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He de admitir que la cercanía del conde me mantenía un poco nerviosa, pero a la vez me hacía sentir cómoda y segura. Cada vuelta del baile la dimos con gracia y cómodamente, haciendo del conde la envidia de todos caballeros presentes incluso del mismísimo príncipe. Y a mí el foco de envidia de todas las damas.

El conde hablo mucho sobre el mismo durante la pieza, explicando sus intereses generales y románticos mientras yo apenas y le respondí algunas preguntas directas sobre mis propios intereses.

Durante el resto de la noche, me dedique a forjar buenas relaciones sociales, lo cual era, sin duda alguna, uno de mis principales objetivos de la noche.

Lady Taliana- llama con su hipnótica voz - he estado buscándola gran parte de la velada.

- discúlpeme conde - excuse yo - estaba apreciando el lugar, y conociendo a sus invitados.

Me alegra que se divierta - comento y agrego -gustaría hablar algo en privado con usted - pregunto casi en un susurro- ¿Podría usted acompañaré a un área más privada por unos minutos?

Mientras sea antes de la danza de clausura - comenté yo - le ofrecí ese baile al príncipe mismo.

No se preocupe mi lady - dijo el - volveremos antes de que anuncien la última pieza.

El conde avanzo hacia uno de los balconcillos de el palacio un tanto estrechos para mí gusto pero si duda elegantes, aunque me preocupaba que la brisa helada marchitara las rosas de mi vestido, pero de repente mi vista se perdió en el estrellado cielo nocturno y mis canales preocupaciones quedaron en el olvido.

Lady Taliana - llamo el - ¿ha escuchado usted de emociones irracionales?

- algo he de haber oído conde - respondí.

- pues está usted a punto de presenciar una de ellas es este momento - afirmó el

- ¿y porque sería así?

- algo me dice lady Taliana que puedo confiar en usted, y pretendo hacer caso a esa sensación que emana mi pecho cuando mi mirada se encuentra con su presencia, lo cual no hace más que confundir a mi razón - expreso el

el habló, y con esas expresiones tan intensas logro despertar en mi ser un mar de emociones que me era difícil de controlar, pero que no dejare que se adueñe de mi razón.

-Continué, se lo pido-  exprese casi en una súplica.

Si usted fuera una mujer carente de razón - expreso el dando un paso hacia mi - de esas de los cuentos de hadas, le propondría en este instante matrimonio...

Es ese insta te agradecí tanto a Dios por haberme permitido usar el velo en esta ocasión tan importante para esconder mi sonrojo.

Conde yo- trate de apelar a su razón pero el me interrumpió bruscamente.

Por favor mi lady, déjeme culminar - rogó - que he pasado gran parte de la velada pensando en como expresarme en este momento.

Asentí a su petición, aunque las dudas me invadía entre la convicción de mis objetivos y las emociones invasoras que despertaban.

Y aunque en este momento le pediría que nos fugáramos con los ojos cerrados - admitió el - tengo también el deseo de cortejarla como usted se lo merece, debo confesare que..

El Velo De Lady Taliana VermilionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora