Día 2

1.4K 157 79
                                    

Al despertarse en la mañana, lo primero que vio fue una flor que no reconocía. Estaba metida dentro de un jarrón de cristal con una poca agua en la repisa de la ventana.

Su forma le recordaba a los lirios.

¿Eso estaba ahí anoche?

Al menos algo había dormido. Anoche entre apenas poder respirar, el dolor general que sentía y el mareo, apenas pudo pegar ojo. Sentía su cuerpo algo pesado y exhausto, aún más por la falta de descanso.

¿Tanto le estaba afectando este veneno?

Trato de levantar un poco la camisa y ver la marca. Esta parecía avanzar un poco en su pecho.

Eso solo lo agotó aún más.

Entonces vio como uno de los pétalos de la flor se separaba de esta y caía lentamente a la repisa. Miro vacilante al pétalo caído antes de tratar de agarrarlo.

Su textura le recordaba a las Cecilias.

Que curiosa flor era esa.

¿Es posible que esa flor sea la que mencionaba en la historia Zhongli? ¿Quién trajo esa flor aquí? ¿Realmente se estaba muriendo?

Alguien llamó a la puerta.

Lumine entraba en la habitación cargando una bandeja. Detrás suyo y flotando estaba Paimon. Ni rastro del hombre que buscaba con desesperación.

—¡Oh, estas despierto! —dijo el elfo flotante acercándose.

—¿Cómo te encuentras hoy? —pregunto la joven.

—Peor que nunca —dijo tratando de sonreírle a la joven —Pero seguro me recupero.

—Melye dice que tienes que descansar —le informa Paimon —. ¡Te hemos traído algo de desayunar! ¡Aquí la comida esta deliciosa!

—Siempre pensando en lo mismo —ríe débilmente la rubia.

Childe rio también, pero sentía sus costillas adoloridas por ese pequeño gesto. Casi sonó una amarga risa.

—Al menos, el humor no lo has perdido —dijo la joven — ¿tienes hambre?

—Realmente no. Siento como si estomago se hubiera cerrado.

—Ayer apenas comiste, deberías comer algo o te deshidratarás.

—Lo siento, pero... realmente...

Al ver la cara de la joven, solo suspiro.

—Haré un esfuerzo... —acabo diciendo.

La joven le paso alguna cosa, pero simplemente, apenas podía tragarlo. No solo por el esfuerzo, sino que sentía que realmente era incapaz de digerir nada.

Trato de tomarse un poco el café que habían preparado. Al menos eso sí pudo tragarlo.

Después de comer, se sentía literalmente sin fuerzas.

Es como si ese veneno le drenase la energía de formas que ni llegaba a imaginarse. Simplemente incorporarse para comer algo y tratar de tragar lo que sea, consumía mucha más energía de la que ganaba.

Lumine retiro las cosas por él.

No le gustaba estar en cama enfermo. Se sentía tan inútil dejando a los demás las cosas que debería hacer él. Incluso se veía demasiado débil. Definitivamente odiaba esto, pero agradecía que fueran ellos quien lo vieran así y no otros...

Pero algo faltaba aquí.

—Lumine —la llama —¿Dónde está Zhongli?

La joven cambio su expresión tranquila a una algo preocupada. Miro a Paimon y esta le devolvió exactamente la misma cara.

La Flor de los Cinco días - 𝓩𝓱𝓸𝓷𝓰𝓒𝓱𝓲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora