Hasta la raíz

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—¿Vamos con mi novia a un árcade?

—Honestamente, prefiero no intervenir en sus actividades como pareja; debe ser algo aburrido.

—En absoluto, cariño, sabes que eres bienvenido —argumentó Jeonghan.

—No, vayan ustedes, además estoy cansado, probablemente solo vaya a dar una vuelta por el parque, necesito aire.

—Bien

Wonwoo sintió vibrar su teléfono y lo sacó mirando el nombre de Chan.

¿Sí?
—¿Estás ocupado? Jeonghan me dijo que él sí
—Algo ¿por qué?
—¿No vienes con mis amigos y yo a un bar? Estamos Seungcheol, Seungkwan, Jun y Mingyu
—No, está bien, acabo de llegar y me siento algo cansado, por favor, disfruten.
—Bien, te quiero cuídate.
—Lo haré, tu igual, por favor.

Chan colgó el teléfono, regresando su vista a los demás que esperaban.

—Jeonghan dijo que iba a salir con su novia y Wonwoo simplemente acaba de llegar y está cansado; lo mejor será que descanse. Pidió que disfrutemos.

—Es una lástima —intervino Jun —me iré la próxima semana y me hubiera gustado verle.

—Puedo organizar una salida este fin de semana y convencerlo.

—No, no voy a presionarlo, ni que se sienta en la obligación, seré paciente, el tiempo dirá si es posible.

Todos continuaron bebiendo y jugando un rato en los diferentes juegos de árcade.

Mingyu miró la hora en su teléfono y se puso su saco, arreglando su cabello y la corbata.

Una mujer se sentó a su lado y comenzó a coquetear descaradamente frente a él

—¿Estás solo? Puedo acompañarte —ella pasó sus manos por las orillas del saco negro ajustado del alto.

Mingyu quitó sus manos del saco, parándose de inmediato.

—Ya me voy, chicos, nos vemos luego.

—Sí, amigo, maneja con cuidado.

[...]

Iba manejando en la carretera, pensando si Wonwoo estaría en su apartamento solitario o en el de ambos.

Iba a tomar la ruta hacia su apartamento de soltero y en el último momento dio vuelta para el apartamento de ambos.

Llegó, se estacionó y bajó del mismo camino hasta el elevador y salió de él una vez que llegó a su destino...

Abrió la puerta y comenzó a caminar silenciosamente por el lugar; todo estaba a obscuras hasta llegar a la habitación. Abrió con cuidado y se asomó para finalmente entrar.

Sonrió al verlo; estaba acostado con una de sus tantas camisas de manga larga que solía dejar cuando se iba por las mañanas. Sabía que lo hacía porque decía que su olor se quedaba impregnado en ellas.

Se acercó a tomarse su mejilla y dejar una caricia en ella, su piel tan suave.

—¿Qué haces?

—El olor de tus camisas me tranquiliza y me gusta; me hace pensar en ti, cuando no estás aquí.

—Malditas estupideces cursiles, Wonwoo.

Sonrió melancólico ahora, quitando la camisa de sus manos. Se dejó caer en el suelo, tomando su mano y dejando besos en ella.

—¿Soy un imbécil verdad? Para este punto te soy más fiel a ti que a cualquier otra persona, pero no puedo hacerlo.

Sober (Meanie) MINWONDonde viven las historias. Descúbrelo ahora