CAPÍTULO 9

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Hyunjin.

Aún está lloviendo, y sé que acaba de ponerse ropa seca después de bañarse, así que una vez que llegamos al final de las escaleras, saco mi teléfono para mandarle un mensaje.

Yo: "Espera aquí, así no te mojas otra vez. Iré a traerlo."

Lee el mensaje y niega con la cabeza, después me mira de vuelta. —No. Voy contigo.—

No puedo evitar apreciar el hecho de que no responde al que sea sordo de la manera en que esperaba que lo hiciera. La mayoría de las personas pasan a sentirse incómodas cuando no están seguras de cómo comunicarse conmigo. La mayoría elevan sus voces y hablan lentamente, como Minho. Creo que piensan que el hablar fuerte, de alguna manera milagrosa, me hará oír otra vez. Sin embargo, no hace nada más que forzarme al reprimir mi risa mientras me hablan como si fuera un idiota. Desde mi punto de vista, ellos quedan como idiotas. Asumo que las personas no lo hacen para ser irrespetuosas. Es simple ignorancia, y eso está bien. Estoy tan acostumbrado a ello que ya no me doy cuenta.

Sin embargo, si noté la reacción de Seungmin... porque no hubo realmente ninguna. Tan pronto como se enteró, simplemente se alzó sobre la encimera y continuó hablándome, aunque pasó de hablar a mandar mensajes de texto. Y ayuda que sea un escritor de mensajes rápido.

Corremos a través del patio hasta que llegamos a la base de las escaleras que conducen a su apartamento. Comienzo a subir y me doy cuenta de que está congelado al final de las escaleras. La mirada en sus ojos es nerviosa, e inmediatamente me siento mal por no darme cuenta de lo difícil que esto debe ser para él. Sé que está más herido de lo que deja ver. Saber que tu mejor amigo y tu novio te han traicionado debe de ser difícil, y ni siquiera ha pasado un día desde que se enteró. Camino de vuelta hasta la punta de las escaleras y tomo su mano, después le sonrió tratando de tranquilizarlo. Tiro de su mano; toma una respiración profunda y sube conmigo las escaleras. Me da un golpecito en el hombro cuando llegamos a su puerta y me doy la vuelta.

—¿Puedo esperar aquí?—pregunta— No quiero verlos.—

Asiento, aliviado de que sus labios sean fáciles de leer.

—¿Pero poco me sentirá la carnera?—dice.

O creo que eso es lo que dijo. Río, sabiendo que es más probable que haya leído mal sus labios. Lo dice otra vez cuando ve la confusión en mi cara, pero aún no la entiendo. Levanto mi teléfono, así me puede mandar un mensaje.

Seungmin: "¿Pero cómo les pedirás mi cartera?"

Sí. Estaba un poco desconcertado por eso.

Yo: "Traeré tu cartera, Seungmin. Espera aquí."

Asiente. Escribo un mensaje mientras camino hacia la puerta principal y tocó. Pasa un minuto, y nadie viene a la puerta, así que tocó otra vez, con más fuerza, pensando que a lo mejor mi primer golpe fue demasiado suave para oírse. El pestillo gira, y el amigo de Seungmin aparece en la entrada. Me dedica una mirada curiosa por un segundo, después mira detrás de él. La puerta se abre ampliamente, y Changbin aparece, mirándome sospechosamente. Dice algo que parece cómo:—¿Puedo ayudarte? —Levantó el mensaje de texto que dice que estoy aquí por la cartera de Seungmin, y baja la mirada y lo lee, después niega con la cabeza.

—¿Quién demonios eres tú?—dice, aparentemente no gustándole que estoy aquí por una pertenencia de Seungmin. El otro chico desaparece de la entrada, y él abre la puerta aún más, después cruza los brazos sobre su pecho y me mira. Hago señas hacia mi oído y niego con la cabeza, dejándolo saber que no puedo oír lo que está diciendo.

Hace una pausa, después echa su cabeza hacia atrás y ríe, y desaparece de la entrada. Miro a Seungmin, que está parado nerviosamente en la parte alta de las escaleras, mirándome. Su cara está pálida, y le doy un guiño, dejándole saber que todo está bien. Changbin vuelve, golpea una pieza de papel contra la puerta, y escribe en ella. Levanta el papel para que lo lea.

Fine [HyunMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora