CAPÍTULO 8

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Seungmin.

¿Sordo?

Oh.

Espera...¿Sordo?

¿Pero cómo? Hemos tenido tantas conversaciones.

Las últimas semanas de conocerlo y hablar con él parpadearon por mi memoria, y no puedo recordar una sola vez en la que lo haya escuchado hablar de verdad.

¿Es por eso que el chico conejo pensó que yo era sordo?

Me quedo mirando mi teléfono, hundiéndome en un montón de vergüenza. No estoy seguro de cómo sentirme respecto a esto. Estoy seguro de que sentirme traicionado no es una respuesta justa, pero no puedo evitarlo. Siento que necesito agregar esto a la lista de "Formas en las que el mundo puede traicionar a Seungmin en su cumpleaños." ¿No sólo no me dijo que sabía que mi novio estaba follándose a otro, sino que también olvidó mencionar que es sordo?

No es que ser sordo sea algo que debería sentirse obligado a decirme. Yo sólo... no lo sé. Me siento un poquito dolido porque no compartió ese asunto conmigo.

Yo: "¿Por qué no me dijiste que eras sordo?"

Hyunjin: "¿Por qué no me dijiste que podías oír?"

Inclinó la cabeza mientras leo su mensaje y me inundó con más humillación. Tiene un muy buen punto.

Oh, bueno. Para mi buena suerte cuento con que al menos no me escuchara llorar hasta quedarme dormido esta noche.

Yo: "¿Tienes algo de alcohol?"

Hyunjin lee mi mensaje y se ríe, luego asiente. Camina hacia el armario debajo del lavabo y saca un recipiente raro. Saca dos vasos del armario, luego procede a llenarlos con... ¿líquido para limpiar pisos?

—¡¿Qué demonios estás haciendo?!—le pregunto. Cuando no se voltea, me golpeó en la frente, recordando que no puede escucharme. Me llevará algo de tiempo acostumbrarme a esto.

Camino hasta donde está él parado. Cuando deja el recipiente en la encimera y recoge ambos vasos, agarro el frasco de la solución de limpieza y lo veo, luego alzó una ceja. Se ríe y me da un vaso. Huele su bebida, luego me hace señas para que haga lo mismo. Con vacilación lo llevo hacia mi nariz y me encuentro con el ardiente olor a whisky. Levanta el vaso, lo choca con el mío, y ambos bebemos nuestros tragos. Todavía me estoy recuperando del horrible sabor cuando recoge su teléfono y me manda un mensaje de nuevo.

Hyunjin: "Nuestro otro compañero de cuarto tiene un problema con el alcohol, así que tenemos que esconderlo de él."

Yo: "¿Su problema es que lo odia?"

Hyunjin: "Su problema es que no le gusta pagar por ello y se bebe el de los demás."

Asiento, bajo mi teléfono, agarro el recipiente y vierto otro trago para cada uno. Repetimos los movimientos, tomándonos el segundo. Hago una mueca mientras el ardor se esparce hacia abajo por mi garganta y por mi pecho. Sacudo la cabeza, luego abro los ojos.

—¿Puedes leer los labios?—le pregunto.

Se encoge de hombros, luego agarra un pedazo de papel y un bolígrafo convenientemente colocado en el mostrador junto a él.

"Depende de los labios."

Supongo que eso tiene sentido. —¿Puedes leer los míos?—

Asiente y luego toma el bolígrafo de nuevo.

"Casi. He aprendido a anticipar lo que las personas van a decir más que nada. Tomó la mayoría de mis pistas por el lenguaje corporal y las situaciones en las que me encuentro."

Fine [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora