Total y completamente jodido

capítulo 29: ¿piensas morir de hambre o que?

Pasaron 2 días desde que había estado con la castaña en la azotea, se habían visto esos dos días durante las clases y una que otra vez en la sala común mientras ella leía, en el almuerzo no la veía nadie asumiendo que ha no ser que estuviera obligada a comer con ellos, ella comería sola en alguna parte de la escuela

Claro que la realidad era distinta, la castaña no se desaparecía por gusto, ella se iba en los almuerzos a la sala de profesores para comer con el azabache y el rubio gritón, lo mismo era en las cenas, ella entrenaba en la noche y cuando terminaba exhausta, lista para irse llegaban los dos adultos a hacer algún picnic improvisado en el gimnasio, que  aunque no lograban que la chica sonriera o actuará como antes, al menos no se mostraba incómoda como cuando se ve rodeada de sus compañeros de clase

Ella ya tenía una rutina a la cual amoldarse y todos sus compañeros que se mantenían atentos a la chica por su cuidado lo notaron, despertaba muy temprano para evitar mayormente desayunar con ellos, se arreglaba e iba al salón desde temprano e incluso usaba sus tiempos libres para leer algún libro de Física, matemáticas o aprovechaba para repasar alguna de sus clases

Sus compañeros la extrañaban, extrañaban sus sonrisas, su voz chillona, sus expresiones tiernas y dulces, extrañaban a esa chica castaña que cautivó a más de la mitad de la escuela con su forma de ser, la chica que enamoró a los 3 chicos más fuertes de la clase 1-A

Los 3 que seguían intentando acercarse a ella pero que tanto el pecoso como el bicolor se rindieron al no recibir ni una sola palabra de la chica, al menos no fuera de los temas o trabajos escolares

El único que había logrado un avance era el cenizo, ya que la chica no siempre huía de el al encontrarse a solas y de vez en cuando aceptaba uno que otro dulce que el chico le ofrecía después de algún entrenamiento colectivo y aunque no recibía más que un "gracias" susurrado y con voz levemente apagada pero a él le bastaba con eso

Era miércoles, el día en el que comenzarían sus pruebas parciales, así que era de esperar que los alumnos estuvieran completamente ansiosos y desesperados, corriendo buscando ayuda o intentando inútilmente respaldar sus conocimientos, claro, siempre habiendo sus excepciones (Iida, Todoroki, Yaoyorozu, Bakugo, Midoriya) los de siempre pero más de uno se sorprendió al ver a la castaña sentada inmutable mientras se distraía con un libro de la gravedad, ni siquiera parecía estar al tanto de las lecciones, pero vaya que estaba enterada y aunque alguno quiso decirle que debería estudiar, el delegado se los impedía diciéndoles que se centrarán en ellos mismos ahora, por lo que desistían

Durante los 3 primeros periodos tuvieron las pruebas de: literatura moderna, inglés y matemáticas, en el segundo periodo en cambio les tocó: arte moderno, la historia y normas de los héroes y para el final tuvieron una prueba individual de sus quirks, había Sido un día bastante difícil para la mayor parte de los alumnos, varios se encontraban en la sala común rogando a un Dios del que ni siquiera estaban seguros de su existencia, rogando por haber tenido algo de suerte en los exámenes

Llegó la mañana siguiente, anunciarían sus calificaciones y sus puestos en el ranking, pues con el propósito de animar a sus estudiantes a mejorar, los maestros habían decidido sumar el puntaje de todas las materias y dividirlas para sacar un puntaje general, ha muchos les habían gustado la idea y al director le había fascinado

Muchos estaban nerviosos, otros ansiosos y otra estaba más concentrada en su libro sobre las leyes de Newton que en sus calificaciones, no porque le dieran igual, sino porque ella ya sabía su calificación desde que entrego la hoja del examen

Ante tanto barullo el azabache se aclaró la garganta - siéntense y cállense de una vez si quieren saber sus puestos - paso entre los puestos hasta situarse frente a la castaña - felicidades, obtuviste el primer lugar con una calificación perfecta de 10 - extendió el reporte a la castaña que asintió tomándolo