epílogo y agradecimientos

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El verano se hacía presente junto a las vacaciones por esa temporada, los alumnos habían vuelto a sus hogares con sus familias

No era distinto para la castaña, pues a pesar de no poder, ni querer regresar a su antigua casa, tuvo que ir junto al azabache al departamento del rubio gritón a pasar las vacaciones, como la familia que eran

Habían pasado solo 2 semanas desde que ochaco había salido del hospital y 1 semana desde que había acabado con su rehabilitación muscular

Por lo que el rubio gritón no perdió la oportunidad de llevárselos con él a su casa, que por suerte era lo suficientemente grande para los 3

La mudanza fue muy agradable, pues al ser ahora 3 personas con distintos gustos, habían peleas por colores para las paredes, la compra de otros muebles y la insistencia por parte del azabache por adoptar un gato

Al final terminaron cansados pero satisfechos, el rubio gritón había comprado un juego de muebles bastante moderno de gris con pequeños detalles blancos, la castaña había pintado las paredes de colores pasteles por toda la casa (interior) a excepción de los dormitorios, pues de eso se encargaria cada quien del suyo y el azabache había ido a comprar un poste para arañar, una cama para gato, comida para gato, shampoo y un collar

Para luego volver junto a un lindo minino de pelaje abundante negro con ojos dorados, nadie sabía de dónde lo había sacado y tampoco tuvieron el valor para preguntarle, pues se veía muy feliz con el animal

Fue en esa mañana cuando el rubio preparaba el desayuno viéndose entusiasmado, aún no se acostumbraba a vivir acompañado pero aún así era sumamente feliz

O eso era cuando de pronto el timbre de la puerta sonó, con cuidado apago la estufa para ir a ver quién osaba tocar el timbre y acabar con la paz con la que dormían los dos perezosos en los pisos de arriba

Abrio la puerta con el ceño fruncido, pues ya podía escuchar los quejidos del azabache y los pedidos 5 minutos más por la castaña

Más su ceño se relajo al ver a su 'yerno' frente a él, con su típico ceño fruncido pero esta vez con un tímido sonrojo en sus mejillas, vistiendo una camisa de color blanco con una chaqueta verde militar encima, pantalones negros y sus típicos botines negros

- ¿Me vas a dejar pasar o me vas a aplicar la de padre celoso? - pregunto entre molesto y divertido el oji-carmin

Ante la broma el rubio sonrío - ya habrá tiempo para eso, primero pasa, hace mucho calor afuera y no quiero que explotes mi jardín, ochaco ama las flores -  rio haciéndose a un lado para dejar pasar al chico

El cenizo asintió y entro al hogar seguido del rubio, se sacó sus zapatos para poder ponerse sus respectivas pantuflas e ingresar a la sala a sentarse

El rubio se sentó frente a él - bien, a que se debe el honor de tu visita? - pregunto sin rodeos

Inevitablemente el cenizo desvió la mirada, nunca había hecho algo igual, pues no había tenido novia, por lo que el pedirle permiso a su 'suegro' para salir con su novia lo tenía nervioso

Suspiro - iré al grano - aviso y el rubio asintió - le debo una cita a Ochaco - soltó, viendo como el rubio abría los ojos a más no poder - no, no es por obligación - aclaro sabiendo que su profesor podría decir algo acerca de esa forma de expresarse - yo fui el que se la prometió el día en el que peleó contra la loca -

El rubio asintió, aunque estaba serio - ya veo, y por qué hasta ahora? - pregunto, lo iba a poner a prueba antes de decir si podía o no ir con su hija, aunque claro que era más para molestar al cenizo, ya que él ha sido testigo de todo lo que el estudiante a héroe ha tenido que pasar por la castaña y está seguro que con él, ella estará muy bien...

Total y completamente jodidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora