Hyunjin.
Apilo algunas cosas en una bolsa, con la esperanza de que voy a necesitarlas una vez que llegue a su casa. No tengo ni idea de si Jeongin incluso me permitirá pasar a través de su puerta principal, pero lo único que puedo hacer ahora mismo es ser optimista, porque otra alternativa es inaceptable. Simplemente lo es. Me niego a aceptar que esto es todo.
Sé que está herido y sé que me odia ahora, pero tiene que entender lo mucho que significa para mí, y que mis sentimientos por Seungmin nunca fueron intencionales.
Aprieto los puños de nuevo, preguntándome por qué diablos he tenido esas conversaciones con Seungmin en primer lugar. O por qué no intente eliminarlas. Nunca pensé que Jeongin las leería. Supongo que en cierto modo, no me sentía culpable. La forma en que me he sentido hacia Seungmin no era algo que quería que sucediera, pero los sentimientos están ahí, y negarme a actuar sobre ellos desde nuestro beso me ha llevado mucho esfuerzo. De una extraña y sádica forma, he estado orgulloso de mi mismo por ser capaz de luchar de la manera en la que lo hice.
Pero Jeongin no verá ese lado, y lo entiendo totalmente. Lo conozco, y si leyó todos los mensajes, estará más molesto por la conexión que tengo con Seungmin que por el hecho de que lo besé. Los sentimientos que tengo por Seungmin no son algo de lo que estoy seguro de hablar.
Agarro mi bolsa y mi teléfono, y me dirijo hacía la cocina para empacar mi portátil. Cuando llegó al mostrador, notó un pedazo de papel en el ordenador. Encuentro una nota adhesiva pegada a la pantalla.
"Hyunjin, nunca fue mi intención leer tus cosas personales, pero al abrir tu portátil, todo estaba allí, delante de mí. Leí todo, y deseo nunca haberlo hecho, estoy enfadado. Por favor, dame tiempo para procesar todo antes de encontrarnos. Me pondré en contacto contigo cuando esté listo para hablar, en unos días. -Jeongin."
¿Unos días?
Dios, por favor no dejes que lo diga enserio. No hay manera de que mi corazón vaya a sobrevivir durante unos días. Tendré suerte si llego hasta el final del día de hoy sabiendo lo que le he hecho sentir.
Lanzo mi bolsa de nuevo hacia la puerta de mi habitación, ya que no lo necesitaré durante un tiempo. Me inclino hacia delante, derrotado y descanso mis codos en la barra, arrugando la nota en mi puño. Miro hacia abajo, al portátil ante mí.
Pedazo de mierda.
¿Por qué demonios no tengo una contraseña? ¿Por qué demonios no me lo llevé conmigo cuando salí del hospital? ¿Por qué no elimine todo? ¿Por qué demonios, incluso, le escribí todo eso a Seungmin, en primer lugar?
Nunca he odiado a un objeto inanimado tanto como odio este ordenador. Lo cierro con fuerza y dejo caer mi puño encima del. Me gustaría poder oírlo romperse. Me gustaría poder escuchar el sonido que mi puño hace cada vez que baja con potencia. Quiero oírlo ser aplastado bajo mi puño de la misma manera que mi corazón se siente aplastado dentro de mi pecho.
Me enderezo y recojo el portátil, Luego lo bajo hacia la barra, golpeándolo. Veo a Jisung salir de su habitación por el rabillo del ojo, pero estoy demasiado enojado para que me importe si estoy haciendo demasiado ruido. Sigo recogiendo el portátil y bajándolo contra la barra una y otra vez, pero no disminuye el odio que siento por él en lo más mínimo, y tampoco le hace suficiente daño a la carcasa. Jisung camina hacia la cocina y se dirige a un armario. Mete la mano y agarra algo, luego se acerca a mí. Hago una pausa en mi ataque al ordenador y miro hacia arriba para ver lo que sostiene, un martillo. Lo tomó de buena gana, luego doy un paso atrás y bajó el martillo contra el portátil con todas mis fuerzas. Esta vez, puedo ver realmente las grietas aparecer con cada golpe.
Mucho mejor.
Golpeo una y otra vez, y veo como piezas vuelan en todas direcciones. También estoy dejando una considerable cantidad de daño a la barra, debajo de mi portátil destrozado, pero no me importa una mierda. Las encimeras son reemplazables. Lo que este portátil destruido le hizo a Jeongin no lo es.
Cuando no hay mucho más del portátil por destruir, por fin dejó caer el martillo en la encimera. Estoy sin aliento. Me doy la vuelta y me deslizo hasta el suelo con la espalda apoyada en los armarios.
Jisung camina a mí alrededor y se sienta en el suelo delante de mí, apoyando su espalda contra la pared detrás de él.—¿Te sientes mejor?—Hace señas.
Niego con la cabeza. No me siento mejor, me siento peor. Ahora sé que no es con el portátil con lo que estoy enojado. Es conmigo. Estoy enojado conmigo mismo.
—¿Hay algo que pueda hacer para ayudar? —
Me planteo la pregunta. La única cosa en la que podría ayudarme es haciendo que Jeongin vuelva, para demostrarle que no hay nada entre Seungmin y yo. Para demostrarle que no tengo ningún tipo de relación con Seungmin en absoluto. Eso es un poco duro con él viviendo en el cuarto de al lado.
—¿Puedes ayudar a Seungmin a mudarse? —Gesticuló.—¿Hoy?—
Jisung baja su barbilla por mi petición, mirándome con decepción. —¿Hoy? Su apartamento no estará listo hasta dentro de tres días. Además, necesita los muebles, los cuales pedimos todos esta mañana y ni siquiera se los entregan el día en el que se mude.—
Tomo mi billetera y saco mi tarjeta de crédito.—Llévalo a un hotel, entonces. Voy a pagar por su habitación hasta que el apartamento esté listo. Lo necesito fuera en caso de que Jeongin vuelva. Él no puede estar aquí.—
Jisung toma mi tarjeta y la mira fijamente durante varios segundos antes de llevar sus ojos hacía los míos. —Esta es una especie de movimiento de mierda considerando que es tú culpa. No esperes que sea yo quien pida que se vaya. Le debes mucho.—
Tengo que admitir, la reacción de Jisung me sorprende. Ayer parecía odiar a Seungmin. Hoy él está actuando como si lo protegiera.—Ya le dije que necesito que se vaya hoy. Consíguele todo lo que necesite. Comestibles, mobiliario extra, lo que sea.—
Estoy empezando a ponerme de pie cuando la puerta del cuarto de Seungmin se abre. Está saliendo de espaldas, tirando de sus dos maletas. Jisung se apresura a ponerse junto a mí, y tan pronto como se da la vuelta y encuentra mis ojos se congela.
El sentimiento de culpa por lo que le estoy haciendo me golpea cuando veo las lágrimas en sus ojos. No se merece esto. No ha hecho nada para merecer todo por lo que lo estoy haciendo pasar. La forma en que me hace sentir saber que le he hecho daño es exactamente por lo que necesito que se vaya, porque no debería importarme tanto.
Pero, lo hago. Dios, me importa mucho.
Rompo el contacto visual con él y miró de nuevo a Jisung.—Gracias por ayudarlo.—Hago señas. Me dirijo de nuevo a mi habitación, no quiero ver a Seungmin salir por la puerta principal. No me puedo imaginar perderlo a él y Jeongin en el transcurso de unas pocas horas, pero está realmente sucediendo.
Jisung agarra mi brazo mientras lo paso, obligándome a girar y mirarlo. —¿Ni siquiera vas a decirle adiós? —Gesticula.
—No puedo decirle adiós cuando realmente no quiero que se vaya. —Continúo hacia mi habitación, agradecido de no poder escuchar el sonido de la puerta cerrándose tras él cuando se va. No sé si podría soportarlo.
Tomó el teléfono y me acuesto en mi cama. Encuentro el número de Jeongin y le envío un texto.
Yo: "Te voy a dar todo el tiempo que necesites. Te quiero más de lo que crees. No voy a negar nada de lo que le dije a Seungmin, todo era verdad, especialmente las partes acerca de ti y cuánto te amo. Sé que estás herido, y sé que te traicione, pero por favor, tienes que saber lo mucho que he luchado por ti. Por favor, no terminemos así."
Aprieto el botón de enviar y dejó el móvil en mi pecho.
Entonces, jodidamente lloro.
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Fine [HyunMin]
FanfictionSeungmin queda cautivado por su vecino, quién toca la guitarra todos los días en su balcón. - ♡ ADAPTACIÓN DE "FINE" SELLEN, escrita por © SMILEVITY.