capítulo 22: siéntate!

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La castaña se soltó del agarre del chico y se giró dispuesta a irse, sin embargo el chico no se lo permitió

- ¿A dónde crees que vas? - la sujeto del brazo reteniendo la

La chica aún dándole la espalda respondió - a cenar, aizawa-sensei se molestará si no llego -

El cenizo la hizo voltearse, quedando cara a cara ambos - s-sé lo que pasa con tus padres pero ellos estarán bien, de algún lado debiste sacar tu fuerza - la castaña apretó sus puños mientras bajaba la mirada - así que debes mantener la calma y sobretodo cuidarte, no andar rompiendote los brazos como el puto Deku - tomo las manos de la chica que de inmediato hizo una muñeca de dolor - siéntate!- ordenó

- se hace tarde y no quiero que Aizawa-sensei me regañe por no haber llegado a la cena -

El cenizo no soporto más, la sujeto por los hombros y la obligó a sentarse - o te regaña por llegar un poco tarde o te regaña por destruirte las manos, escoge - la estaba amenazando y sonrió complacido cuando la vio resignarse a que él le curará las manos con el ceño levemente fruncido - buena elección, no te muevas

La castaña se quedó sentada viendo como el cenizo iba por el botiquín, no dijo nada cuando el volvió, solo se limito a observarlo mientras él le vendaba las muñecas con mucho cuidado, cómo si no quisiera causarle ni un poco de dolor, aquello lleno de nostalgia a la chica que no dejaba de pensar en sus acciones

- listo - anuncio sacándola de sus pensamientos - fue algo grave pero mañana estarás mejor, cara redonda

La castaña miraba sus manos atentamente, sentía un calor reconfortante en su pecho y la imagen de sus padres volvió a su mente - ¿Ya nos vamos? - corto, en cualquier momento se quebraría y definitivamente no lo haría frente al cenizo

El cenizo no quería irse, al menos no aún por qué sabía que la chica ya no podía más pero que aún así quería mantenerse fuerte, lo agradecía por qué no sabía que hacer para reconfortarla pero también sabía que no era sano para ella guardarse todo eso

- Uraraka...si necesitas alguien con quién hablar o u-un hombro para llorar, cuenta conmigo -

La chica lo abrazo pero antes de que él pudiera corresponder ella se separó, dedicándole una mirada seria - gracias, pero no es momento de llorar, los encontraré y cuando lo haga me encargaré de la perra que se los llevo - declaró dando la vuelta, retirándose de aquel gimnasio

El cenizo estaba sonrojado, le había encantado el tono en como ella hablo y más aún cuando dijo "me encargaré de la perra que se los llevo" pero también estaba sorprendido por la seguridad con la que hablo <¿Que te sorprende? Bien sabías que está chica no era frágil como para ponerse a llorar, ella ya lo dijo, los encontrará y se encargará del responsable, es por esa determinación que te flecho, no es así?> - y vaya que lo hizo la maldita

La cena fue un momento incómodo para la mayor parte de los alumnos de la clase, pues varios habían intentado armar una conversación con la castaña pero está los ignoraba olímpicamente, cómo si en realidad no los escuchará, solo comía e incluso en eso actuaba fría, no hacía sus muecas kawaiis al probar la comida ni la elogiaba, comió en silencio y al terminar solo se levantó a la cocina para lavar su plato

Escucho como alguien entraba tras ella, así que optó por mantener una suave sonrisa en su rostro, no quería preocupar a nadie pero tampoco quería sonreír

- ochaco, ¿Estás bien? - la pregunta era estúpida, quien estaría bien si sus padres son secuestrados? Tal vez solo Bakugo pero el por sus propias razones

Se volteo enseñando su débil sonrisa - claro que sí, izuku - mintió

El pecoso suspiro, si su amiga no quería hablarle el no la obligaría - descansa y si necesitas algo no dudes en llamarme - giró sobre sus talones y regreso con sus compañeros, creyendose las mentiras de su amiga

Total y completamente jodidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora