Shingeki no kyojin para ponerle ese titulo x'D BUENAS A TODOS ADIVINEN QUIEN VOLVIOOOOO.

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La mañana era espléndida, los pájaros cantaban cual ocarina afinada, daba un placer sentir aquel escalofrío del viento pasar por la piel.

Todas estas sensaciones experimentadas desde una ventana que daba hacia el bosque.

-Que hermoso se ve el bosque...- se escuchó salir con un suspiro de los labios rosa de una blanquecina mujer.

-¿Melion? Ven aquí un momento por favor- se escuchó el llamado de su compañero desde el primer piso.

-ya voy- le respondió esta con cierto desgano, cerró las ventanas con suavidad para luego bajar a contestar el llamado del moreno.

-mira que te he traído- dijo este con los labios formando una sonrisa divertida mientras sus manos descargaban unas prendas de hermosos colores.

Las prendas eran exclusivamente para mujeres jóvenes, eran de tonos fríos y no muy cargados.

-co-como conseguiste esto- la chica estaba impresionada ante la calidad de las ropas.

-conexiones...- respondió el contrario.-anda, pruebatelas, quiero ver si te quedan- pidió este con emoción.

-claro- asintió la pálida para subir a la habitación, y desvestirse frente a un espejo, mirándose al colocarse las prendas.

Y exactamente le quedaban.

La forma de la cintura se adaptaba a su cuerpo, sus senos estaban tapados y acomodados mientras su clavícula y hombros tenían suficiente para dejar entre tapado y libre, con perfecto movimiento.

Esta sonrió, aunque no acostumbraba a tener prendas así, si le quedaban.

Sus pensamientos fueron irrumpidos al escuchar un sonido en la puerta.

-pasa- le dijo esta.

El chico entró, llevando sus dorados ojos inmediatamente a ella.

Su cara comenzó a sentirse extrañamente tibia.

-te queda muy bien- solo pudo decir con una torpe sonrisa.

-muchas gracias Kay- le agradeció con una humilde reverencia.

-wow...¿te has dignado a doblarte?- se rió este con ganas.

-ríete lo que quieras, sigue así y te quedas sin hombría- bromeó la otra.

Aunque sus ojos iban enserio.

-si, no quiero perder mi dignidad- suspiró este con gracia.-entonces...¿estas lista? Es hora de que veamos como cambiar tu aspecto- le agregó el ojidorado.

-si, tengo algo en mente- dijo esta.- solo espera aquí- salió de la habitación.

Este se encogió de hombros en un suspiro para mirar al techo.

Pasaron las horas, este se entretenía de distintos modos, hasta que tocaron la puerta.

-¿ya?- preguntó este para reincorporarse y darle paso a la figura frente a si mismo.

Esas esmeraldas estaban clavadas en él, sus hombros estaban semi-desnudos, su cuerpo estaba encajado en el mismo traje, pero algo faltaba.

El cabello tan largo hasta sus caderas ahora era reducido a una melena larga medio trenzada.

Lo deseaban yo lo se, me aman, extrañan esto ewe