Por el contrario

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—¿Qué paso con Jun?

—Bueno, la última vez que lo vi le dije que no funcionaría, que para mi desgracia Mingyu siempre estará ahí, es estúpido, pero es lo único que tengo, mi maldita dependencia emocional.

—¿Y qué paso con Mingyu?

Lo vi cuando volví después de saber lo de mi madre; fue algo extraño, supongo que sintió lástima por mí; él me abrazó, me dio consuelo y en la mañana me hizo el desayuno, me llevó un regalo y volvió a abrazarme y besarme sin llegar a nada más. Se despidió tarde y volvió a besarme.

—No te hagas ilusiones; sigue siendo un imbécil.

—Sí, te digo que no lo tome personal, creo que fue algún tipo de remordimiento de conciencia; si me lo preguntan, no deseo que Mingyu se quede conmigo; pienso en sus hijos y en lo mucho que los ama, no puedo alejarlo de ellos, por esa razón entiendo que él no esté conmigo.

Tampoco es bueno que los niños crezcan en un lugar donde el amor no existe.

—Tampoco es como que Eunbi se dé cuenta; ellos nunca tienen peleas y Mingyu suele ser respetuoso con ella.

Con esto me queda claro que Mingyu no ama a nadie más que a él mismo y a sus hijos; ambos deberían salir de ahí.

Ya no importa.

—Oye Wonwoo, Chan me preguntó recientemente si tú y Mingyu habían vuelto a hablar. Le dije que no.

—¿Tendrá alguna sospecha? Él nos vio terminar; desde ahí no lo sabe. Me siento como un gran mentiroso con mi mejor amigo.

¿También te lo pidió Mingyu, cierto?

¿Qué creías, Jeonghan? Es amigo de Eunbi. Mingyu no quería correr riesgos.

Wonwoo sonrió negando mirando su café.

—Es increíble todo lo que he hecho por Mingyu; deje a mi madre, mi ciudad, engañe a mi mejor amigo, engaño a su esposa, deje a Jun y varios chicos más solo por él, estoy tan jodido.

—Amigo, quisiera decir que no, pero sí, estás completamente jodido, hasta a mí me rechazaste y mira que fuiste el único hombre que me gustó.

Wonwoo sonrió negando.

—Mamá me pidió que fuera feliz en la carta, porque lo merezco y comienzo a creerle. Últimamente, le he pedido que me ayude; espero que no tarde tanto porque ahora solo quiero correr a los brazos de mis padres.

—No lo digas ni de broma, mejor vámonos.

Jeonghan y Wonwoo salían de las compras en el centro comercial; a lo lejos miraron a alguien saludarles.

—Hola ¿Cómo están? Los vimos desde hace rato hablando y no quisimos interrumpir.

—Bien, ¿qué tal ustedes? Hola, preciosos —Jeonghan se agachó besando la mejilla de la pequeña MinMin.

-hola Seulmin —Wonwoo la abrazó correspondiendo a sus pequeños brazos.

—¿Siempre cargas con tu sobrina?

—Sí, Seokmin está haciendo un curso en Estados Unidos, vendrá pronto.
¿Ya tienen todo listo para la boda de Chan?

—A eso vinimos, por nuestros trajes. ¿Qué tal ustedes?

—Excelente, ya el próximo fin de semana nos veremos ¿? ¿Vienen en autos?

Si no se preocupan, manejen con cuidado.

Seulmin regresó corriendo a los brazos de Wonwoo para darle un beso en la mejilla...

—Parece que alguien extraña a su padre, prometo que vendrá pronto, vamos, Seulmin—. Binnie la cargo para llevarla hasta el auto.

Eunbi sacó la cadena del Alajeró de Mingyu y comenzó a mirarla mientras su esposo terminaba de bañarse.

La estuvo observando por un tiempo.

El alto entró observándola con una ceja levantada.

¿Qué haces? —Se la quito de las manos para ponerla en su muñeca—. No me gusta que toques estas cosas que son muy personales.

—La usas más que nuestro anillo de casados. ¿Es importante?

—Es algo familiar, Eunbi, no me cuestiones, jamás lo he hecho contigo y lo que usas.

La chica se levantó abrazando a Mingyu, besando sus labios y tocando su abdomen.

—Eunbi, tengo que entrar temprano al trabajo, por favor, adelántate a la recámara.

—¿No tienes un poco de tiempo para mí?

—Por ahora estoy cansado, será después, vamos.

—Te amo —lo miro a los ojos esperando una respuesta.

Mingyu volteó hacia el espejo asintiendo.

—Por cierto, mañana voy a recoger nuestra ropa para la fiesta de Chan, antes de olvidarlo.

Ella aflojó su abrazo, asintiendo a sus palabras, alejándose de él y caminando hasta su cama...

Se tiró en ella esperando por el alto.

Mingyu entró con la ropa acomodada y se recostó a su lado dándole la espalda.

La habitación se sentía fría, sobria y melancólica

Quiso dormir, pero el peso en su pecho era más fuerte. Se levantó caminando hasta la habitación de sus hijos.

Los miró y comenzó a sollozar en silencio al llegar a la sala mirando su foto de casados. Ese día era tan especial, esperado y feliz por ella, pero para él no. Aún recuerda lo mucho que tardó para llegar a la recepción, sus ojos llorosos, el cómo nunca la miró a los ojos y el sí apenas audible ante las personas.

Ni que decir del evento, él solo quiso irse lo más pronto posible; llegaron ese día solo a dormir porque estaba cansado y las siguientes semanas también fue a sí.

¿Qué pasaba por la vida de Mingyu? Pocas veces lo vio feliz; varias de ellas fueron en el anuncio de sus embarazos y las llegadas de sus hijos. Si algo tenía que aceptar era que nunca vio a un padre tan entregado como él.

Su indiferencia comenzaba a dolerle; no tenía dudas; Mingyu simplemente no le amaba.

Sober (Meanie) MINWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora