Sober (Meanie) MINWON

Nunca es suficiente

Se puso su reloj plateado en la muñeca y observó su reflejo en el espejo. Sonrió amargamente.

Un traje azul marino ajustado y terminé tomando el último trago de vino rojo.

Salió directo hacia el auto; manejó por la ciudad obscura con la música baja mientras sonreía en medio de la obscuridad de su auto.

La sonrisa se borró de su rostro al llegar al lugar, se bajó del auto y dio las llaves al parking.

Bajó caminando solo en medio de las escaleras enormes del lugar.

Se dejó guiar solamente por su dirección, amontonándose entre la gente.

—¡Y aquí está el gran Wonwoo!

—Hola, Jeonghan. ¿Qué te trae por estos lugares? La beneficencia no es lo tuyo

—Lo hacía más por querer salir y bueno, este fue el único plan. ¿Solo? ¿Dónde está Kim?

—No lo sé, espero no haya venido y si lo hizo, probablemente esté con su esposa.

Jeonghan rodó los ojos, sentandose de lado del menor.

—De verdad. Wonwoo, ¿en serio sigues estando con ese estúpido que solo te utiliza para sus deseos sexuales? Hace mucho dejo de amarte.

—Lo amo

—Es increíble que no te crea estas palabras.

—Dile eso a mí corazón aferrado.

El mayor negó, dando un sorbo a su bebida, mirando a lo lejos al alto junto a una elegante mujer.

—Dios, ¿Nos vamos?

—¿Por qué? —miro alrededor, mirando al alto con su mujer, suspiro y sonrió —no es necesario, estoy acostumbrado a verle feliz a su lado.

—No entiendo cómo es que se vea tan amoroso junto a ella y te busque siempre. ¿Realmente la ama? Yo no lo creo; quien ama a alguien jamás la dañaría.

Sonrieron mientras su amigo se presentaba, sentándose a su lado.

—Amigos, necesito presentarles a mis otros amigos para que traten de llevarse bien, a excepción de Mingyu que ya lo conoce.

—Claro, Chan, sería increíble. Todo lo que haces nos gusta —mencionó el mayor de los tres.

—De hecho no te esperaba en la beneficencia. Jeonghan

—Bueno, quizás mi corazón cambió y ahora soy una nueva persona noble que ama hacer actos de caridad.

—Oh, Hanie, muchas gracias —le dio la mano a Wonwoo para jarlo junto a Jeonghan y abrazarlos a ambos.

—Vamos, quiero verlos reunidos con los demás y que no estén sentados aquí solos por favor.

—Vamos

Los tres caminaron hasta una mesa con varias personas, entre ellas mujeres y hombres.

Wonwoo sonrió hasta mirar a Mingyu sentado mirando su teléfono con su mujer, tratando de llamar la atención de su esposo.

Chan carraspeó la garganta, haciendo que todos voltearan a verlo a él junto al par de amigos...

—Recuerdan que les dije que tengo unos mejores amigos de toda la vida.

Seungkwan asintió sonriendo.

—Bueno, ellos son Jeonghan y Wonwoo, son mayores que yo, pero son unas personas increíbles y me gustaría que quizá hablaran un poco con ellos, me gustaría pensar que les agradan o al menos tienen algo en común.

Wonwoo tomó de un solo trago el champagne espumoso, volteando hacia otro lado.

—Oh, mucho gusto, nosotros somos Seungkwan, Seungcheol, Mingyu, Jun y Minghao —les invitó a sentarse.

Lo hicieron sonriendo algo incómodos al lado de su mejor amigo Chan.

—Ellas son, Binnie, la esposa de Seungcheol, Eunbi, la esposa de Mingyu; yo estoy soltero al igual que Hao y Jun que son chinos.

—Un gusto, somos Jeonghan y Wonwoo, y bueno, mi novia no pudo venir esta noche. De antemano, Chan ella dijo que lo siente...

—Ah, no te preocupes, está bien; debe estar muy ocupada.

Jeonghan asintió sonriente, tomando su mano, mirando a su mejor amigo incómodo.

—Y Wonwoo, bueno, él —volteó a verlo distraído hacia otro lado —él está soltero.

—Uh, que interesante —mencionó Jun coqueto dejando de lado su teléfono—. ¿Y cuántos años tienes Wonwoo?

El menor miró de reojo al chino, sonriendo por cortesía.

—28

—¡Wow! Eres joven, me presento —se levantó metiendo su teléfono a su pantalón, tomando una copa de champagne que tomó de la bandeja de meseros y le hizo una seña a Hao con la ceja para que se recorriera. —Mi nombre es Jun, tengo 35 años, soy chino y tengo toda la disponibilidad de conquistarte —terminó guiñando un ojo mientras tomaba un sorbo de champagne dorada.

—Un gusto, pero no, no estoy interesado; lo siento.

—No, no, piénsalo y quizás. Saco una de las tarjetas de presentación para ponerla en la bolsa decorativa del saco de Wonwoo —quizás si lo reflexionas puedas marcar algún día, más allá de un físico. Me intriga tu mentalidad joven. Wonwoo, yo lo dejaría todo si algún día me pide que venga.

Todos rieron ante el coqueteo descarado de Jun mientras Mingyu miraba la escena con recelo y se terminaba de un trago su copa de vino...

—bueno, demaciado cuchicheo, quizás deberías usar ese montón de palabrerias baratas para las futuras exposiciones en la empresa.

Jun volteó mirando a Mingyu mientras terminaba de comer el bocadillo y sonrió asintiendo.

—No te preocupes, Mingyu, enfócate en lo tuyo, lo demás déjamelo a mí.

Jun sonrió coqueto, guiñando un ojo para él.

—Ah, tan irritante.

—Y tú tan enojón, Mingyu, relájate, tú solo has tu parte y déjame brillar en la mía.

Wonwoo sonrió sarcásticamente mientras escuchaba la conversación de ambos.

—Por cierto, Wonwoo ¿qué tan bueno eres para los negocios?

Wonwoo sonrió negando dejando su copa en la mesa —malísimo, en serio.

—¿Que? Tienes pintas de inteligente...

—¡Oye! Lo soy, soy inteligente, pero no para nada de esto, aburrido, las negociaciones y todo esto me parece sumamente desgastante.

Seungkwan se interesó en el comentario de su menor y se convirtió en un acompañante más de la plática.

—Ah ¡Vaya vaya! Eres tajante. Wonwoo, eso te hace más interesante, entonces ¿qué eres?

—Soy piloto aviador, ando de un lado a otro todo el tiempo, eso es lo que me gusta.

—Ok, eso es bueno —Seungkwan arremetió intrigado —pero, es más peligroso que ser un negociador. Wonwoo

—Bueno, ¿qué es la vida sin un poco de adrenalina?

—Tienes razón, no es lo mismo perder dinero que perder la vida; creo que los negociadores deberíamos tomar riesgos para sentir esa adrenalina.

—Creí que todos los tomaban —miro a Mingyu que alzó una ceja tomando otra copa de vino tinto de un solo trago. —No se trata solo de perder la vida —Wonwoo sonrió sosteniendo la mirada de Mingyu. —Muchas veces también podría perderse la dignidad.